El candidato Héctor García comete desfalco ‘charro’
Es una historia que podría ser de los 50s, de aquellos diputados charros que cargaban pistola y por su investidura sentían que eran de otro nivel.
Y es que con chantajes, difamaciones y amenazas, el líder sindical de los trabajadores de Guadalupe y candidato del PRI para diputado federal, Héctor García, le saca la vuelta a su deuda de 10 millones de pesos con una mueblería y con los burócratas municipales.
Mayra GonzálezEs una historia que podría ser de los 50s, de aquellos diputados charros que cargaban pistola y por su investidura sentían que eran de otro nivel.
Y es que con chantajes, difamaciones y amenazas, el líder sindical de los trabajadores de Guadalupe y candidato del PRI para diputado federal, Héctor García, le saca la vuelta a su deuda de 10 millones de pesos con una mueblería y con los burócratas municipales.
Con la pura protección de su puesto y su candidatura, el ex diputado local y actual candidato a la diputación federal por el distrito 11 simplemente desapareció esa cantidad de dinero que adeuda a un negocio y que era capital de los trabajadores del Municipio de Guadalupe.
Y además, el candidato es acusado por sus acreedores de utilizar el chantajea y la red de contactos de su partido para intimidar a la gente con quien hace negocios.
José Luis Garza, propietario de la mueblería La Subasta y acreedor del candidato dijo que la respuesta de García en repetidas ocasiones es: “Haz lo que quieras, como quieras, yo soy diputado local yo tengo fuero y no me vas a hacer nada”.
El mueblero reclama que no le ha pagado el monto de más de 10 millones de pesos que se ha venido acumulando desde 1996 hasta la fecha, como parte de un adeudo del sindicato.
Se trata de una cuenta pendiente de hace años en la que se le acusa a Héctor García por el manejo irregular de los recursos descontados de sus propios trabajadores.
Los burócratas compraron a crédito muebles para sus casas, utilizando la plataforma del sindicato como órgano mediador entre el trabajador y la mueblería.
El problema es que el sindicato descontó del salario de los burócratas municipales el dinero para liquidar la deuda con el mueblero, pero luego no pagó toda la cantidad a la casa comercial.
Hay un déficit de $10 millones 606 mil 872 pesos para la empresa mueblera.
Y esa deuda ha sido reconocida hasta por el Gobierno del Estado, pero ni en el palacio de cantera los priistas han promovido que García pague a la empresa La Subasta el monto de la deuda.
El empresario mueblero acusa que las técnicas de negociación del legislador priista se basan en extorsiones, falsas promesas e incluso amenazas de muerte, con tal de evitar realizar el pago.
Incluso, el aspirante Héctor García ha entregado cheques falsos de hasta 500 mil pesos que son rebotados por el banco, por falta de fondos.
Según la versión de García, nunca firmó los cheques.
Incluso, García denunció a Garza por chantaje.
Mientras que existen documentos con sellos notariales que certificaron que los cheques fueron cotejados y efectivamente, fueron firmados por García y no tenían fondos para ser cobrados.
“Después de que nos denuncia por difamación y chantaje me manda unos tipos ahí en Guadalupe, que si no le bajo a esto, y que si no le dejo de cobrar, me iba a mandar matar después del primero de julio”, acusa José Luis Garza.
Por ello, el propietario de la mobiliaria presentó una denuncia de amenaza de muerte al Ministerio Público.
Y en lugar de aceptar la denuncia, la fiscalía respondió al empresario mueblero que primero se practicara un examen psicológico para ver si realmente la amenaza lo había afectado.
Porque según el Ministerio Público, si no hay afectación psicológica, la denuncia será desechada.
“Siempre dijo que iba a pagar pero que le dieran chance una, dos semanas, tres, etc…
“Y se rompe cuando me dijo que ya no me iba a pagar que le hiciera como quisiera. Dijo: ‘a mí no me haces nada, ni me vas a hacer nada nunca. Yo estoy con el gobernador y apoyé en su campaña’” explica José Luis Garza.
El propietario de la mueblería también confesó ser víctima de intimidación por porros afuera de su negocio que lo siguen a todos lados.
A la fecha el dirigente sindical ya reconoció la deuda. Pero le mandó decir al mueblero que no ha pagado “por flojera”.