El asalto a Ocotlán
Los enfrentamientos que las fuerzas federales han sostenido en Jalisco durante este año con grupos armados se han colocado entre los más cruentos y con mayores bajas de efectivos, en todo lo que va de la estrategia de combate al crimen organizado que se lanzó desde 2006 en el país.
Luis Herrerahttps://www.youtube.com/watch?v=rRcm151iRoM
Los enfrentamientos que las fuerzas federales han sostenido en Jalisco durante este año con grupos armados se han colocado entre los más cruentos y con mayores bajas de efectivos, en todo lo que va de la estrategia de combate al crimen organizado que se lanzó desde 2006 en el país.
El hecho del 19 de marzo pasado, en el municipio de Ocotlán, donde murieron cinco oficiales de la División de Gendarmería de la Policía Federal, en un choque con gatilleros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), es hoy el tercero más violento para esa institución, y las consecuencias pudieron ser mucho peores.
Aquel destacamento de Gendarmería que patrullaba las calles de ese municipio de Jalisco, se encontró repentinamente en medio de una lluvia de disparos por sujetos que se movilizaban en una decena de vehículos, que dejó además otros ocho oficiales heridos.
El asalto de Ocotlán, según lo confirman los archivos de la Policía Federal, quedó registrado como el primer enfrentamiento que puso a prueba a la recién creada Gendarmería, cuyas operaciones iniciaron el 22 de agosto de 2014 con 5 mil oficiales, en un anuncio encabezado por el Presidente Enrique Peña.
Antes de esa refriega en Ocotlán, donde murieron otras seis personas (tres agresores y tres personas ajenas al conflicto), la Policía Federal ni siquiera registraba caídos en Jalisco por enfrentamientos.
Sentaba, pues, un precedente del fortalecimiento que había alcanzado el CJNG, que así como emprendía ataques directos al Ejército en Guachinango, ahora emboscaba a los gendarmes a pesar que el patrullaje de estos en Ocotlán se realizaba a bordo de siete vehículos.
Hasta el 10 de abril pasado ese persistía como el único enfrentamiento por el que había pasado la Gendarmería en todo el país.
De acuerdo con los registros de la corporación y otros periodísticos, la Policía Federal y sus Divisiones únicamente han tenido dos choques peores al de Ocotlán con el crimen organizado:
El del 14 de junio de 2010, en Zitácuaro, Michoacán, atribuido a La Familia y que le costó la vida a 12 policías federales, 10 de ellos fallecieron en el lugar de los hechos y dos más mientras estaban hospitalizados.
Aquello fue una emboscada que habría sido ejecutada por cerca de 35 integrantes del cártel y ordenada por Nazario Moreno “El Chayo” (fundador de La Familia, que se dio por muerto equivocadamente en diciembre de 2010, pues murió en un operativo del 9 de marzo de 2014).
El segundo peor enfrentamiento en los registros de la Policía Federal data del 27 de mayo de 2008, en Culiacán, Sinaloa, contra una célula del Cártel de los Beltrán Leyva que dejó a ocho oficiales sin vida.
Muertos de Jilotlán
Casi un año después de la emboscada de Zitácuaro donde murieron 12 policías federales, esta corporación realizó una operación en Jilotlán de los Dolores, Jalisco, contra ese mismo cártel, La Familia, donde abatió a 15 de sus miembros en ese municipio vecino a Michoacán, el 27 de mayo de 2011.
Ese incidente aparece en los archivos de la Policía Federal como el enfrentamiento con más agresores fallecidos desde 2006, pero esto es debido a que aún no registra su intervención en Tanhuato, Michoacán, el 22 de mayo pasado, donde 42 presuntos miembros del CJNG quedaron sin vida en el Rancho El Sol.
Aquel día en Jilotlán se detectó una reunión convocada por el líder de La Familia, José de Jesús Méndez “El Chango” –que sería detenido casi un mes después, el 21 de junio de 2011-, a muy poco del surgimiento de Los Caballeros Templarios, en marzo de ese año, tras la fractura del cártel michoacano.
El Gobierno federal anunció en ese entonces: “El 27 de mayo del presente en Jilotlán de Dolores, Jalisco, se tuvo conocimiento de la presencia de personas armadas pertenecientes a ‘La Familia’ y resultado de un operativo fueron aseguradas 40 personas. En este operativo perdieron la vida un total de 15 presuntos delincuentes”.
Finalmente, el tercer choque con más agresores muertos por la Policía Federal se dio en Valparaíso, Zacatecas, el 27 de febrero de 2012, fallecieron 11 y ningún oficial; se atribuyó a Los Zetas.
Villa violenta
En los archivos obtenidos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sobre sus enfrentamientos con grupos armados desde 2006, no hay ninguno tan grave para el Ejército como el de Villa Purificación, Jalisco, el 1 de mayo, donde ocho efectivos suyos perdieron la vida.
Ese choque con el CJNG donde murió además una policía federal, no se trató tan solo del primero donde un helicóptero militar caía derribado con un lanzacohetes, es también el que más bajas le ha dejado al Ejército en todo el país en estos 10 años, otra señal de las capacidades que desarrolló ese grupo delictivo.
Hasta antes de ese 1 de mayo en que inició la Operación Jalisco, los dos enfrentamientos más graves para la Sedena según sus archivos son estos en los que murieron 10 de sus miembros:
Uno ocurrido el 1 de mayo de 2007, en Carácuaro, Michoacán, donde cayeron cinco soldados y un presunto delincuente; y otro del 3 de agosto de 2013, en Reynosa, Tamaulipas, con cinco efectivos muertos y ningún agresor.
Jalisco ya estaba entre los estados donde el Ejército había tenido choques muy cruentos, debido particularmente al ataque del 12 de mayo de 2014 del CJNG, en Guachinango, tras un operativo contra el robo de combustible, y donde murieron cuatro soldados.
Ese día el camión donde viajaban los soldados fue chocado de frente por una camioneta y luego se le prendió fuego por los miembros del cártel.
Solo hay otros dos hechos en el país donde también cayeron cuatro soldados en cada uno, ambos ocurrieron en Tamaulipas, uno en Reynosa, el 24 de agosto de 2010 y otro en Ciudad Mier, el 13 de noviembre de 2010.
En cambio, las tres refriegas con más agresores abatidos por el Ejército son:
La del 2 de septiembre de 2010, en Ciudad Mier, Tamaulipas, murieron 28 agresores, ningún soldado.
La del 10 de febrero de 2009, en Ciudad Juárez, Chihuahua, murieron 20 agresores y un soldado.
La del 6 de junio de 2009, en Acapulco, Guerrero, murieron 16 agresores y dos militares.
En sus registros no está el hecho de Tlatlaya, Estado de México, donde fallecieron 22 personas, el 30 de junio de 2014, y en el que está pendiente el juicio de los militares que participaron por presuntas ejecuciones extrajudiciales.
La Sedena apunta que su estadística de agresores fallecidos en estos choques se actualizó hasta el 5 de abril de 2014, pero no se hará más: “esta Secretaría ya no da continuidad a la estadística en este rubro por no ser parte de sus atribuciones”.