El misterioso señor Peña
Sabemos que su libro favorito es la Biblia, que su padrino político es Arturo Montiel, que es fan de los compromisos y que está casado con una de las actrices de telenovela más exitosas de Televisa.
Pero estos son sólo detalles que no profundizan en las políticas que, de llegar a la presidencia, Enrique Peña Nieto aplicará en el país.
Parece increíble que pese a ser el hombre del que más se ha hablado en México durante este año y tras meses en el ojo público, Peña Nieto sigue siendo una incógnita.
Esteban Castro
Sabemos que su libro favorito es la Biblia, que su padrino político es Arturo Montiel, que es fan de los compromisos y que está casado con una de las actrices de telenovela más exitosas de Televisa.
Pero estos son sólo detalles que no profundizan en las políticas que, de llegar a la presidencia, Enrique Peña Nieto aplicará en el país.
Parece increíble que pese a ser el hombre del que más se ha hablado en México durante este año y tras meses en el ojo público, Peña Nieto sigue siendo una incógnita.
El Dr. Rogelio Hernández, investigador del Colegio de México, ve difícil saber cómo sería la presidencia de Peña Nieto a partir de diciembre.
“No sabemos lo que va a ser. No tenemos elementos suficientes. No sabemos ni cómo va a gobernar, no sabemos ni quien va a ser su gabinete, no sabemos cuáles van a ser los procedimientos de acción. Tenemos muchas incógnitas para poderlo establecer”, dice en entrevista con Reporte Indigo.
“Es una apuesta difícil de hacer porque no tenemos suficientes elementos para mostrar cómo se va a comportar…Yo creo que hay que guardar muchas reticencias, hay que ser muy precavidos respecto de una posible presidencia de Peña Nieto”.
Peña a futuro
Para el investigador existen dos razones que hacen complicado un prospectiva del candidato priista: No hay cómos en los planes de Peña Nieto y no se pueden hacer predicciones a nivel nacional basados en resultados estatales de gobierno.
El político mexiquense “hizo muchas promesas, hizo demasiados compromisos, no nos dijo – ni él, ni los demás- cómo hacerlo. Entonces tenemos sólo muchas ofertas pero no tenemos el procedimiento”, argumenta el investigador del Colmex.
“Tampoco es posible hacer una predicción en función de su comportamiento cómo gobernador porque fueron condiciones muy distintas. Gobernar un estado de la república, por más grande que sea, no es de ninguna manera lo mismo que gobernar un país”, dice el académico, “Peña Nieto cómo presidente va a tener que enfrentar no solamente al congreso, que ya sabemos, no tiene mayoría clara de ningún partido, sino que también va a tener que enfrentar una multiplicidad de gobernadores de orígenes muy diversos que le van a complicar mucho la vida”.
Sin embargo, y pese a la incertidumbre, la idea de una presidencia catastrófica es algo que se encuentra lejos de la realidad. Para el Dr. Hernández, la sociedad mexicana ha avanzado lo suficiente en los últimos veinte años para evitar una regresión antidemocrática total.
“Yo creo que Peña Nieto tiene muchos desafíos de por medio y no podemos hacer una gran predicción de cómo se vaya a comportar. Ni buena, ni mala. Me adelanto, porque ya sé que hay algunos que piensan que esto va a ser un desastre. No comparto la idea, simplemente creo que es difícil hacer una predicción sobre lo que vaya a ocurrir”.
México, tenemos un problema
¿Cuál es el mayor problema del sistema electoral nacional?
Para el Dr. Hernández es que la superficialidad de las campañas y lo poco que te permiten conocer las políticas de los candidatos.
“El sistema electoral nos da imágenes muy superficiales de los candidatos y por eso que no podemos saber cómo se van a comportar, sólo lo que podemos hacer es conjeturar en base a experiencia anteriores”.
Para el investigador esto es un grave problema. “El sistema electoral mexicano está basado sobre una competencia donde cada candidato se presenta más que con ideas, con propuestas para convencer a la gente y sobre todo para apelar a sentimientos específicos para ganar el poder”.
Esto nos deja sin defensas ante una lluvia de promesas que no tienen fondo
“No tenemos como mexicanos un mecanismo mediante el cual los candidatos nos muestren su verdadera faceta y comportamiento”, cree el Dr. Hernández.