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“En este escándalo el único a quien no han tocado es a Paco Gil y en cada paso de Oceanografía él ha estado presente”, dice molesto un exfuncionario de Pemex durante el panismo, quien pidió hablar bajo anonimato.
La sombra de Paco Gil Díaz se cierne lentamente sobre el caso Oceanografía.
En cada publicación donde se le ha mencionado durante la última semana, las referencias son parciales.
Coinciden en que el exsecretario de Hacienda de Vicente Fox, tiene vínculos innegables con Oceanografía, la compañía de Amado Yáñez, y que estos están incluidos en las investigaciones sobre el caso que ahora lleva la Procuraduría General de la República.
El nexo más evidente de Francisco Gil con Oceanografía es su sobrino Martín Díaz Álvarez, propietario del 20 por ciento de la empresa junto a Javier Rodríguez Borgio.
Otro funcionario del gobierno de Fox confiesa a Reporte Indigo que durante su función recibió presiones de Francisco Gil a favor de Rodríguez Borgio para la reapertura de gasolineras, cerradas por acusaciones de vender una cantidad de carburante menor a la cobrada.
La línea de conexión es el dinero. Según una versión contada a Reporte Indigo por un alto funcionario del gobierno de Enrique Peña Nieto, las relaciones entre Gil y Díaz Álvarez fueron la base para mover dinero entre el fondo de capital Navix y Caja Libertad.
Este nexo indicaría que parte de las ganancias que se movían entre las empresas de Díaz, los Borgio y Yáñez, fueron también al fondo que financia a Oro Negro, una de las principales competidoras de la compañía ahora embargada por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
El círculo familiar se estrecha con Juan José Suárez Coppel, exdirector de Pemex y sobrino político de Gil Díaz, quien dirigió la paraestatal durante los años en que Oceanografía consiguió sus contratos más jugosos.
En apariencia enemigas, Oro Negro y Oceanografía tenían muchos familiares en común, excepto por un personaje: Luis Ramírez Corzo, principal acusador de Oceanografía durante el calderonismo y hoy uno de los hombres más cercanos al director de Pemex, Emilio Lozoya.
Sobrinos y más sobrinos
La investigación de la PGR conecta a Caja Libertad con CI Banco, empresa en la que Martín Díaz, sobrino de Francisco Gil Díaz, es socio, así como de Oceanografía
La relación familiar entre Francisco Gil y Martín Díaz se publicó desde enero, cuando Oceanografía fue inhabilitada por Pemex debido a que no cubrió el monto total de fianza en varios de sus contratos con la paraestatal.
Pero los vínculos de protección de Gil hacia Oceanografía iniciaron antes de que su sobrino fuera accionista de la empresa y se deben, según el testimonio de dos exfuncionarios del foxismo, a que también abogó por la empresa de gasolineras propiedad de Javier Rodríguez Borgio.
El primer nexo entre Díaz y el escándalo actual de la contratista de Pemex parece ser Banamex, ahora acusadora de la compañía y parte de la carrera del exsecretario de Hacienda.
Gil Díaz participó en la compra de Banamex por el conglomerado estadounidense Citi Group en 2001, antes de incorporarse al gabinete de Fox.
Ese mismo año, según documentos publicados por el diario 24 Horas, Gil Díaz salvó de la quiebra a la empresa de Amado Yáñez.
No solamente ordenó cancelar el embargo sobre los bienes de la compañía, que ya estaba siendo tramitado por el Servicio de Administración Tributaria, sino que también le condonó el adeudo que la compañía tenía con Hacienda.
En 2005 Martín Díaz entró como socio de Oceanografía.
Las acciones que obtuvo en la empresa significaron entonces un 5 por ciento y fueron el pago por hacer una reestructuración financiera, según él mismo declaró al inicio del escándalo.
Actualmente Energy Group México tiene el 15 por ciento de las acciones de la empresa embargada, y este porcentaje corresponde a Martín Díaz Álvarez y Javier Rodríguez Borgio.
La Inmobiliaria Amagdez tiene otro 5 por ciento de la empresa.
Según una revisión del registro público realizada por la revista Proceso, esta empresa también es de Díaz Álvarez, quien con ello alcanzaría el 20 por ciento de las acciones de Oceanografía.
La investigación en PGR conecta a Caja Libertad con CI Banco, empresa de la que Martín Díaz es socio.
Los registros corporativos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) indican que Martín Díaz ingresó a su consejo de administración en enero de 2005, cuando a Francisco Gil le quedaban aún dos años como secretario de Hacienda.
En 2004 el fondo de capital Advent, que había dirigido Martín Díaz compró una participación accionaria en CI.
Advent es el mismo fondo que posee Fumisa y actualmente está en conflicto con el AICM.
