El dictamen ‘arreglado’

“No se preocupe, vamos a hacer las cosas bien, les daremos el dictamen (de la reforma energética) con tiempo suficiente para que lo puedan leer”, dijo el presidente de la Comisión de Energía del Senado, el priista David Penchyna.

Su interlocutor, integrante de la misma Comisión, se quedó helado. 

“¿Cómo que me lo van a dar con tiempo para que lo lea, si se supone que ese dictamen lo tenemos que elaborar nosotros en la Comisión?”.

Manuel Bartlett, del Partido del Trabajo, cuenta la anécdota con un semblante de resignación. Cree que todo estará terminado próximo domingo 15 de diciembre, que al interior del Senado “no hay mucho que hacer”.

David Penchyna ha repetido hasta el cansancio que no hay un dictamen de reforma energética y que los senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que aseguran su existencia son unos mentirosos.

En una entrevista sostenida con los medios este lunes 2, dijo que “tan pronto quede elaborado el dictamen, este será hecho del conocimiento de los senadores del PRD”.

Días antes dijo al diario Reforma que el dictamen se distribuiría a los integrantes de las comisiones con 24 horas de anticipación para conocerlo y estudiar su contenido.

“Si me lo van a dar para que lo lea, ¿entonces quién lo hizo?”, insiste Bartlett, quien integra también la Comisión de Puntos Constitucionales.

Los senadores del PRD no tendrían que conocerlo “hasta que quede elaborado”, porque varios de ellos integran las comisiones que supuestamente deben escribirlo.

La elaboración del dictamen parece un fantasma. A principios de septiembre, Penchyna declaró que estaría listo en octubre, después de que fuera trabajado por las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Primera de Estudios Legislativos y de Energía.

Pero la Comisión de Energía no se ha reunido desde agosto, según dijo vía telefónica a Reporte Indigo su secretario técnico, Juan Gabriel Valencia.

Una iniciativa al vapor

Las iniciativas de reforma energética fueron remitidas a las tres comisiones en las dos primeras semanas de agosto. Desde entonces el único debate que ha existido respecto a la reforma que podría modificar tres artículos de la Constitución ha estado en los medios y en foros en el Senado, que fueron desarrollados por separado entre varias fracciones parlamentarias. 

Un documento elaborado por el equipo de Penchyna y difundido por Andrés Manuel López Obrador en octubre indicaba que la intención de los foros, en los que inicialmente habría ponentes del PRI, el PAN y el PRD, era construir una imagen pública de que la reforma energética había sido ampliamente debatida. 

El primer día, sin embargo, el PRD se retiró del evento después de la ponencia de Cuauhtémoc Cárdenas y organizaron una serie de ponencias alternas en la antigua sede del Senado. 

Penchyna continuó con un programa de foros, que fue definiéndose en el camino pero tuvo un impacto en la opinión pública mucho menor a sus pares realizados durante la dictaminación de la reforma energética en 2008. 

Hasta el cierre de esta edición, las Comisiones que deben dictaminar si se modifican o no los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución  antes de que pase al pleno no se habían reunido.

El micrositio de la Comisión de Energía en el Senado indica que la última reunión formal de este órgano tuvo lugar el 14 de noviembre del año pasado. 

Desde entonces no han colocado ninguna lista de asistencia ni versión estenográfica. El secretario técnico de la Comisión, Juan Gabriel Valencia, dijo a Reporte Indigo vía telefónica que no podían proporcionar las versiones estenográficas de las reuniones sostenidas durante este año, que eso debía solicitarse a la oficina de Agenda Legislativa. 

Al preguntarle cuándo fue la fecha aproximada de la última reunión, contestó: “uff, no recuerdo bien, ha de haber sido por agosto.

“No nos hemos reunido nunca, se van a sacar el dictamen de la oficina de los de arriba”, acusa Bartlett.

El año pasado la Comisión que dirige David Penchyna publicó un “acuerdo para la calendarización de los trabajos de la Comisión”. 

El segundo punto de este documento indica: “Con el propósito de sistematizar el trabajo de la Comisión de Energía se considera pertinente que se lleven a cabo reuniones ordinarias cada dos semanas, los días miércoles a las 10:00 horas”.

