El delito de ser indígena

Ahí están, frente a la rejilla de prácticas, muchas veces sin entender cuáles son los cargos y las penas que se les imputan por la barrera de la lengua.

Son 469 indígenas presos en los diferentes penales de la Ciudad de México, privados de su libertad por los delitos de robo calificado y simple.

Enfrentar un proceso judicial es por sí mismo delicado, pero el problema se agudiza cuando no se entiende el español y la única forma de comunicación es el náhuatl, zapoteco, otomí u otra lengua que nadie entiende.

Icela Lagunas Icela Lagunas Publicado el
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11%
habla otomí
Los indígenas piden apoyo para pagar las multas y reparar el daño 

Ahí están, frente a la rejilla de prácticas, muchas veces sin entender cuáles son los cargos y las penas que se les imputan por la barrera de la lengua.

Son 469 indígenas presos en los diferentes penales de la Ciudad de México, privados de su libertad por los delitos de robo calificado y simple.

Enfrentar un proceso judicial es por sí mismo delicado, pero el problema se agudiza cuando no se entiende el español y la única forma de comunicación es el náhuatl, zapoteco, otomí u otra lengua que nadie entiende.

En la Ciudad de México existe una realidad cotidiana que margina al sector indígena que convive en la urbe de casi de 9 millones de habitantes.

La Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) cuenta con una Red de Traductores Intérpretes para la atención a la comunidad indígena con un padrón de 82 intérpretes traductores que asisten a los indígenas que se ven involucrados en procesos penales del sistema judicial de la capital.

De los presos indígenas en cárceles capitalinas, la mayoría habla náhuatl con 24 por ciento; le siguen los que hablan el zapoteco con 19 por ciento y en tercer lugar otomí con 11 por ciento, entre otras.

De acuerdo con estas cifras oficiales, los delitos por los que más se les consigna es por robo simple y calificado, y la mayoría de los señalados son hombres, con 94 por ciento.

La cárcel del Oriente en Iztapalapa, alberga un 34 por ciento de población indígena; le sigue el reclusorio Norte (RENO) con un 25 por ciento.

Es por eso que personal de la Sederec realiza constantes pláticas institucionales en ambos centros de reclusión en las que se les da a conocer a los indígenas diversos servicios y actividades que les pueden ayudar a hacer frente a sus procesos.

La mayoría de los indígenas que están reclusos solicitan apoyo en la revisión de sus expedientes a fin de saber a detalle si existen posibilidades de apelar o reducir las penas.

También piden apoyo para pagar las multas y realizar la reparación del daño y en su caso, preguntan si es posible obtener una pena sustitutiva.

Graves violaciones

En la Ciudad de México hay registro de casos graves a los que se enfrentan los presos que pertenecen a los pueblos indígenas cuando se involucran en temas penales.

Sobre todo, cuando se ven obligados a contactar con las instituciones de procuración de justicia, ministerios públicos y juzgados, lo que en ocasiones conlleva a violaciones a los derechos humanos.

Las propias autoridades que los ayudan en sus procesos y organismos defensores de los derechos humanos detectan que son víctimas de particulares irregularidades. La mayoría, abuso de la prisión preventiva y el total desconocimiento del desarrollo de su caso.

Es por eso que la red de intérpretes traductores se convierte en una pieza valiosa para los indígenas que enfrentan un proceso.

Diversidad cultural

En la capital del país coexisten diversas culturas. De acuerdo con las autoridades hay 145 pueblos originarios, es decir, descendientes de quienes vivían en México antes de la conquista, los cuales conservan su cultura y tradiciones.

La mayoría de estos viven en las zonas rurales de la Ciudad de México como Milpa Alta, Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac, Magdalena Contreras y Álvaro Obregón.

Por otro lado están los indígenas que abandonan sus estados de origen en busca de oportunidades de trabajo y alimentación y se quedan a trabajar y vivir en la capital, donde se ocupan principalmente de el comercio en la vía pública aunque también se emplean en la industria.

Frente al proceso

La mayoría de los indígenas que están reclusos solicitan apoyo en:

>Revisión de sus expedientes a fin de saber a detalle si existen posibilidades de apelar o reducir las penas.

>Pagar las multas y realizar la reparación del daño

>Saber si posible obtener una pena sustitutiva
 

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