De acuerdo con un informe financiero de CI Banco, las acusaciones que esa compañía por fraude en Estados Unidos se arreglaron al hacer un acuerdo en 2006 con el banco acusador, Wachovia.
Consistió en bursatilizar la deuda por 20 millones de dólares a través de un fideicomiso.
Dos años más tarde las gestiones de Díaz, referidas ahora en la investigación de PGR, permitieron que la casa de cambio se convirtiera en banco, con el aval de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
El banco con privilegios
El CI banco disfruta de privilegios al interior del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, como ser la única casa de cambio ubicada en la zona estéril de llegadas internacionales, tener acceso directo a las pistas y ser la única que da servicio en las salas más alejadas de la terminal 1.
El entramado financiero de Martín Díaz incluye también su participación como accionista de Financiera Fortaleza, una sociedad no regulada que otorga créditos a funcionarios de la Secretaría de Educación Pública, Conaculta, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Auditoría Superior de la Federación, la Universidad Tecnológica del Estado de México, la UNAM, el Gobierno del Estado y los servicios de salud de Quintana Roo, de acuerdo con su sitio web.
Fortaleza tiene sucursales en el Distrito Federal, Metepec, Monterrey, Puebla, Saltillo y Chetumal.
La investigación indica que parte del dinero de Fortaleza también se ha transferido hacia Grupo Gasolinero Mexicano (GMM), propiedad de los Rodríguez Borgio y en el que Martín Díaz tiene una participación minoritaria como accionista.
GGM es parte del conglomerado que adquirió los barcos de Oceanografía por medio de su división GGM Shipping. Fue el inicio de la investigación contra el grupo, por el testimonio de varias personas detenidas quienes refirieron haber vendido gasolina robada a GGM.
La revista Proceso publicó que Martín Díaz es socio de Financiera Fortaleza, Operadora Petrolera, Hidrocarburos del Pacífico, Grupo Gasolinero Mexicano, Grupo Inmobiliario Santa Fe, Promotora Inmobiliaria Hidalgo, Inmobiliaria Amagdez, Promotora Inmuebles Tejocates, Hacienda de Caltengo, Materia Real del Río, Grupo Integral de Funciones y Trabajo y en Giros Amigos.
Martín Díaz y Oro Negro
Dos fuentes del gobierno peñista consultadas por Reporte Indigo refirieron que al mismo tiempo en que se gestaba una investigación sobre Oceanografía, Big Bola, Caja Libertad, GGM y las demás empresas en las que participa el sobrino de Francisco Gil, se arreciaba una ruptura al interior de Oro Negro, la competidora de Oceanografía.
Desde el inicio de la administración de Emilio Lozoya en Pemex, las fuentes más cercanas a la paraestatal han advertido un acercamiento entre el director de Pemex y Luis Ramírez Corzo, exdirector del corporativo, miembro de Oro Negro y exsuegro de Lozoya.
Los funcionarios de Pemex refieren que Ramírez Corzo se ha convertido en uno de los hombres más cercanos a Emilio Lozoya y en su asesor externo.
Ramírez Corzo formaría parte de un bloque contrario a Francisco Gil al interior de Oro Negro.
Del otro lado, entre los fieles al exsecretario de Hacienda, estarían su hijo Gonzalo Gil White y sus sobrinos José Antonio Cañedo White y Juan José Suárez Coppel, exdirector de Pemex y ahora socio de Oro Negro.
El vínculo entre estos personajes fuera de Oro Negro es Navix, la sociedad que capitalizó la compra de los primeros barcos adquiridos por la contratista de Pemex.
La investigación de PGR refiere que habrían existido movimientos de dinero entre Navix y Caja Libertad, propiedad de Martín Díaz.
Al mismo tiempo, Caja Libertad fondeó el Club de los Gallos Blancos del Querétaro, parte de las operaciones de Oceanografía y captó el dinero que provenía de los casinos Big Bola, otro de los negocios de Javier Rodríguez Borgio.
El nexo entre la familia de Gil y Navix surge porque esta sociedad financiera proviene de otra llamada Axis Capital y fundada en 2000.
El sobrino de Gil, José Antonio Cañedo White, dirige su consejo de administración.
En 2007 crearon Navix de México como brazo operativo de los fondos de Navitas, que provenían de Axis y se instalaron en Holanda, justamente donde se colocó el crédito de Oceanografía sobre el barco Osa Goliath, el más grande de su flota.
Durante el calderonismo, Axis otorgó créditos por 630 millones de dólares (8 mil 200 millones de pesos) (Reporte Indigo, 4 de noviembre de 2013).
En 2011 Oro Negro consiguió su fondeo para operar con créditos negociados por el fondo de Singapur Temasek y Citigroup, defraudado por Oceanografía.