Mientras la creación de la Guardia Nacional avanza en el Senado de la República, activistas revivieron en redes sociales el clamor de detener los cambios a la Constitución para crear este cuerpo armado.
Con esta frase, representantes de la sociedad civil insisten en que la creación de la Guardia llevará al país a una militarización inminente y, aunque será legal, no será legítima porque no tiene el apoyo de un amplio sector de la población.
Y no solo eso. La oposición ha encontrado coincidencias en temas que consideran no negociables, enfocados sobre todo a que sea un cuerpo civil y no militar, como se ha planteado.
Desde el Ejecutivo se cabildea para que el PRI en el Senado vote junto a Morena y sus aliados y se reúnan así los votos necesarios.
En el priismo hay reservas. En la Cámara de Diputados habían logrado hacer cambios al dictamen de Morena para que la Guardia Nacional se tuviera que coordinar con los gobiernos estatales y no actuara exclusivamente por voluntad del Gobierno federal.
En la propuesta de los senadores de Morena esta fue una de las modificaciones que se eliminó, así como se suprimió la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), entre otras.
Acusan simulación
Quienes están en contra de la creación de la Guardia Nacional acusan que de nada sirvieron los foros que se llevaron a cabo en la Cámara baja para discutir sobre el nuevo cuerpo armado, si al final se regresó al modelo que dará más poder a las Fuerzas Armadas.
Los senadores hicieron cambios a lo aprobado por los diputados en enero pasado, pero ello empeora el panorama.
Entre las modificaciones que se hicieron están la eliminación de la propuesta para redactar una Ley Nacional de Registro de Detenidos, en el que se crearía una plataforma a nivel nacional para evitar desapariciones forzadas.
También se suprimió la perspectiva de género como obligación para la Guardia Nacional; se sumó como responsabilidad de la Guardia Civil “la preservación de la paz pública y el orden”; y se le quita la adscripción a la SSPC.
Además, se reintegró el párrafo solicitado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para que las Fuerzas Armadas puedan hacerse cargo de las labores de seguridad “hasta en tanto no se integre la Guardia Nacional”.
María Elena Morera, presidenta de la organización Causa en Común, revivió en redes sociales el hashtag #AúnEsTiempo para pedir que se detenga la creación de este cuerpo armado.
“Sen. @Julio_Menchaca, la estrategia de intervención militar en 2006, el número de homicidios dolosos aumentó 122% en 4 años. Votar por una Guardia militarizada solo agravará el problema. Hay otras opciones. #AunEsTiempo #SeguridadSinGuerra”, tuiteó Morera el fin de semana.
Eran los días en que los senadores de Morena trabajaban las modificaciones a la minuta que recibieron de la Cámara de Diputados, después de haber organizado foros en los que participaron más de 80 ponentes.
En dichos foros, los opositores a la Guardia Nacional sostuvieron que la creación en sí de ese cuerpo va en contra no solo de algunos preceptos constitucionales, sino de lineamientos establecidos en tratados internacionales de los que México es parte.
Además, acusan que no hay ningún control democrático establecido para las actividades de la Guardia: ni el Congreso ni un ente independiente vigilarán su labor.
Oposición se une
Aunque en la Cámara de Diputados, Morena había logrado tener el apoyo del PRI para aprobar los cambios constitucionales, en el Senado ese apoyo se perdió ayer, cuando el tricolor se unió al PAN y a Movimiento Ciudadano para exigir que se modifique la propuesta de la Guardia Nacional.
Morena en el Senado aprobó entonces, por unanimidad, el dictamen solo con sus aliados del PES y el PT.
Aunque se dijeron a favor de la creación de esta Guardia, se pronunciaron en contra del modelo, en el que se le despoja de su carácter civil y se le da prevalencia a las Fuerzas Armadas.
Mientras se discutía en comisiones, los legisladores del PRI, el PAN, MC y el PRD se retiraron del salón cuando Morena se empecinó en discutir y aprobar ayer en comisiones el dictamen.
Más temprano, Miguel Angel Osorio Chong, coordinador de los senadores del PRI, afirmó que su grupo parlamentario votaría en bloque en contra de la propuesta del partido oficial, pues por ningún motivo permitirían que la Guardia Nacional quede con un modelo militar y sin ningún control.
“La historia, tanto en México como en muchos otros lugares de América Latina, Argentina, Chile, Paraguay, Brasil, Guatemala, El Salvador, Venezuela, nos muestra que cuando se desnaturaliza la función de las Fuerzas Armadas, el resultado nunca es positivo.
“En este sentido, nuestra obligación como Senado de la República es garantizar que el marco legal se apegue a los estándares internacionales de derechos humanos”, expuso Osorio.
Morena acusó que se trata de una estrategia dilatoria para dar largas a la discusión de esta Guardia.
Sin embargo, para aprobar los cambios constitucionales se requieren 86 votos —si asistieran los 128 senadores—. Entre Morena, el PT y el PES, se reúnen 70 votos, por lo que necesitan 16 más
Una vez que el dictamen ya fue aprobado en comisiones del Senado, pasará al Pleno; de avalarse la nueva propuesta, deberá volver a la Cámara de Diputados para revisar los cambios hechos en la Cámara alta.