El proyecto habitacional que pretende construir Desarrollo Inmobiliario Omega S.A. de C.V. en un predio colindante al Parque Natural La Estanzuela en Monterrey, Nuevo León podría traer afectaciones al ecosistema en la zona, a pesar de las medidas de mitigación propuestas por la empresa constructora.
Según la Manifestación de Impacto Ambiental promovida por la empresa ante la Delegación Federal en Nuevo León de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), las distintas etapas del proyecto, que ya fue autorizado por la dependencia federal, tendrán un impacto sobre la flora, fauna (inclusive entre especies protegidas o amenazadas) y podrían generar contaminación en el agua.
La superficie total del proyecto “Fraccionamiento Habitacional Sierra Alta Décimo Sector 1ra Etapa. Ubicado en el Municipio de Monterrey, Nuevo León” es de 263 mil 549 metros cuadrados (más de 26 hectáreas), mientras que la superficie urbanizable es de 176 mil 430 metros cuadrados. El área de fraccionamiento habitacional comprende 31.99 por ciento de la superficie a urbanizar, y se pretende la construcción de 118 lotes habitacionales y sus respectivas áreas verdes.
Durante las últimas semanas, visitantes de La Estanzuela advirtieron de un cerco metálico en el camino al parque, en donde Desarrolladora Omega también colocó letreros con la frase “Propiedad Privada”, por lo que diversos activistas y usuarios de redes sociales alertaron sobre la construcción de un desarrollo inmobiliario.
A pesar de que tanto las autoridades estatales como municipales han aclarado que no se tiene contemplada ninguna obra dentro del Parque Natural La Estanzuela (al formar parte del Parque Nacional Cumbres se trata de un área natural protegida), y que el predio en cuestión es de particulares y no está al interior del mismo, un proyecto como el que pretende poner en marcha Desarrolladora Omega sí podría traer afectaciones al ecosistema en el área.
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¿Mitigar afectaciones?
De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental, la flora está representada en el área del proyecto por 73 especies en total; por 89 especies en el área de influencia y por 236 especies en el sistema ambiental. Ninguna de ellas está enlistada en el régimen de protección legal de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM059-SEMARNAT-2010, indica el documento.
En cuanto a la fauna, se encontraron 86 especies dentro del sistema ambiental; 56 dentro del área de influencia y 21 especies de fauna silvestre en el área del proyecto, de las cuales 11 corresponden a aves, cinco a reptiles y cinco a mamíferos.
El área de influencia corresponde al área más próxima susceptible a afectar por la realización del proyecto y, según los criterios para el caso particular del Fraccionamiento Habitacional Sierra Alta Décimo Sector 1ra Etapa, se consideró un distanciamiento que va de los 200 a 800 metros del área del proyecto. El sistema ambiental es una referencia al entorno más amplio, que en este caso se definió en la microcuenca “El Diente”, la cual cuenta con una superficie de más de 20 mil hectáreas y en donde se localiza el proyecto.
En la composición de las comunidades de fauna dentro de las distintas áreas se pueden encontrar especies protegidas como el cascabel gris de montaña, el águila rojinegra, el gecko bandeado, el milano de Misisipi y la rana leopardo del Río Bravo, dentro del sistema ambiental. Destaca el caso del oso americano, que se encuentra dentro del área de influencia, es decir, la zona colindante donde existen mayores probabilidades de afectación.
En la Norma Oficial Mexicana de Especies en Riesgo (NOM-059- ECOL-2001), el oso americano (ursus americanus eremicus), con presencia en el área de influencia del proyecto, está catalogada como especie en peligro de extinción. Además se considera desde 2007 como especie prioritaria del Programa de Conservación de Especies en Riesgo (Procer) de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp); y está sujeta a Programas de Acción para la Conservación de Especies (PACE).
Se prevé, por ejemplo, que incluso las especies protegidas puedan enfrentar diferentes riesgos, como el de atropellamiento accidental.
En el documento se advierte, además, que la hidrología subterránea podría afectar la calidad del agua y la recarga de acuíferos si no se toman las medidas de mitigación necesarias. Por ejemplo, se menciona que como consecuencia de posibles derrames de combustible por un inadecuado mantenimiento del equipo y maquinaria que se utilicen durante el proyecto, se podría contaminar el agua subterránea. Además, una inadecuada disposición de los residuos podría incidir sobre la calidad del agua que se infiltra a los subsuelos.
Dentro del predio atraviesa un escurrimiento de segundo orden, el cual se conecta en la parte norte con otro escurrimiento para descargar en el arroyo El Calabozo, que se ubica en la parte Este del proyecto a una distancia aproximada de 500 metros.
Las denuncias y señalamientos que se han presentado señalan que el cerco colocado por Omega bloquea el cauce de este arroyo. Además, el río de la Estanzuela es un importante proveedor de agua potable para la ciudad de Monterrey, por lo que en caso de que se realice la obra y se afecte la hidrología de la zona, las secuelas no serían menores.