Tiempo de reformas promisorias. El Partido Acción Nacional considera una mejor Reforma Política para el Distrito Federal. Este jueves presentará su propuesta en la Cámara de Diputados, aunque es posible que haya otra en el Senado.
Sea en una u otra Cámara del Congreso de la Unión “estamos listos para dar el debate”, afirma Mauricio Tabe Echartea.
El dirigente del PAN en el DF explica que su iniciativa supone la reforma constitucional a diversos artículos, en especial al 122 que toca al régimen de gobierno de la Ciudad de México.
La ve como una oportunidad para democratizar la capital y lograr mejorar la gestión pública; para que las instituciones respondan mejor al interés ciudadano.
La reforma panista se sustenta en cuatro ejes referentes a democratizar la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y el régimen de gobierno, implementar una coordinación metropolitana, fortalecer las delegaciones políticas y ciudadanizar los órganos autónomos.
Así consideran que se puede avanzar en términos de democratización, donde los beneficiados sean los habitantes del DF y no “las tribus” a las que se deber restar poder, según el albiazul.
La importancia de lograr un equilibrio de fuerzas y mayor pluralidad tanto en la integración de los gobiernos delegacionales como en las decisiones del Congreso local son parte de los retos que se plantea el PAN capitalino.
Su agenda “no responde a una coyuntura”, sostiene Tabe en entrevista con Reporte Indigo. Recuerda que hace unos años parecía un ideal la alternancia institucional; ahora el reto similar es cómo desmantelar el poder cuasi hegemónico del PRD.
¿Cómo lograrlo? El panista dice que esta vez las decisiones no solo competen al sol azteca y que ante una reforma constitucional de este calado el PRI está obligado a participar, lo que “abre una ventana de oportunidad para ver por un esquema de mayores equilibrios”.
La decisión no pasa por la ALDF pero involucra el consenso del PRD, la presión tricolor y el empuje blanquiazul que como objetivo primordial se ha fijado “acabar con este régimen de partido hegemónico”. En él ganan más “las tribus” –alude nuevamente a las corrientes políticas perredistas– que los ciudadanos.
Qué tan determinante será el vapuleado Pacto por México para llevar adelante la reforma que impulsan, se le cuestiona.
“Hay disposición y ganas de ver avances en esta materia, si bien cada uno de los actores políticos (partidos) vemos de manera distinta la reforma política”, responde.
E insiste que hay una oportunidad de “recuperar la ciudad para los ciudadanos” y de ver qué instituciones les sirven más.
Crítico de la reforma política que impulsa el PRD respecto a gestar una Constitución local comenta que “suena muy bonito”, pero no necesariamente responde a los desafíos metropolitanos de la mega urbe.
“Espero que no sea nada más una aspiración para darle a la Ciudad una Constitución y tener un as bajo la magna y reforzar la condición de partido hegemónico”, añade.
Ello solo serviría para que el partido gobernante concentrara más poder lo que, en su parecer, “sería terrible… la clave está en quién sería el Constituyente y bajo qué reglas se elige”.
De acuerdo con Tabe, hay dos caminos. El corto lo propone su partido y busca reformar el artículo 122 y el estatuto de gobierno para adecuar las instituciones capitalinas y luego hacer una Constitución.
El largo lo empujan los perredistas, y tiende a contar con una constitución para después reformar las instituciones.
El DF no puede aguardar “la vanidad, el heroísmo político o las anécdotas éticas de promulgación de una Constitución”, apunta el panista. Y agrega: “nuestra ciudad necesita resolver serios desafíos urbanos y luego hablar de cómo darnos esa Constitución; creo traen las prioridades al revés”.
Delegados de ‘rodillas’ ante Gobierno del DF
En las recientes comparecencias de jefes delegacionales que ya iniciaron hay una demanda general: contar con mayores recursos y que el GDF les dé garantías de contar con autonomía presupuestal.
“Es muy grave lo que está sucediendo porque hay un mecanismo coactivo muy eficaz que es cómo los delegados tienen que ponerse de rodillas ante el gobierno para poder gastar los recursos”, apunta.
Se trata de recursos que por ley ya fueron asignados a través del presupuesto y que no tienen capacidad ni plena libertad de ejercer “porque tienen que estar bien con el gobierno para que la Secretaría de Finanzas liquide los compromisos que adquieren las delegaciones”.
Esta centralización de recursos y facultades por parte del GDF, según el albiazul, es un pernicioso mecanismo de control de los delegados cuando “quien elige a los delegados no es el jefe de Gobierno sino la ciudadanía”.
Por ello afirma que su propuesta de reforma política del DF supone mayor autonomía pero “no libertinaje” al incluir la figura del cabildo con lo que se contaría con mayor supervisión.
Su propuesta
Estos son los cuatro ejes de la reforma política panista:
1. Fortalecer los gobiernos delegacionales. Dotarlos de mayor autonomía para ejercer sus recursos, fortalecer sus finanzas y establecer órganos colegiados, cabildos, para el control de sus decisiones. Se propone volverlas alcaldías que sean reguladas por un consejo. Asegurar recursos y contar con mayor pluralidad en las decisiones de cada órgano de gobierno local.
2. Establecer el mandato constitucional. Con organismos metropolitanos para afrontar los desafíos urbanos de la capital en materia de planeación y ejecución de obras. En temas de desarrollo urbano, transporte público, agua, seguridad, etcétera, se pondera el trabajo conjunto, en especial del Estado de México y el DF.
3. Ciudadanizar los órganos autónomos. Se refiere a su integración y la de la Contraloría donde se establezcan requisitos de perfil, como experiencia en organizaciones vinculadas con la transparencia y la rendición de cuentas y que se apruebe por dos terceras partes de la ALDF. El objetivo es evitar que sean representados por un solo partido o facción políticos.
4. Democratizar la ALDF. Contempla cambiar el régimen de este poder legislativo para semejarlo con el de la Cámara de Diputados: contar con una Junta de Coordinación Política y una Mesa Directiva rotativa durante un año. Hoy esta mesa es solo simbólica pues tiene pocas atribuciones y poder, de acuerdo con Mauricio Tabe, dirigente del PAN DF.
Buscan regular lo discrecional
En la discusión del paquete económico la dirigencia del PAN capitalino insiste en que no van a aceptar más impuestos disfrazados ni explícitos.
Que insistirán en la transparencia en su presentación, sobre todo en temas relativos al ingreso: que se presenten las estimaciones desagregadas de recaudación.
Con el objeto de tomar mejores decisiones en la ALDF la aprobación de la ley de ingresos no debe ser, en su opinión, “un acto de fe ciega a lo que dice la Secretaría de Finanzas”.
La desconfianza parte de que los ingresos se subestiman y esos datos saltan al revisar los datos de la cuenta pública donde siempre los ingresos están subestimados, por lo que el ejercicio del gasto es más discrecional.
El fortalecimiento de las finanzas de las delegaciones debe darse “a fuerzas”. Deben ir creciendo conforme al presupuesto que recibe el GDF –hoy la partida está por debajo del 20 por ciento. Lo último es imponer reglas al “fondo de capitalidad” pues su uso no debe ser discrecional.
Este lo adquirió el PRD traicionando a los mexicanos, asegura Tabe. Lo hizo apoyando “impuestos tóxicos” a cambio de allegarse recursos para la ciudad.
Los 3 mil millones de pesos de ese fondo deben asignarse a prioridades de seguridad e infraestructura, pero “lo que no queremos es que estos recursos se vayan a engrosar las filas de las clientelas (perredistas) y sirvan para más programas de transferencias de recursos”.decisiones consensuadas, por mayoría”.