El candidato perfecto
La falta de políticos que cumplan con las características que los ciudadanos buscan en un gobernante ha obligado al electorado a resignarse frente a las pocas opciones que se les presentan y a terminar votando por el menos malo o por aquel que podría evitar la llegada de un mandatario al que no desean
Ernesto Santillán[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_zqrvkcdm” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] En México nadie está satisfecho con los políticos que buscan convertirse en el próximo Presidente de la República.
La crisis de confianza en los funcionarios públicos ha llevado a la población a votar no por su candidato favorito, sino por el que consideran el menos malo o por el que podría evitar que la opción que menos les gusta llegue al poder.
En medio de las elecciones más complejas de su historia reciente, México enfrenta una serie de problemas que cada día dañan más a la ciudadanía poniendo en entredicho la democracia y el estado de derecho del país.
Los elevados niveles de violencia, la corrupción, la impunidad y la inseguridad son temas a los que el pueblo exige una solución, sin embargo, son pocos los que creen que los perfiles de quienes buscan hacerse de la silla del águila son los adecuados para resolver estos y otros tantos problemas más.
Entonces ¿qué busca el mexicano en un candidato? ¿Cuáles serían las características que el líder de una nación debe tener?
Para el sociólogo y estratega político Aleix Sanmartín, las cualidades que los mexicanos buscan en el ‘candidato perfecto’ son tres principalmente.
Las respuestas provienen del análisis de decenas de grupos de enfoque en las distintas entidades que conforman la República y son las siguientes:
La primera de ellas es la honestidad, pues para la ciudadanía es sumamente importante que el político que los represente cumpla sus promesas de campaña y que éstas, a su vez, no sean imposibles de llevar a cabo desde un punto de vista económico, político y social.
En un segundo término lo que los mexicanos buscan es que la persona que llegue al poder sea cercana a la ciudadanía, que entienda sus necesidades y que no sólo aparente serlo durante su campaña electoral.
La tercera prioridad es que esté preparado, es decir, que tenga la experiencia necesaria y las capacidades académicas para poder mejorar el rumbo del país.
Sin embargo, Aleix asegura que el pueblo no puede sentarse a esperar a que este candidato aparezca de la nada y resuelva los problemas de una nación entera.
Por su parte, el analista político Patricio Fernando Morelos explicó que en este momento las características que la población busca en un primer mandatario están determinadas por el hartazgo de la población ante la falta de resultados de los gobiernos actuales.
“Los mexicanos están hartos de los políticos que se sienten superiores a los ciudadanos y que se dedican a crear políticas que se conocen como ‘Top to Bottom’, es decir, que buscan resolver los problemas de arriba hacia abajo; de las oficinas y la cúpula de poder hacia la calle y las cuales los ciudadanos de a pie no ven reflejadas en sus vidas.
Para los mexicanos también que es muy importante la preparación del candidato aunque muchas veces está no defina si será un buen gobernante o no. Considero que debe ser un personaje con una trayectoria limpia; que no esté plagada de escándalos y señalamientos de corrupción o de otra índole que dañe su credibilidad y confianza.
Por ello es fundamental que un candidato a la presidencia sea empático con la gente y que ésta en verdad se sienta identificado con él”, comentó.
Sin embargo, cuando la población considera que de sus opciones a elegir ninguno cumple con las características que busca, el voto deja de ser un apoyo para el personaje con quien cada persona se siente identificado y se convierte en un arma para castigar a quienes no han realizado una buen trabajo o simplemente para tratar de evitar que un político en específico se haga con el poder.
Es en ese momento donde los mexicanos prefieren apelar por el voto útil que por el de su candidato o partido preferido.
Las encuestas
La única manera de conocer el sentir de una nación es a través de las encuestas.
Esta forma de comunicación, la cual en tiempos electorales los medios de información y los propios candidatos utilizan mucho para determinar el éxito o el fracaso de las distintas campañas políticas también inciden en la percepción que los ciudadanos tienen de los abanderado y de sus propuestas, factor que les ayuda a terminar de definir su voto de acuerdo a sus necesidades y a su idea de nación.
Sin embargo, ante la cantidad de información y las distintas fuentes que la generan es fundamental que la ciudadanía sepa identificar cuales son las características de una encuesta confiable.
“Nunca antes en la historia del país se había llevado a cabo un esfuerzo como el que se está realizando ahora para dar seguimiento a las campañas de los candidatos a la presidencia y de presentar, casi en tiempo real, sus avances o retrocesos en la lucha por hacerse del puesto político más importante del país”, reflexiona Ulises Beltran, uno de los asociados de la encuestadora Beltran, Juárez y Asociados.
En entrevista, Ulises Beltrán, consideró que es muy importante conocer el sentir de la gente por el candidato que vaya liderando la preferencia de voto en las encuestas, pues el voto de calidad podría cambiar el rumbo de las elecciones del próximo primero de julio.
Es fundamental lo que los votantes piensen del candidato que lidera las encuestas, especialmente durante el último tramo de los comicios, pues es en ese momento, donde una buena parte del electorado podría cambiar de parecer a la hora de elegir por quién o por cuál partido votará.
El voto útil es muy difícil de medir de última hora, sin embargo es muy común que los mexicanos retiren su apoyo al candidato que les gustaría ver en el poder con tal de evitar que llegue aquel a quien definitivamente no quieren que los gobierne”, explicó.
Al igual que Aleix Santamaría, Ulises Beltran consideró que el candidato perfecto no existe ni existirá nunca.
