El dilema de Banxico
Se espera que el banco central aumente este día la tasa de referencia para llevarla a un nivel no visto desde hace una década debido a la depreciación del peso frente al dólar y al nivel de la inflación que aún se ubica lejos de la meta de la entidad monetaria
Mara Echeverría y Nayeli Meza[kaltura-widget uiconfid=”39952882″ entryid=”0_xw3nca0e” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /]
El Banco de México se enfrenta a un dilema. Este día, la Junta de Gobierno anunciará su decisión de política monetaria y aunque las expectativas sobre la acción que realizará se encuentran divididas, es muy probable que la balanza se incline por un alza en la tasa de referencia.
El tercer incremento en el año será de 25 puntos base para ubicarla en 8 por ciento desde su nivel actual de 7.75 por ciento. Este aumento llevará a la tasa interbancaria a su posición más alta en una década, previo a la crisis de 2008.
“La medida estaría justificada en la reciente depreciación que ha sufrido el peso frente al dólar, que ha generado preocupaciones sobre un posible traspaso de precios. Si no lo hace hoy, que es poco probable, seguramente sucederá en diciembre siguiendo la ruta de la Reserva Federal de Estados Unidos”, comenta Gabriela Siller, economista en Jefe de Banco Base.
En el último mes, el tipo de cambio subió cerca de 20.50 pesos por dólar spot a consecuencia de la incertidumbre generada por las decisiones que tomará el próximo gobierno de México en materia económica. Pero otros factores externos como las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, así como el desplome en la caída en los precios internacionales del petróleo también han influido.
La economista adelanta que el escenario para el peso no es muy alentador, ya que los riesgos internos y externos que presionan a la divisa podría llevar a cotizacines cercanas a 21 pesos por billete verde en el corto plazo.
“Esta situación ya comienza a generar nuevas presiones inflacionarias a pesar de que aún no se vean reflejadas”, precisa Siller.
Aunado al descalabro de la moneda mexicana, el comportamiento del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se suma a la ecuación que llevaría al organismo central encabezado por Alejandro Díaz de León a elevar el costo del dinero.
Aun cuando la inflación retomó su rumbo a la baja en octubre, el avance de los precios fue ligeramente superior a lo esperado por analistas, sin descontar que se mantiene lejos del objetivo de 3 por ciento, el cual analistas del sector privado esperan que se alcance durante el primer semestre de 2020.
Asimismo, el gobernador de Banxico ha declarado que el aumento de los precios de los productos energéticos y las proyecciones sobre su cotización internacional representan un riesgo para la inflación.
Cabe destacar que desde enero de 2017, el INPC ha superado el objetivo fijado por el banco central.
Jorge Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco, explica que la decisión de la entidad monetaria de igual forma buscará calmar al mercado.
Un incremento en las tasas de referencia ayuda a controlar la inflación y mantiene la solidez de la economía, pero desacelera el consumo y, sobre todo, a la inversión.
Sin embargo, los analistas consideran que de todos los problemas económicos el peor es tener una alta inflación, ya que esto es perjudicial para la economía mexicana.
Por lo tanto, Gordillo refiere que es mejor controlarla, aunque esto signifique que las tasas de todos los créditos seguirán la misma ruta, incluyendo la de interés interbancaria de equilibrio (TIIE).
“Los niveles vistos desde hace años no han sido normales, pero es resultado de las condiciones atípicas por las que el mercado atraviesa. Ubicar la tasa en 8 por ciento preocupa, pero no debe hacernos creer que estamos en las mismas condiciones económicas que hace una década”.
El mayor de los temores
La inflación es el tema más relevante para los integrantes de la Junta de Gobierno de Banxico, ya que por mandato constitucional su deber es controlar que este indicador se mantenga estable y no afecte los bolsillos de los mexicanos.
Durante octubre, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) redujo su avance pese a las constantes presiones por la volatilidad en los mercados y el fin del subsidio que el Gobierno federal otorga a los energéticos.
La inflación se ubicó a tasa anual en 4.90, por debajo del 5.02 por ciento registrado en septiembre, de acuerdo con datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Los principales incrementos en los costos se registraron en los precios de energéticos, que fueron impulsados por la conclusión del programa de subsidios en 18 ciudades del país.
No obstante, el nivel fue menor al reportado en octubre de 2017, cuando la inflación se aceleró 0.63 por ciento a tasa mensual y 6.37 por ciento anual.
“Los datos recientes parecen confirmar la posibilidad de que la inflación general siga moderando su avance en los próximos meses. No obstante, los riesgos para que la inflación afiance su tendencia a la baja se mantienen”, exponen en un análisis especialistas de Grupo Bursamétrica.
