Las autoridades federales como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se lava las manos tras la autorización del cambio de uso de suelo de poco más de 58 hectáreas que el pasado mes de octubre fueron aprobadas por dicha autoridad.
Ahora la Semarnat señala al municipio de Zapopan como el único responsable sobre lo que ahí se construya.
La autoridad federal privilegió la inversión económica en la zona antes que la conservación del medio ambiente.
Zapopan por su parte se mantiene al margen de la defensa; pareciera que el proyecto está en pausa, sin embargo, el municipio ha aplanado el camino a los desarrolladores para que el proyecto Mirasierra se construya, al menos por partes.
El municipio autorizó mediante los nuevos planes parciales –aprobados en septiembre de 2012- por lo menos 20 proyectos de cambio de uso de suelo en la zona.
Además de vialidades, servicios y equipamiento urbano para una población que crecerá de poco más de 9 mil habitantes actuales a 13 mil 600 en 2030, según indica el documento.
El aumento de población pareciera menor considerando que el proyecto inicial del Mirasierra era de 22 mil viviendas nuevas.
Sin embargo también existe la posibilidad de que el gran complejo inmobiliario de más de 444 hectáreas podría dividirse en pequeñas fracciones que serán construidas y urbanizadas en los próximos años, como una nueva estrategia de la empresa.
Pero para la Semarnat la decisión de liberar el uso de suelo de 58 hectáreas es un asunto del pasado y en nada afecta a la dependencia, pues a partir de ahora todo recae sobre el municipio zapopano.
No obstante, de las casi 60 hectáreas liberadas, 16 corresponden a la zona natural protegida, mientras que las otras 44 hectáreas más no están dentro de ese catálogo.
El subdelegado de gestión para la protección ambiental y recursos naturales, Isidro Lucio Virrueta, refiere que la Semarnat consideró que el proyecto no pone en riesgo la biodiversidad. Ni va a generar erosión del suelo.
Tampoco va a afectar los mantos acuíferos de la zona. Pero lo más importante, “el proyecto va a ser económicamente más viable a como se encuentra en este momento”, apunta el entrevistado.
“La Semarnat solamente tiene competencia federal en terrenos federales, al final la autoridad municipal tiene la última palabra si autoriza o no un determinado fraccionamiento.
“Ellos son los dueños del territorio, nosotros solamente regulamos la materia Federal”.
El proyecto de cambio de uso de suelo y la manifestación de Impacto Ambiental fue presentada en la Ciudad de México el pasado mes de junio.
Su aprobación ahora afecta 25 hectáreas de matorral subtropical, 16.5 hectáreas de huizaches, 16.2 hectáreas de bosque de encino y 0.31 hectáreas de bosque de galería
Ante la afectación ambiental la dependencia federal exigió la reparación del daño.
Por cada hectárea afectada el solicitante debió pagar tres veces su valor.
En este caso, la empresa Mirasierra pagó al Fondo Forestal un total de 2.5 millones de pesos por poco más de 174 hectáreas de afectación.
Ahora, con la liberación del uso de suelo, el municipio no tiene opción para negar permisos de construcción en ese polígono.
Zapopan quiere desarrollar
Los planes parciales de desarrollo fueron aprobados en los últimos días de la administración de Héctor Vielma y pasaron por el pleno sin generar mayor discusión.
Pero una serie de inconsistencias del documento y argumentos que esgrime la autoridad en dichos planes parciales dejan entrever que el Proyecto Mirasierra sigue siendo prioritario para el municipio.
Entre los objetivos del Plan de Desarrollo Urbano para la zona está “el contribuir en el medio ambiente de la planeación para que Zapopan se convierta en una ciudad ambientalmente saludable, socialmente inclusiva y económicamente productiva”.
El municipio señala que en El Nixticuil debe generarse “una red de espacios verdes abiertos que permitan interconectar el área natural con los distritos colaterales”.
Para la administración de Zapopan, el Distrito 12, El Nixticuil, es una zona de “amortiguamiento” entre el área urbana y el área rural de Zapopan.
Poco se dice de sus características como área de reserva natural, pese a que mil 500 hectáreas son de área natural protegida.
Por considerarla un área de amortiguamiento, el plan parcial considera que sí se puede urbanizar y asegura que el municipio regulará las “intensidades del distrito mediante viviendas con baja densidad”.
En el mismo documento se aclara que durante la consulta pública del plan parcial, se solicitaron por lo menos 20 cambios de uso de suelo.
Pero mañosamente solo se da informes de 10 proyectos de cambio de uso de suelo. De la otra decena de solicitudes no se habla.
Destaca que uno de los cambios aprobados es de un terreno catalogado como de comercio y servicio distrital a uno de uso habitacional con densidad 4, la más alta.
En el documento se hace mención que no hay servicios suficientes para la población que se espera atraer en la zona. De hecho refiere que solo el 45 por ciento de la población ahí asentada está conectada al servicio de agua potable. De las demás viviendas “no se tiene información de cómo se hace llegar el agua” dice el texto.
El Comité Salvabosque ha denunciado que con la construcción total del proyecto Mirasierra se permitirá la extracción de nueve millones de metros cúbicos de agua para abastecer la zona.
Con la aprobación del cambio de uso de suelo de Semarnat y la modificación de los planes parciales el bosque El Nixticuil se mantiene sin defensa.
Ahora cualquiera podrá argumentar que el espacio puede ser urbanizado para cualquier tipo de negocio, incluso para Industria Mediana y de Riesgo Medio (I2) y/o Parque Industrial Jardín.
Incendios que no paran
Tras la aprobación del cambio de uso de suelo y la modificación a los planes parciales, una serie de incendios han acosado la zona de El Nixticuil.
En el mes de diciembre, por lo menos nueve incendios provocados acabaron con 14 hectáreas del bosque.
Con dichos incendios suman ya 113 fuegos que deliberadamente se ocasionan en la zona y que han causado daños ambientales en más de 291 hectáreas desde 2007 a la fecha.
Ante el acoso constante en el bosque, algunas quejas fueron presentadas ante la Semarnat a fin de que se reconsiderara el cambio de uso de suelo.
Sin embargo, la autoridad federal asegura que los últimos incendios no se ocasionaron en las zonas en donde se aprobó el cambio de uso de suelo y por tal motivo la autoridad no puede actuar.
El subdelegado de gestión para la protección ambiental y recursos naturales, Isidro Lucio Virrueta, asegura que se pidió información a otras dependencias federales de medio ambiental y ninguna generó información sobre los recientes fuegos en la zona.