"La autoridad que ejecute una orden de aprehensión deberá poner al inculpado a disposición del juez, sin dilación alguna y bajo su más estricta responsabilidad. La contravención a lo anterior será sancionada por la Ley penal"
Los Abarca-Pineda no solo gobernaron Iguala, las ambiciones del exalcalde municipal y su esposa los llevaron a establecer un cogobierno con grupos de la delincuencia organizada y con Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Cinco meses después de que se consumara la llamada “Operación Gárgola” -a través de la cual se capturó a Guzmán- elementos de la Secretaría de Marina (Semar) obtuvieron una confesión que vinculaba al entonces alcalde de Iguala con el capo sinaloense.
Esta información es parte del expediente de José María Chávez Magaña, alias “El Pony”, uno de los últimos presuntos líderes de la extinta La Familia Michoacana.
“El Pony” proporcionó a los mandos de la Semar testimonios clave de la descomposición de Guerrero y el Estado México debido a infiltración de la delincuencia en los gobiernos estatales.
La declaración ministerial, en poder de Reporte Índigo, liga la desaparición de los 43 normalistas y la matanza de Tlatlaya.
Desde julio de 2014, Chávez Magaña -quien ostentó el control del tráfico de droga en la región de Tierra Caliente- detalló que existía una férrea disputa entre La Familia Michoacana, Guerreros Unidos y el Cártel de Jalisco Nueva Generación por el control de Guerrero para el trasiego de droga.
“El Pony” dijo que cuando estuvo al frente de La Familia Michoacana hizo contacto con Guzmán por lo que se enteró que uno de los hijos de “El Chapo” había mando secuestrar a la suegra o esposa del presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, porque este le debía dinero.
“El tiempo que estuve al frente de la organización, Joaquín Guzmán Loera me contactó y me mandó llamar acercándome al estado de Sinaloa, en sonde solo platicamos un momento. Me dijo que las cosas entre los dos cárteles estaban muy bien y que no existe problema, razón por la que traté de comunicarme varias veces con él, en las que solo me dio largas, pero nunca se concretó nada, motivo por el que no le ruego a ningún cabrón y dejé de hablarle.
“En este mismo sentido me enteré que al presidente municipal de Iguala, el hijo de Joaquín Guzmán Loera no sé si levantó a la suegra o a la esposa porque este le debía un dinero”, declaró “El Pony” en julio pasado.
Cuando Chávez Magaña dio esta información, Guzmán ya había sido detenido por elementos de la Marina y la matanza de Tlatlaya ya había ocurrido.
Las pruebas
Desde el pasado 2 de mayo, el titular de la Unidad Especializada de Investigación de Delitos en Materia de Secuestro de la SEIDO, Gualberto Ramírez Gutiérrez, tiene en su poder acusaciones directas que incriminan a Abarca en los homicidios de Arturo Hernández Cardona, Ángel Román Ramírez y Félix Rafael Bandera Román, líderes sociales de Guerrero.
Estos documentos señalan que el 19 de junio, el titular de Secuestros de la PGR recibió de la Procuraduría General del Estado de Guerrero (PGEG) información de miembros de Guerreros Unidos estuvieron detrás del crimen de estos dirigentes.
La Procuraduría Estatal, que encabezaba Iñaky Blanco, le pidió al titular de secuestros de la PGR que integrara dicha información en la averiguación previa PGR/SEIDO/UEIDMS/439/2024, sin embargo, el funcionario federal desestimó los datos.
Desestimaron las pruebas
Desde el 2 de mayo, la SEIDO tiene en su poder acusaciones directas que incriminan a Abarca en los homicidios de Arturo Hernández Cardona, Ángel Román Ramírez y Félix Rafael Bandera Román, líderes sociales de Guerrero.
Los errores de la PGR
> La vivienda en la que encontraron a José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda no fue clausurada tras el arresto.
> La PGR podría haber incurrido en un error al llevar a Abarca ante la SEIDO y no directamente ante un juez, puesto que el exalcalde contaba con dos órdenes de aprehensión, de acuerdo al artículo 16 de la Constitución Política Mexicana.