Por ahora, el clima económico del país muestra un poco de adversidad debido a temas de coyuntura relacionados con la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y la caída en los precios del petróleo a nivel internacional que han repercutido de manera negativa sobre el tipo de cambio.
Para Carlos Alberto González, director de análisis y estrategia bursátil de Monex Casa de Bolsa, el ajuste en la tasa de interés a 8 por ciento permitirá mantener el objetivo de Banxico de 4.5 por ciento hacia finales de este año y encaminarse por debajo del 4 por ciento para 2019
González expone que los analistas de la casa de bolsa esperaban que el incremento en la tasa de referencia fuera anunciado hasta diciembre, cuando el banco central tuviera más elementos.
Pero se decidió acelerar dado al temor que la volatilidad internacional pueda provocar a la caída del valor de la moneda mexicana frente a sus pares internacionales, situación que ejerce presión sobre la inflación en México.
“Vemos un entorno complicado a nivel internacional y a nivel local, hay varios elementos que afectan el tipo de cambio y hay indicios de desaceleración en el mundo que podrían afectar el crecimiento de la economía mexicana, pero los niveles de inflación podrían mantenerse”, detalla el director de análisis de Monex.
Por su parte, Miguel Ángel Corro, investigador del Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe, coincide en que son varios elementos que pudieran significar un riesgo para la paridad del peso frente al dólar estadounidense y que sustentan la decisión del banco central.
La mala noticia es que las presiones internacionales podrían continuar mientras que Banxico no cuente con otras herramientas para contener un aumento de precios más allá del incremento en la tasa de referencia.
Frente a esta situación, el también cofundador del Centro de Estudios Interdisciplinarios y Prospectiva (CEIP) prevé que en el futuro, en caso de intervención, el Banco de México ajuste nuevamente las tasas, aunque con ello se castigue el crecimiento económico del país.
El investigador advierte que la administración del presidente electo Andrés Manuel López Obrador deberá impulsar un equilibrio fiscal para que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) continúe apoyando a Banxico con el fin de mantener sanos los indicadores fundamentales de la economía nacional, como el crecimiento y la inflación.
“La propuesta de austeridad con la que operará la llamada Cuarta Transformación parece congruente en el papel y si funciona esta política económica, el banco central estaría recibiendo el apoyo que necesita, pero no lo sabremos hasta después del 1 de diciembre, porque hasta ahora todo se ha manejado mediante la especulación”, refiere Corro.
Los nuevos reclutas
Al comenzar su mandato, el presidente electo deberá nominar a dos subgobernadores para integrar la Junta de Gobierno tras la sorpresiva renuncia ayer de Roberto del Cueto, quien fuera el subgobernador de la institución.
El abogado, cuyo tiempo en el cargo concluía hasta el 31 de diciembre de 2022, dejará el puesto el 30 de noviembre próximo por motivos de salud que le impiden continuar desempeñándose, informó la entidad monetaria.
“El Banco de México agradece al licenciado del Cueto su destacada trayectoria de más de 30 años en la Institución y lamenta que su estado de salud no le permita concluir el segundo periodo para el que fue designado”, se lee en el documento.
Tras darse a conocer la salida, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) reaccionó con pérdidas y, pese a que se recuperó ligeramente durante el resto de la sesión, el índice IPC cerró con un retroceso de 0.18 por ciento, a 42 mil 343 puntos.
Por el contrario, el nombre de quien ocupará la otra vacante en la mesa de la Junta de Gobierno ya se conoce: Jonathan Heath, un economista que será propuesto para sustituir a Manuel Ramos.
Heath es licenciado en Economía por la Universidad Anáhuac, doctor en Economía por la Universidad de Pennsylvania, y es vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Una vez que comience su gobierno, el político tabasqueño propondrá a los dos nuevos subgobernadores ante el Senado de la República.
La futura designación de Heath fue bien vista por los mercados y los principales actores de la vida política y económica en el país, gracias a que es un personaje que no está del todo ligado con AMLO, hecho que da cierta certeza de que la autonomía de Banxico se respetará.
Carlos Alberto González Tabares, director de análisis y estrategia bursátil de Monex Casa de Bolsa, destaca que el futuro subgobernador, en caso de que el Senado lo ratifique, es reconocido por ser un economista independiente con una importante trayectoria, que se alineará con la visión del resto de los integrantes de la Junta de Gobierno del banco central.
Además, el analista reconoce que le gustaría que alguien con un perfil similar sea propuesto para ocupar la silla que dejará vacía Roberto del Cueto a finales de este mes.
“Es una oportunidad para que el gobierno entrante envíe a los mercados una señal de confianza que tanto hace falta”.