El centro se hizo viejo
El Centro de Monterrey está muerto. El olvido en el que se encuentra sumido ha sido provocado por la extensión de la ciudad, el escaso cuidado, el desinterés de inversionistas y la carencia de movilidad ocasionada por las vialidades que no han cambiado desde hace 60 años.
Aunado a esto, los intereses políticos y partidarios de las administraciones, impiden visualizar a futuro o preocuparse más allá de los hechos diarios.
Gizéh JiménezEl Centro de Monterrey está muerto. El olvido en el que se encuentra sumido ha sido provocado por la extensión de la ciudad, el escaso cuidado, el desinterés de inversionistas y la carencia de movilidad ocasionada por las vialidades que no han cambiado desde hace 60 años.
Aunado a esto, los intereses políticos y partidarios de las administraciones, impiden visualizar a futuro o preocuparse más allá de los hechos diarios.
El centro de Monterrey es llamado también Centro Metropolitano, abarca 3 mil 600 hectáreas, la mayoría de la población de la zona urbana y municipios metropolitanos convergen ahí para llegar a sus distintos destinos, pero hoy por hoy está convertido en un lugar de paso, sin vida propia.
Entre las construcciones de la Línea 3 del Metro, inmensas cantidades de basura, las casas desiertas que sirven como guaridas de delincuentes y la escasa regeneración de los espacios de convivencia, el centro luce avejentado.
Además, es un lugar que por su falta de conectividad y movilidad víal, es evitado por la ciudadanía, que prefiere sacarle la vuelta.
Movilidad: asunto urgente
Gabriel Todd, urbanista y director del Implanc, asegura que el estado en el que se encuentra el Centro de Monterrey no es culpa de una administración, sino que es un problema que empezó 30 ó 40 años atrás, además de un fenómeno que se presenta a nivel mundial.
Y aunque planean poner en marcha lo más pronto posible programas para el mejoramiento a corto y largo plazo, esto también llevará varias décadas para su remediación.
El Centro Metropolitano sufre de una paulatina extinción de usos habitacionales, proliferación y mezcla de usos incompatibles o no deseados, problemas de accesibilidad y expulsión de la población.
En conjunto con el Implanc (Instituto Municipal de Planeación Urbana y Convivencia), Reporte Indigo realizó un censo, donde se buscaron inmuebles abandonados o en desuso.
Actualmente, en el primer cuadro del Centro de Monterrey hay casi 500 predios en desuso, abandonados, baldíos o con adeudos catastrales.
Sólo en la zona de Barrio Antiguo se encuentran apróximadamente 215.
Es decir, que aproximadamente el 13 por ciento del Centro de Monterrey se encuentra inhabitado o en desuso.
Algunos de estos inmuebles están en un profundo estado de deterioro, por lo que se pueden observar casi en ruinas.
A decir del arquitecto Jorge Longoria, fundador de Long-Tree Consulting y de Movimet, lo más importante es generar movilidad vial en la zona y que haya la intención de la autoridad por regenerar el Centro de Monterrey.
La movilidad vial en cualquiera de sus modalidades potencializa zonas deprimidas, además de mejorar la seguridad y aumentar la plusvalía.
“Llamémosle movilidad a todo lo que se quiera imaginar, puede ser transporte público, pueden ser bicicletas, pueden ser vehículos, pero hoy el centro urbano está atrofiado porque su estructura urbana está muy desorganizada, obedece a un criterio de movilidad de hace 60 años.
“Hay que implementar acciones y vemos cómo la cuestión demográfica lo refleja. Monterrey fue la única ciudad capital de México en los ochenta que tuvo un decremento poblacional”, señala Longoria.
Una de las soluciones para generar movilidad en el centro metropolitano y que ya está incluida en el Plan de Desarrollo Urbano de Monterrey, es el corredor Santiago-García.
La distancia entre un punto y otro es eterna con la situación actual de la ciudad, porque hasta hoy no existe una vialidad que lleve de un extremo a otro en Monterrey sin entretejer calles y caminos.
Sin embargo, bastaría con unir todas las obras que se han hecho desde la Carretera Nacional en sus límites con Santiago hasta los límites de García, pasando por el Centro de Monterrey.
Lo único que demora el proyecto es invertir los sentidos de las calles Washington hacia el oriente y Aramberri hacia el poniente, para que la carga vehicular fluya correctamente.
Éste recorrería barrios y zonas como el Uro, Satélite, Contry, Fundidora, Santa Lucía, Barrio de la Luz y la Alameda hasta Mitras y Cumbres en los límites de García.
Esto la convertiría en la calle más larga del mundo con más de 44 kilómetros de longitud, dejando atrás a avenidas como Insurgentes en la Ciudad de México, la Quinta Avenida en Nueva York y Sunset Boulevard en Los Ángeles.
En la ciudad sólo existen 4 ejes viales, sin embargo hay propuestas de al menos 16 más para mejorar el tráfico.
Otra propuesta es también invertir los sentidos de Padre Mier y Matamoros, para ir desde Guadalupe hasta el Penal del Topo Chico, pasando por el Centro de Monterrey.
Sin embargo, por ahora no se ven indicios a corto plazo para llevar acabo estos diferentes proyectos, que son sólo el inicio de lo que sería ir reavitalizando la capital de la ciudad.
Y hasta este momento son los intereses políticos y partidarios los que tienen secuestrada a la ciudad.