Además de las características que los mexicanos piensan son imprescindibles para un candidato a la Presidencia de la República, las encuestas también han dado a conocer otros elementos que se han vuelto importantes y otros que han perdido relevancia para los pobladores del país en relación a los candidatos.
No hace mucho tiempo el género de quienes buscaban adquirir un puesto de elección popular era un factor que incidía de manera importante entre los sufragistas.
Ahora, de acuerdo con las encuestas realizadas a diversos grupos de enfoque en diferentes entidades de la República, entre las que destacan la Ciudad de México, Quintana Roo, Jalisco, Puebla, Monterrey, Chiapas y Tabasco revelan que el hecho de que un candidato sea hombre o mujer cada vez tiene menos peso.
Este hecho también lo confirma la encuesta levantada por la empresa Demotecnia, en donde para más del 50 por ciento de la población el género del candidato resulta algo irrelevante a la hora de elegir.
En este sentido, Aleix Sanmartín comenta que en donde se ha dado un mayor avance en el tema de la igualdad de género es en la elección a la presidencia, sin embargo, asegura que conforme se desciende en los niveles de gobierno el machismo se torna más fuerte.
“El hecho de que un candidato sea hombre o mujer es cada vez menos importante para el electorado, sobre todo cuando se trata de la elección a presidente. En el caso de la Ciudad de México, por ser la entidad más vanguardista del país, el género ya tampoco es un factor determinante. El ejemplo más claro lo podemos ver en este momento, donde dos de los tres candidatos a ocupar la Jefatura de Gobierno son mujeres.
No obstante, al tratarse de otros cargos que también se estarán disputando como lo puede ser una alcaldía o una regiduría, ahí si se ve un claro retroceso en la cuestión de la igualdad”, afirmó.
Los partidos que abandonaran a los candidatos también han perdido relevancia, pues la ciudadanía ahora se enfoca más en el candidato y en sus propuestas que en la institución política a la que pertenece. Actualmente el 43 por ciento de la población encuestada por Demotecnia asegura que no son fieles a algún partido en específico.
El hecho de que el candidato sea bien parecido tampoco parece ser una característica en la que los votantes se fijan. El 89 por ciento de los mexicanos dicen que eso no influye en nada a la hora de emitir su voto.
Instituciones VS. el poder
Frente a la inexistencia del candidato perfecto, hacia donde la ciudadanía debe voltear a ver para garantizar que personas deshonestas, corruptas o sin preparación accedan a los puestos de poder dentro de la política mexicana son las instituciones.
En relación a esto, Enrique Flores, académico de la facultad de economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que ningún país debe apostar su bienestar a la ética y la moral de sus representantes de gobierno.
Por eso es indispensable que además de que los mexicanos exigen gobernantes honestos y comprometidos con la ciudadanía, no se olviden de garantizar que las instituciones creadas en el país sean transparentes, cuenten con independencia y que su accionar no esté supeditado al Estado”, indicó.
El académico dijo que cuando las instituciones no funcionan de esta manera es cuando se propicia la impunidad, la desconfianza por parte de la ciudadanía y no se alcanzan los resultados que una nación persigue.
Por su parte, Jorge Benezra, un periodista y analista político venezolano, añadió que a pesar de que México es un país de instituciones muchas de estas no están siendo operadas de la manera correcta, por lo que un primer paso para garantizar que cada vez se postulen mejores gobernantes es fortalecer las instituciones para que realicen la labor para las que fueron creadas.
“Si en México se siguen creando instituciones es porque las que actualmente existen no están cumpliendo con sus objetivos, por ello, se debe evitar que se sigan creando más de éstas y, más bien, asegurar que las que ya existen lleven a cabo sus funciones a cabalidad”, indicó.
Ampliar fronteras, la estrategia
Cuando se trata de ganar una elección las ideologías partidistas pasan a segundo término.
El ejemplo más claro lo podemos ver con las distintas coaliciones que se han creado entre las diversas instituciones políticas que existen en el país.
Muchas de estas alianzas, las cuales incluso pueden llegar a parecer contra natura o en otro momento hubiesen sido impensables, son las que ahora se han creado con tal de llegar a Los Pinos.
Para muestra un botón: Morena, el partido por antonomasia de izquierda, decidió unir fuerzas con el Partido Encuentro Social, cuyas ideas son de extrema derecha y es considerado un partido ultraconservador e, incluso religioso.
Lo mismo sucedió con el Partido de la Revolución Democrática, el cual durante años fue el partido de oposición en el país, sin embargo, ahora se ha supeditado a una alianza con el Partido Acción Nacional, un partido de centro derecha.
Ante el cuestionamiento de si estas decisiones entre partidos confunden a la ciudadanía o afecta su intención de voto ante la falta de una ideología clara por parte de los candidatos que abanderan dichas coaliciones, Aleix Sanmartín explicó que este hecho difícilmente afecta la intención de voto del electorado.
“Lo que están haciendo en este momento los partidos políticos al aliarse con otras instituciones cuyas ideologías claramente son distintas es meramente una estrategia electoral.
El propósito de las campañas es ganar votos, es decir, ampliar las fronteras de un candidato mientras, al mismo tiempo, se reduce la frontera -en cuanto a votos- de sus rivales.
Al final, el ciudadano lo que hará para definir su voto será sopesar los distintos escenarios de país que cada candidato ofrece, si su primera opción es quien lleva la delantera en las encuestas votará por él, de lo contrario, es muy probable que el elector haga a un lado sus preferencias partidistas y ocupe su vota para evitar que el candidato al que más temor le tiene se erija como el próximo candidato de México”, concluyó.