El día después…

Es el día después. Un lunes atípico comparado a otros. Es hora pico y en el Centro Histórico y sus alrededores se respira un tranquilidad inusitada. Apenas hace unas horas en estas calles quedó atrás un agitado fin de semana. 

En un recorrido de la calle 5 de Mayo al Zócalo capitalino se observa a algunos profesores charlando, otros leen el periódico; algunos más ven sus celulares y otros están recostados en el suelo. 

Las maestras están terminando de cocinar, otras llegan de la lavandería o charlan en grupos pequeños en silencio. 

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Es el día después. Un lunes atípico comparado a otros. Es hora pico y en el Centro Histórico y sus alrededores se respira un tranquilidad inusitada. Apenas hace unas horas en estas calles quedó atrás un agitado fin de semana. 

En un recorrido de la calle 5 de Mayo al Zócalo capitalino se observa a algunos profesores charlando, otros leen el periódico; algunos más ven sus celulares y otros están recostados en el suelo. 

Las maestras están terminando de cocinar, otras llegan de la lavandería o charlan en grupos pequeños en silencio. 

Cada cual a su modo hace frente a la resaca que dejó “la traición” de los legisladores. Están a la espera de que sus líderes de sección informen qué acciones vienen en camino.

El profesor Eduardo Castellanos Morales dice que los diputados del PRD los traicionaron. Y es que “pudo más su Pacto contra México”.

Al final “la sensata actitud que venía teniendo con un grupo disidente”, como el de ellos, se fue por la borda luego de que el lunes por la noche, sin decir agua va, aprobaron la Ley General del Servicio Profesional Docente.

“Se plegaron. La mayoría del PRD, PRI y PAN fueron los que lograron que se aprobara en fast track la ley”, dice y de inmediato agrega:

“¿Qué pasaría si los evaluáramos a ellos para ver cómo salen… muchos diputados ni conocen lo que aprobaron …  ese grupo de levantadedos y de vende patrias son los que aprobaron una ley que nos pone en la picota”, asegura.

El profesor de secundaria del sector Cimatlán, en la región de Valles Centrales de Oaxaca, señala que sus males como trabajadores de la educación “con poco salario, con pocos recursos, no son producto de un secretario de educación con antecedentes negros sino que es el resultado de un sistema que tiene diseñada en su estructura cancelar la educación pública y gratuita, privilegiando la privada”. 

Por ello considera que la próxima insurgencia magisterial nacional cobrará gran sentido.

Mientras habla, las secciones de la CNTE sostienen sus asambleas, luego se congregarán en la Dirección Política Nacional que definirá el rumbo de las acciones de la CNTE.

En su opinión, los desencuentros con la Cámara de Diputados revelan que se venía  fraguando una traición manifiesta en el albazo legislativo, pues “aprobaron al vapor la mal llamada reforma educativa, que es en realidad el disfraz de una reforma laboral muy punitiva, que cancela varios derechos: a una plaza, a la seguridad social de nuestras familias”.

‘Están vendiendo el movimiento’

Un maestro de la Escuela 112 de San Pedro Totomachapan refiere que ahora lo que procede es “vender caro nuestro empleo”. Es su forma de expresar que hay que ir a “las insurrecciones”, tal cual se vivió en 2006, en Oaxaca. 

Ahí se vivió una guerra civil, expresa, con barricadas, infiltrados enrareciendo el ambiente, con disparos contra los manifestantes. 

-¿Y qué lograron con eso? 

“No se logró gran cosa”, responde.

Además de todo, confiesa, varios maestros están molestos porque sus líderes desde hace una semana no les informan lo que pasa.

“No ha habido información contundente”, afirma. Por las noticias se han enterado y por los rumores también.

Como el de que “el secretario de organización de la 22, ‘Chicopanza’, está vendiendo el movimiento”. Y que, además, hay una política infiltrada: la esposa de René Bejarano, la senadora Dolores Padierna. 

La maestra María Ascencia, de Huajuapan, sostiene que es lamentable no ser escuchados por las autoridades federales. 

“Para ellos ya todo está dicho, está firmado, es desconcertante”, indica.

Se sienten defraudados porque “ellos (los diputados) habían concertado a la mesa de diálogo a las 8 de la noche y no llegaron…  ya estaban sesionando”.

En espera de que “los acuerdos bajen, para hacer un consenso en las bases” y diseñar las futuras acciones el rigor del paso de los días es visible en los rostros y las condiciones del mega campamento en el Zócalo. Llevan ya 15 días de plantón, con aguaceros, calor, hacinamiento. 

Pese a todo es de las que piensa que deben seguir adelante. Me lo dice en el momento que llegan dos hombres del SME pidiendo firmas de apoyo para el derecho de energía. Sus recientes y visibles aliados.

En todo caso, Castellanos Morales considera que a la CNTE le “impusieron una derrota política temporal” pero que la lucha lejos está de terminarse. 

Reconoce que los legisladores administraron el conflicto durante los días pasados pero dice que su orgullo político no les permite aceptar que la Coordinadora les propinó varias derrotas: 

“Salir de sus sedes del Congreso, e irse a refugiar al Centro Banamex; que el “presidente de un pequeño grupo de mexicanos” cambiara la fecha histórica de lectura de su informe y que, a ley general de desempeño docente, le quitaran el filo”.

“Además, si nos derrotan como sección, esta lucha no es solo del magisterio sino de toda la población”, remata.

Es así como, a la espera de la ratificación del Senado, algunos maestros procesan su reciente derrota.

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