Rehabilitación de Calzada México-Tacuba: un daño a la movilidad peatonal
En la Calzada México-Tacuba se construyó una infraestructura vial que afecta la movilidad peatonal y abre el debate sobre cómo debe ser el nuevo diseño urbano de las avenidas y calles de la capital del país
David MartínezNuevos muros en la Ciudad de México se han levantado en perjuicio de los peatones. En la calzada México-Tacuba, desde hace aproximadamente un año, comenzó la rehabilitación de la avenida que incluye tanto el asfalto como las banquetas y los camellones.
Actualmente, las obras ya están por concluir, pero tanto activistas como peatones consideran que la rehabilitación en realidad es un muro que impide la movilidad de los transeúntes y los pone en riesgo.
A lo largo de la calzada, desde la Escuela Nacional de Maestros hasta la calle de Rosales, se ha levantado un camellón de aproximadamente 40 centímetros que es hueco por dentro y en algunos tramos ya se le ha colocado tierra y plantas.
Los cruces de personas están marcados en los semáforos y están estrictamente delimitados, es decir, son espacios reducidos en los que deben atravesar las avenidas.
Si alguien quiere atravesar un poco antes, no puede a menos de que brinque el camellón de 40 centímetros, distancia difícil de subir para una silla de ruedas o una persona con muletas.
Por lo anterior, activistas consideran que dicha infraestructura es un muro porque limita la movilidad peatonal y afecta su seguridad.
También atribuyen el problema a que la dependencia encargada de las obras carece de los conocimientos para modificar las vialidades conforme a las necesidades de los más vulnerables.
Mientras que vecinos dicen que las obras han complicado sus cruces de una acera a otra.
Cabe señalar que el plan, de acuerdo con la información publicada por las autoridades, tiene el objetivo de reordenar el comercio en vía pública, recuperar los puntos icónicos o históricos y mejorar la movilidad.
Cruce complicado en Calzada México-Tacuba
Alejandra Rangel vive en la colonia Santa María la Ribera atravesando el tramo de la Calzada México-Tacuba, que también es conocido como la Ribera de San Cosme, y en las mañanas y las noches la cruza para ir a trabajar a una tienda que está en la colonia San Rafael.
La mujer ha visto la principal afectación en las horas de mayor tránsito, como a las 9 y a las 6 de la tarde, cuando los espacios designados para cruzar se llenan.
“Antes si había mucha gente esperando cruzar te ibas a un lado donde no había tantas personas en el camellón, pero ahorita con la ‘bardita’ que hicieron es más difícil, se llena mucho y te tienes que subir pero no todas las personas pueden”, menciona.
Por otra parte, considera que si alguien trae prisa y está a media cuadra, se le hará más difícil cruzar aunque no haya coches. “El camellón de antes como sea te dejaba atravesar fácilmente, ahorita casi casi tienes que saltar”, refiere.
Además de lo mencionado por la vecina, durante un recorrido, Reporte Índigo observó que varios cruces peatonales a la altura del mercado de San Cosme fueron bloqueados por la nueva infraestructura: hay cebras peatonales en el asfalto que ya no llegan al otro extremo, el muro de concreto las tapa.
Dilema de movilidad y seguridad
Existen posturas encontradas en la rehabilitación de la Calzada México-Tacuba, debido a que hay un argumento técnico para hacer así las obras, sin embargo, en términos de seguridad vial e infraestructura urbana es inadecuado, dice Xavier Treviño, fundador de Céntrico y especialista en movilidad y seguridad vial.
Por una parte, detalla, hacer dichos “muros” y jardineras a más de 30 centímetros del piso, corresponde a que por abajo pasa la Línea 2 del Metro y si se quiere poner vegetación, debe ser elevado para no tapar los respiraderos.
Además, menciona, el reglamento de tránsito dice que el cruce de peatones debe de ser en las esquinas de las calles.
No obstante, en términos de seguridad vial y urbanismo, es mejor que los peatones puedan cruzar por cualquier lugar de la avenida, tomando en cuenta que son el grupo prioritario en la pirámide de la movilidad y que atravesar en medio de las calles es más seguro.
“Lo que pasa es que las personas cruzan las calles por todos lados y es más seguro así porque en los semáforos dan vuelta los autos y es más peligroso, además, un peatón al atravesar por en medio tiene más margen de visibilidad para observar los coches”, explica.
En este sentido, considera incorrecto que haya barreras para el libre cruce de peatones y es por lo que hay dos posturas encontradas.
Ante esto, dice, la entidad encargada de hacer las obras, Sobse debe modificar sus proyectos y lineamientos para la construcción de infraestructura y así evitar que los usuarios más vulnerables de la vía, los peatones, se vean afectados.
“No podemos tener más calles que no sean accesibles para todos”, asevera.