El éxodo

El severo despoblamiento que sangra a la ciudad de Guadalajara desde hace más de dos décadas, y que suma ya 190 mil 57 tapatíos que han dejado de vivir en ella, se ha vuelto hoy uno de los mayores retos estructurales que enfrentan sus autoridades.

Guadalajara ha perdido tantos habitantes como para haber fundado un nuevo Lagos de Moreno, una de las principales ciudades medias de Jalisco.

Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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El 27 de junio pasado la Junta de Coordinación Metropolitana aprobó el Plan de Ordenamiento Territorial Metropolitano que visualiza una urbe densa y compacta
Guadalajara ha perdido tantos habitantes como para haber fundado un nuevo Lagos de Moreno, una de las principales ciudades medias de Jalisco
Desde hace más de dos décadas Guadalajara ha sufrido un despoblamiento significativo rezagándose a nivel nacional (…) Mientras en el 2000 Guadalajara era el segundo municipio más poblado a nivel nacional, en 2015 pasó a ocupar la posición seis”
Plan Municipal de DesarrolloAyuntamiento de Guadalajara 2015-2018
https://youtu.be/lxM9EIdnZTs

El severo despoblamiento que sangra a la ciudad de Guadalajara desde hace más de dos décadas, y que suma ya 190 mil 57 tapatíos que han dejado de vivir en ella, se ha vuelto hoy uno de los mayores retos estructurales que enfrentan sus autoridades.

Guadalajara ha perdido tantos habitantes como para haber fundado un nuevo Lagos de Moreno, una de las principales ciudades medias de Jalisco.

Desde el 2010, cuando la alcaldía de Guadalajara estuvo en manos del hoy gobernador Aristóteles Sandoval Díaz, el despoblamiento de la urbe pasó a ser reconocido expresamente como un problema central dentro de los instrumentos de planeación del Municipio.

Con su sucesor, el también priista Ramiro Hernández García (2012-2015), la pérdida de habitantes de Guadalajara desde 1990 fue considerada como “el desafío principal” que vive la ciudad, en su

Programa Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU) Visión 2030.

En la Encuesta Intercensal 2015 el INEGI constató que en tan sólo cinco años la ciudad se había despedido de otros 35 mil 41 habitantes, al pasar de un millón 495 mil 189 en 2010 a un millón 460 mil 148.

El gobierno de Enrique Alfaro Ramírez, de MC, se ha fijado una nueva meta en su Plan Municipal de Desarrollo (PMD): parar el despoblamiento en 2018, es decir, que la tasa de crecimiento deje de ser negativa (fue de -0.47 por ciento de 2010 a 2015) para llegar a cero, y crecer un 3 por ciento hacia 2030.

A la disminución de habitantes se vinculan efectos como la degradación de las zonas vacías, inseguridad, pérdida de competitividad, empobrecimiento de las dinámicas sociales y económicas barriales, y una baja de los recursos fiscales de la Federación.

Ciudad expulsora

Hay múltiples factores detrás del éxodo de tapatíos, pero uno de los principales es la falta de vivienda asequible para la población joven que debe partir hacia zonas marginales con opciones baratas, como las que caracterizan a Tlajomulco de Zúñiga.

 “La población joven es el grupo demográfico que más influye en el proceso de despoblamiento del municipio”, dice el Plan Municipal de Desarrollo del gobierno de Alfaro Ramírez, “por una parte, los que establecen un enlace conyugal formal y por otro lado las personas que se independizan del hogar paterno y generan en automático un requerimiento habitacional propio.

“Estos grupos demográficos tienen la particularidad de que su nivel socioeconómico es bajo, más del 90% ganan menos de 5 salarios mínimos mensuales, y en Guadalajara es muy escasa la oferta de vivienda asequible a su capacidad de compra”.

Un departamento de reciente hechura en Guadalajara, en un área como Chapultepec –un corredor con una importante vida cultural y gastronómica-, puede costar fácilmente los 3 millones de pesos (MDP).

