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La presidencia de Luis González Placencia al frente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) está por concluir. Y las posibilidades de que sea reelegido por cuatro años más son cada vez más claras.
Él ya manifestó públicamente sus intenciones de continuar en el cargo, pero la decisión final será de los diputados que integran la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
El balance de la CDHDF es positivo en términos de percepción ciudadana: hay críticas y señalamientos claros al Gobierno de la Ciudad en todo aquello que va en detrimento de las garantías individuales.
A pesar de que ese tema es el de menor relevancia para los actores políticos de esa ciudad capital, la mayoría de los grupos ven en González Placencia una herramienta invaluable rumbo al proceso electoral del 2015.
Por eso, es casi un hecho que repetirá en el cargo. Hasta el momento cuenta con el respaldo de la corriente bejaranista, y también de los afines al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.
Y es que para los fines políticos que persiguen estos dos grupos, la presencia del ombudsman capitalino en la vida pública del Distrito Federal será trascendental por dos aspectos:
1. Para los manceristas, Luis González Placencia ha sido un constante crítico del gobierno que encabezó Marcelo Ebrard, y no quitará el dedo del renglón en torno a las irregularidades que se detectaron en el sexenio pasado.
2. Para los bejaranistas, el ombudsman es una garantía de que la gestión de Miguel Ángel Mancera tendrá lupa en temas de derechos humanos.
Por eso, la bancada perredista de la Asamblea Legislativa –que maneja más de 700 millones de pesos al año para cabildear el voto de las demás fuerzas políticas– está cerrando filas con González Placencia.
La solicitud
El lunes pasado se llevó a cabo una reunión en la sede de la ALDF entre diputados y el ombudsman, donde hizo oficial su solicitud de continuar como presidente de esta institución.
El argumento fue sencillo: “la preservación de la autonomía es fundamental. Sé cómo serlo y la ciudadanía ha atestiguado que en momentos difíciles he sabido serlo y sin temor a ningún tipo de consecuencias”.
Durante la mesa de trabajo, enumeró los logros de la Comisión de Derechos Humanos, en casos como el de los estudiantes detenidos durante las protestas del 1 de diciembre.
También está el caso de Mariel y Marduk, o el de la Supervía Poniente, la creación de la Unidad de Atención a Víctimas y el sistema electrónico Ombudsnet y el Ombudsmóvil.
En su discurso reiteró: “considero que es importante tener en cuenta que una apuesta por la continuidad de esta gestión es, sin duda, una garantía de certeza sobre el lugar al que es posible llevar a la CDHDF en el futuro próximo”.
De acuerdo con el proceso de reelección o renovación de la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos del DF, el próximo 29 de julio habrá una segunda reunión, donde los diputados determinarán si procede la reelección o buscan un sucesor.
Como parte de la propuesta de Luis González Placencia para el periodo siguiente, está la defensa de las víctimas del delito y dar continuidad a la protección de los derechos de la jóvenes.
Y también buscará enrolarse en la agenda nacional con temas como el de la protección a migrantes, trata de personas, protección a periodistas y la promoción de logros legislativos (la interrupción legal del embarazo).
La mira mancerista
La administración de Miguel Ángel Mancera se ha distinguido por una lucha de poder con las tribus perredistas, en especial la que comanda René Bejarano y ahora la de Marcelo Ebrard.
Para especialistas en comunicación política, como Gersón Hernández, está claro que hay un golpeteo político entre Mancera y Marcelo Ebrard, por lo que todos los que critican la administración anterior son aliados del nuevo gobierno.
Bajo esa lógica, y de acuerdo con la versión de algunos legisladores que pidieron no ser nombrados en este artículo, la labor del ombusman es relevante para la administración local.
Y es que temas como el de la Supervía Poniente no han concluido y cualquier anomalía repercute en la gestión del nuevo mandatario, pero la tarea de la CDHDF ayudan a clarificar que son hechos exclusivos de la gestión de Ebrard.
Sobre todo, cuando Luis González Placencia ha insistido una y otra vez en que las recomendaciones no se aceptaron.
Incluso, hubo un distanciamiento marcado entre el otrora jefe de gobierno y el ombudsman en años recientes, que fue documentado por los medios de comunicación.
En la presentación del informe de trabajo 2012 de la Comisión local, reiteró que la administración de Marcelo Ebrard no aceptó diversas recomendaciones que Miguel Ángel Mancera ya está atendiendo.
La buena relación entre el GDF y el ombudsman se clarificó cuando, en ese mismo evento, se sumó a los trabajos previos a la reforma política del DF, que es la bandera del actual jefe de gobierno.
Por eso, los afines al mandatario local en la ALDF tienen claro que el camino es dar continuidad a la labor de Luis González Placencia.
La visión bejaranista
Si hay alguna virtud del actual ombudsman es, sin duda, que no se deja mandar por las autoridades. Esto, de acuerdo con los máximos representantes de la corriente Izquierda Democrática Nacional de René Bejarano.
Por eso, consideran que el trabajo de González Placencia no solo debe seguir, sino que debe ser dotado de mayores facultades que a la larga sean un verdadero contrapeso para el GDF.
Pero la realidad apunta a que esta es una vía por la cual buscan continuar poniendo en jaque la administración de Miguel Ángel Mancera, pero a través de la Comisión de Derechos capitalina.
Es así como surge una propuesta de la bejaranista Dinorah Pizano, quien preside la comisión de Derechos Humanos de la ALDF: una modificación al artículo 65 Bis de la ley del mismo nombre.
Esta consiste en que todos los funcionarios (incluido el jefe de gobierno) que no acepten una recomendación del ombudsman capitalino sean citados a comparecer ante la Asamblea Legislativa del DF.
Y que en caso de que persista la negativa, los servidores públicos puedan ser acreedores a una sanción. La propuesta es radical, pues las recomendaciones no pueden ser aceptadas de manera parcial.
El fondo del asunto es que hay recomendaciones que nunca serán cumplidas, y en algún momento repercutirán directamente en el jefe de gobierno.
En consecuencia, será llamado a la Asamblea Legislativa a rendir cuentas, donde la IDN tienen un ejército de legisladores.