Además de videoconferencias y cursos sobre derechos humanos, habrá el diplomado ‘Empleo y Uso de la Fuerza’, a impartirse en las 12 regiones militares
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) firmó ayer un convenio con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que el Ejército y la Fuerza Aérea intensifiquen el respeto a los derechos humanos y las garantías individuales.
Esto a un mes de que termine el sexenio de Felipe Calderón y luego de varios señalamientos de que elementos castrenses habrían violado estos principios en el marco de la guerra contra el narco.
El General Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional, y el doctor Raúl Plascencia Villanueva, presidente de la CNDH, acordaron llevar a cabo programas de capacitación que aprovechen las nuevas tecnologías para que sean impartidos “online”.
Entre las actividades de la CNDH está previsto que se impartan cursos básicos de Derechos Humanos on line y conferencias en “streaming” sobre esta materia.
Ambas instituciones realizarán videoconferencias sobre temas básicos o especializados de derechos humanos y sobre Derecho Internacional Humanitario, enfocadas a nuevo personal del Ejército.
También se creará un diplomado sobre “Empleo y Uso de la Fuerza”, que sería impartido en las sedes de las 12 Regiones Militares del país.
Así, informó la Sedena, esta secretaría fortalecerá con programas y capacitación una “cultura del respeto y observancia de los Derechos Humanos en todas las actividades que se realizan”.
Incautan artillería a Caballeros Templarios
En otro tema, la Sedena informó del descubrimiento en Apatzingán, Michoacán, el pasado 27 de octubre, de un rancho presuntamente propiedad de Enrique Plancarte Solís, alias “El Kiki”, uno de los líderes del grupo criminal conocido como Los Caballeros Templarios.
El lugar denominado “Los Caballos” se encuentra en el poblado de Los Cuiniques y era utilizado por ese cartel con fines delictivos.
En el operativo aseguraron droga, dinero en efectivo y numerosas armas, entre ellas 17 aditamentos lanzagranadas, tres cohetes calibre 85 milímetros y un lanzacohetes antitanque. Los militares fueron atacados con granadas y armas de fuego, lo que provocó un enfrentamiento en el que murió un agresor.