El PMDU Visión 2030 del exalcalde Hernández García coincide en ese diagnóstico: “Si consideramos que cerca del 70% de la demanda actual de vivienda en el área metropolitana se dirige a personas con ingresos menores de 24 salarios mínimos, es necesario competir con oferta de vivienda cuyos precios se sitúen entre 190 mil pesos y 1.2 MDP”.

Y concluye: “Las familias jóvenes con empleos formales y bajos recursos son expulsados del municipio hacia la periferia metropolitana a fraccionamientos de interés social, y otros aun menos afortunados que tienen que recurrir en esa misma periferia a la precariedad urbana”.

Centro fantasma

Este despoblamiento ha dejado por estela decenas de miles de casas sin habitar en Guadalajara, principalmente en su Centro Histórico, con una vida muy intensa por las mañanas y tardes, pero casi muerto por las noches.

En 2014 se halló que una de cada 10 viviendas en Guadalajara estaba vacía, esto es, 58 mil 922 de 429 mil 605 totales, según el PMDU Visión 2030, y en el Centro Histórico comprendido en el Distrito 1 la condición es más crítica aún.

Ahí una de cada cinco viviendas está vacía, esto es, 12 mil 368 de 61 mil 353 totales; esa misma proporción golpea al Poniente de Guadalajara, con el mayor nivel socioeconómico (Distrito 2 Minerva), pero  6 mil 622 hogares sin habitar de 34 mil 501 totales.

Desde 1990 Guadalajara ha perdido una décima parte del millón 650 mil 205 habitantes que tenía; para 2000 ya era un millón 646 mil 319, indica el PMD de Alfaro Ramírez:

“Desde hace más de dos décadas, Guadalajara ha sufrido un despoblamiento significativo rezagándose a nivel nacional (…) Mientras en el 2000 Guadalajara era el segundo municipio más poblado a nivel nacional, en 2015 pasó a ocupar la posición seis, por debajo de demarcaciones como Iztapalapa, Ecatepec, Tijuana, León y Puebla”.

El 27 de junio pasado se aprobó por la Junta de Coordinación Metropolitana –órgano que integra el gobernador y los alcaldes- el Plan de Ordenamiento Territorial Metropolitano (POTmet) que visualiza una urbe densa y compacta.

“No podemos seguir expulsando a nuestra gente a las orillas, a las familias de recién casados que buscando en su sueño una vivienda digna, encuentra vivienda a menor costo de mala calidad y muy lejos de su centro de trabajo”, dijo el gobernador ese día.

Se estima que el ciudadano de la metrópoli hace en promedio 1:15 horas a su trabajo.

La violencia

La migración interna de las personas también puede provocarla la inseguridad que se vive en lugares como Guadalajara, según el Informe Regional de Desarrollo Humano 2013-2014 Seguridad Ciudadana con Rostro Humano, del PNUD.

“La inseguridad también produce impactos colectivos: cambia la manera como las personas construyen sus vínculos sociales, altera su relación con la comunidad y el espacio en el que se desenvuelven y favorece los procesos de exclusión.

“La inseguridad genera el abandono de los espacios públicos en las ciudades, propicia la aparición de barrios cerrados y provoca desplazamientos de personas y comunidades”.

Por ejemplo, en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014, el INEGI descubrió que 145 mil 679 personas que vivían en Jalisco en 2009, se habían ido a otro estado en esos cinco años, de los que mil 779 migraron por inseguridad pública o violencia.

En el país fueron 185 mil 936 los mexicanos que migraron por la violencia, el 6.4 por ciento de todos los que cambiaron de entidad (2 millones 894 mil 229).

Según el informe, el 15.2 por ciento de los mexicanos “han sentido la necesidad de cambiar de barrio o colonia por temor a la delincuencia”, la octava tasa más alta de América Latina.

Un 35.3 por ciento “han limitado sus lugares de recreación por la inseguridad”, y 35.2 por ciento “han limitado sus lugares de compras por la inseguridad”, en ambas tasas México se coloca en cuarto sitio de la región.

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