Ese acuerdo no se ha cumplido, pero los 15 integrantes de ese órgano deberán tener listo un dictamen de reforma energética a más tardar el viernes de la próxima semana, según el calendario que tiene ya como oficial el Senado. 

Después de que quede aprobado en la Comisión el dictamen, sea o no elaborado por ellos, solo estará un día en el Pleno, de acuerdo con un oficio circulado a los senadores a finales de noviembre. 

El documento indica que a finales de noviembre ya las Comisiones habían enviado a la Mesa Directiva cuáles proyectos tenían listos para que fueran discutidos durante diciembre, para que el periodo ordinario de sesiones concluya “a más tardar el 15 de diciembre próximo”.

Les anunciaron a los legisladores que “la Mesa Directiva acordó dar prioridad a los asuntos que requieran discusión y votación en el Pleno”. 

Por eso, cualquier otra propuesta solo podría ser discutida en tribuna durante noviembre. 

“Durante las sesiones de diciembre, usted podrá inscribir proposiciones que sean de su interés pero no se presentarán en tribuna y se turnarán directamente a comisiones, sin posibilidad de permanecer en el Orden del Día por más de una sesión”.

El oficio firmado por la senadora priista Ana Lilia Herrera Anzaldo, vicepresidenta de la Mesa Directiva, indica que las reformas que restan por aprobarse en el pleno, incluida la energética, se dictaminarán en un solo día.

Tampoco las comisiones de Puntos Constitucionales ni de Estudios Legislativos han sostenido reunión alguna para tratar el tema energético.

Dados cargados al PRI y PAN

Las tres comisiones que dictaminarán la reforma energética están integradas por legisladores a favor de la reforma constitucional. 

La de Energía, comandada por David Penchyna, tiene como secretario al líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, quien se ha mantenido en un apoyo velado a la propuesta de reforma presentada en agosto por Enrique Peña Nieto. 

El otro secretario es Salvador Vega Casillas, panista y exfuncionario cercano a Felipe Calderón. 

De los 15 integrantes de esta Comisión,  seis son del PRI, uno es del partido Verde y cuatro son del PAN, por lo que sus votos completan mayoría para que cualquier dictamen sea aprobado. 

Entre los opositores están tres perredistas y Bartlett, único integrante por el PT. 

De los miembros del PRD el más activo en contra de la reforma ha sido Rabindranath Salazar, quien funge como secretario de la Comisión pero ha acusado que le han mantenido al margen de la información sobre la reforma energética. 

Este lunes Salazar encabezó un desplegado publicado en el diario El Universal, en el cual acusaban que sí existía un predictamen y estaba siendo manejado a espaldas del PRD.

Penchyna contestó que era falso y se trataba de “chantajes” de Andrés Manuel López Obrador. 

Los integrantes de las otras dos comisiones dictaminadoras son también en su mayoría del PRI y del PAN, por lo que los votos para este primer paso en el terreno legislativo están asegurados.

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¿La reforma se cocina en Sener?

El reglamento del Senado indica que las Comisiones deben sesionar por lo menos una vez al mes. Para la reforma energética, no han sesionado ni una sola vez. A pesar de ello piensan aprobarla en las próximas dos semanas.

“Desde el 18 de abril de este año, es decir, hace casi ocho meses, no hemos concurrido a reuniones de esta Comisión. La señal que se envía a los legisladores es de un trabajo en lo oscurito.

“Seguramente nos darán un dictamen robusto en información al cuarto para la hora a fin de evitar entrar al fondo de la discusión”, dice a Reporte Indigo el senador perredista Rabindranath Salazar, secretario de la Comisión de Energía.

Considera que la pretensión ha sido “evitar que conozcamos con oportunidad los argumentos que éste contendrá y podamos rebatirlos no solamente en el marco de la discusión en la Comisión sino también en los distintos foros y medios de comunicación”.

A pesar de ello, asegura que la bancada del PRD está ansiosa por conocer “los argumentos que buscarán defender lo indefendible”.

Salazar considera que con la aprobación fast track que se pretende para la reforma energética se viola el principio de exhaustividad, “que consiste en que se deben agotar todos y cada uno de los argumentos y contraargumentos al momento de emitir una resolución”.

A pesar de que no ha visto ningún documento de predictamen, considera “la metodología y la estrategia que el propio Ejecutivo ha utilizado para sacar adelante sus reformas es la de la “encerrona”.