Ismael “El Mayo” Zambada García, considerado uno de los más importantes líderes dentro del Cártel de Sinaloa, ha conseguido escapar del radar que las autoridades federales han puesto a los principales capos.
Si bien es cierto que el gobierno mexicano ofrece desde el año 2009 una recompensa de 30 millones de pesos a quien proporcione datos que puedan dar con su captura, y que el gobierno de Estados Unidos estableció desde el año 2008 una compensación de 5 millones de dólares para dar con su paradero, también es cierto que no ha trascendido un operativo oficial para su detención.
No ha pasado así con todos los que fueron su socios, la mayoría de ellos anulados por la acción oficial. Contra Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”, se conoce de seis operativos de captura. Contra Ramón Arellano Félix se sabe de cinco acciones conjuntas con las que pretendieron capturarlo en su momento. En tanto que contra Alfredo, Arturo y Héctor Beltrán Leyva la Federación habría lanzado 11 operativos para su captura.
En los registros públicos de la Marina, Policía Federal, Ejército y PGR, consultados por Reporte Indigo, no se registra ningún operativo encaminado a la captura de “El Mayo” Zambada en los últimos cinco años.
En cambio, contra “El Chapo” Guzmán, solo en los últimos tres meses, tras su fuga del Penal del Altiplano, se hicieron por lo menos 12 acciones oficiales para su detención.
En la misma condición se encuentra Rafael Caro Quintero, el prófugo por quien el gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de 5 millones de dólares. Contra el capo de Guadalajara, las Fuerzas Federales han instrumentado, en el último año, al menos cinco acciones oficiales para lograr su captura, sin resultados.
De esa forma, “El Mayo” Zambada, desde algún punto del territorio nacional, ha visto a través de los medios de comunicación, cómo se ha dado la detención de sus principales socios en los últimos 20 años, pero a él no se le ha buscado de manera formal.
De acuerdo a datos de la Procuraduría General de la República (PGR) “El Mayo” se encuentra activo en el narcotráfico desde 1964.
Nexos con todos los cárteles
Documentos públicos de la DEA, refirieren que Ismael Zambada García, tras ser miembro del cártel de Pedro Avilés Pérez, pasó a formar parte de la estructura que integró Miguel Ángel Félix Gallardo, en donde se hizo del grupo que comandaba Amado Carrillo Fuentes, con fuertes nexos de amistad con el cártel de los hermanos Arellano Félix.
De hecho, a este narcotraficante se le atribuye el pacto de unidad que en algún momento mantuvieron todos los cárteles que resultaron de la división acordada del grupo de Miguel Ángel Félix Gallardo, entre ellos los cárteles de Juárez, de Tijuana y de Sinaloa, incluyendo el de los hermanos Beltrán Leyva.
A la fecha, aun cuando se le considera que pudiera ser el heredero de una fracción del cártel de Sinaloa, que mantuvo su hegemonía con Joaquín Guzmán Loera al frente, no existe ningún operativo oficial que pretenda su búsqueda, convirtiéndose de esa forma en el capo del narcotráfico más invisible para las últimas cinco administraciones federales, en donde ha pasado desapercibido.
“El Mayo”, con sus poco más de 50 años de labor en el narcotráfico, cobró notoriedad social en el año 2010, cuando el periodista Julio Scherer García logró entrevistarlo en algún lugar de la sierra de Sinaloa, en un encuentro cuestionado desde el interior de los órganos de inteligencia del Gobierno federal.
Tras la entrevista con el reconocido periodista, “El Mayo” Zambada se posicionó como el líder del cártel de Sinaloa, disputando mediáticamente la figura rectora que ya se le atribuía dentro de esa organización al propio Joaquín Guzmán Loera, quien -años después- desde su celda en la cárcel de Almoloya negaría la posibilidad de cederle esa posición.
El posicionamiento que le otorgó la entrevista de Scherer García a “El Mayo” Zambada hizo parecer que el Cártel de Sinaloa estuviera regido por dos liderazgos; el de él y el de “El Chapo” Guzmán.
Pero de acuerdo a la versión de Guzmán, contada a sus compañeros del área de tratamientos especiales de la cárcel de Almoloya, él era el único que mantenía el control al interior del cártel aún desde prisión.
Un pez en el agua
Analistas del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), hablando de forma personal, atribuyen la falta de interés oficial en la captura de “El Mayo” Zambada a su bajo perfil, pues en realidad su presencia mediática no es tan intensa como la que en su momento pudo lograr el mismo “Chapo” Guzmán o Ramón Arellano Félix.
En algunos círculos de inteligencia federal no se descarta la posibilidad de que la inapetencia del Estado para la captura de Zambada pudiera partir de una buena relación con funcionarios de primer nivel en los mandos de seguridad nacional, relaciones que ciertos analistas consideran que en algún momento pudieron haber llegado hasta la oficina de la presidencia de la república.
Un tercer factor, por el que se considera que no existe interés del Estado para la detención de Zambada, es la labor de cohesión que ha sabido mantener con los integrantes de otros cárteles, en donde se asegura que se ha mostrado interesado por el diálogo y la negociación antes que por la confrontación.
Esa negociación con cárteles como el de los Zetas, Del Golfo y Jalisco Nueva Generación, es lo que le ha permitido a Zambada ser considerado como un “objetivo discreto” para el Gobierno federal, además de permitirle tener presencia en el trasiego de drogas en regiones de Michoacán, Guerrero, Colima, Jalisco, Quintana Roo y Nuevo León.
Fuera del radar
En los registros públicos de la Marina, Policía Federal, Ejército y PGR, consultados por Reporte Indigo, no se registra ningún operativo encaminado a la captura de “El Mayo” Zambada en los últimos 5 años.