La configuración del PRI en Jalisco ahora que recuperó el carro completo es distinta de la que tenía cuando perdió el estado en 1995.
Las piezas se movieron el primero de julio, y el tablero está a favor de los nuevos priistas.
Por eso algunos miembros de la vieja guardia buscan ganar espacios en Guadalajara en las próximas elecciones intermedias.
Y es que el control de casi todo el estado se lo llevaron los grupos que crecieron en las últimas administraciones municipales.
También tienen sus piezas en el mapa estatal el virtual ganador de la elección presidencial, Enrique Peña Nieto, y la candidata del PRI a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal Beatriz Paredes.
Del viejo PRI destacan solo dos grupos que han existido desde hace mucho tiempo: el Grupo Universidad, de Raúl Padilla López, y el sindicalismo, encabezado por Alfredo “El Güero” Barba Hernández.
También está Idolina Cosío Gaona, hija del ex gobernador priista Salvador Cosío Vidaurri.
Pero éstos quizá son los últimos bastiones que podrían recuperar espacios en la próxima elección.
El PRI de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz y Héctor Vielma Ordóñez conservó sus grupos de poder, y en el caso del virtual ganador de la gubernatura de Jalisco, pudo llevar a sus incondicionales a ocupar puestos en alcaldías y en los congresos estatal y federal.
Los alfiles del priismo tradicional del estado obtuvieron posiciones como pago de favores o como compensación por las heridas que dejó el doloroso proceso interno de selección de candidatos.
El balance de las negociaciones por las que finalmente tuvo que renunciar a su cargo el ex dirigente del PRI Rafael González Pimienta, acabó favoreciendo a los más jóvenes.
Y es que cuando se designó a Sandoval Díaz como candidato único a la gubernatura, varios priistas de la vieja guardia se opusieron.
De esta escisión salieron actores como Salvador Caro, quien abandonó el instituto político del que alguna vez fue presidente para postularse con Movimiento Ciudadano por la Alcaldía de Guadalajara.
Para el priismo jalisciense, la mejor forma de sanar las heridas de sus miembros distinguidos y de quienes se opusieron a las decisiones unilaterales, es la compra de voluntades con una diputación o una senaduría.
Es el caso del ex dirigente estatal del PRI Francisco Javier Guízar Macías, quien al no recibir la Alcaldía interina de Guadalajara luego de la petición de licencia de Aristóteles, fue compensado con varios espacios, tanto en el Congreso estatal como en el federal.
El juego tricolor
Claudia Delgadillo González, la cuestionada secretaria de Desarrollo Social del Ayuntamiento de Guadalajara, llegó a la Cámara de Diputados por el Distrito 11.
Decisión que para algunos fue un pago de favores a Delgadillo González, quien operó como contacto entre Sandoval Díaz y personajes importantes interesados en financiar la campaña, como José Luis Duarte Contreras, el “Tony” Duarte.
El virtual ganador de la contienda para gobernador de Jalisco también consiguió posiciones para sus allegados Salvador Arellano Guzmán, Enrique Aubry de Castro Palomino y María Angélica Magaña Zepeda en el Congreso federal, en los distritos 4, 14 y 17, respectivamente.
El hijo del ex dirigente del PRI Rafael González Reséndiz también es un alfil de Sandoval Díaz en la Cámara de Diputados, pues ganó la diputación federal del Distrito 5.
En el Congreso de Jalisco, Sandoval Díaz tiene el respaldo del Distrito 17 con Jesús Palos Vaca.
Y en el primer lugar de la lista plurinominal está el propio Rafael González Pimienta. Aunque también responde a los intereses del grupo de la candidata a la Jefatura de Gobierno del DF, Beatriz Paredes.
En el Congreso local, Enrique Peña Nieto tiene de su lado a la dirigente de las mujeres en el PRI, Yolanda Rodríguez, quien está en la lista de plurinominales.
Por el lado del Grupo UdeG, su líder Raúl Padilla López se llevó dos diputaciones federales y dos locales.
En el Congreso de Jalisco ganó Jaime Prieto Pérez el Distrito 6, y el hermano de Raúl, Trinidad Padilla López, llegó como parte de la lista plurinominal.
Y en el legislativo federal, Leobardo Alcalá Padilla se llevó el Distrito 8 y Patricia Retamoza Vega una plurinominal federal.
El grupo de Francisco Javier Guízar Macías tuvo una distribución similar a la de Padilla López.
En el Congreso local con Hugo Daniel Gaeta Esparza y Gustavo González, por los distritos 1 y 5, respectivamente.
Y en el federal con Sergio Armando Chávez Dávalos en el Distrito 7 y Gabriel Gómez Michel en el 18.
Las cuotas de poder también alcanzaron para el sindicalismo.
Por un lado, el líder croquista Alfredo Barba Mariscal, “El Güero” Barba, con sus aspiraciones de controlar la Alcaldía de Guadalajara para las siguientes elecciones, obtuvo puestos clave.
Se llevó en el Congreso local el Distrito 14 con Miguel Castro Reynoso, el ex alcalde de Tlaquepaque, el bastión de la familia Barba.
Además, Castro Reynoso es afín a Aristóteles Sandoval Díaz.
Y en el legislativo federal, se llevó el Distrito 13 con su hijo Marco Antonio Barba
Mariscal como candidato y virtual ganador.
Conservó Tlaquepaque con otro de sus hijos, Alfredo Barba Mariscal, que ganó la elección para la Alcaldía.
Por otro lado está el líder cetemista Rafael Yerena Zambrano, quien obtuvo una diputación federal con Leticia Mendoza en el Distrito 9, y una local con Martín López Cedillo en el Distrito 11.
En cuanto a Arturo Zamora Jiménez, quien buscó la candidatura al gobierno de Jalisco y a cambio recibió la candidatura al Senado de la República, cuenta en el Congreso local con Abel Salgado Peña, ganador en la contienda por el Distrito 6, y con Clara Gómez Caro en el 9.
En el legislativo federal tiene el apoyo de Cecilia González en el Distrito 3.
Y los ganadores de las alcaldías de Guadalajara y Tonalá no se quedan atrás.
Ramiro Hernández García tiene dos diputaciones federales de su lado con Ossiel Omar Niaves en el Distrito 15 y Salvador Barajas del Toro en el 19.
En cuanto al Congreso local, su aliado es Roberto Mendoza Cárdenas, del Distrito 19.
Por su lado, Jorge Arana tiene a Nicolás Maestro Landeros en el Distrito 20 del Congreso de Jalisco.