El nuevo equipo
El Banco de México tendrá su primera reunión de política monetaria del año con dos nuevos miembros, los cuales se espera den continuidad a la agenda del organismo central, el cual se podría estar preparando para bajar la tasa de referencia en los próximos meses ante una menor inflación
Nayeli Meza Orozco[kaltura-widget uiconfid=”39952882″ entryid=”0_4mks6hux” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /]
Todas las sillas están ocupadas. La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) realizará este jueves su primera reunión del año con dos personajes recién llegados al organismo autónomo: los subgobernadores Gerardo Esquivel y Jonathan Heath.
El anuncio será similar al que hace días realizó la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que se abstuvo de realizar ajustes a su política monetaria argumentando que el mercado laboral estadounidense continúa fortaleciéndose y la actividad económica crece a un ritmo sólido.
Con esto, Banxico mandaría la señal de que el ciclo alcista en el encarecimiento del dinero llegó a su fin a pesar de que la incertidumbre aún persiste entre los integrantes del sector privado nacional y extranjero.
Gabriela Siller, economista en Jefe de Banco Base, explica que la decisión que se tome en el edificio ubicado sobre la Avenida 5 de Mayo respondería a que durante la primera quincena de enero la inflación en México registró un incremento por debajo de lo esperado y la Fed ha dado señales de que no realizará más incrementos en las tasas de interés, al menos durante los primeros seis meses de este año.
“Este conjunto de factores juegan a favor para que Banxico mantenga una postura similar a la del banco central de Estados Unidos, aunque la Junta de Gobierno se mantendrá atenta a los factores de riesgo tanto internos como externos que puedan generar presiones a la inflación”, precisa la economista.
Durante los primeros 15 días de enero, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) sorprendió al mercado al ubicarse en 4.52 por ciento anual, dato menor al estimado por analistas y debajo de lo reportado en la segunda mitad de diciembre, aun con el retraso en el suministro de combustible en algunas entidades y el incremento del salario mínimo general en estados fronterizos.
Asimismo, la apreciación de alrededor de 3 por ciento en lo que va del año que ha experimentado el peso frente al dólar también jugará un papel importante en el anuncio del instituto central.
Analistas de Citibanamex esperan que Banxico adopte una postura más flexible durante la primera reunión y prepare el terreno para que antes de que termine el año anuncie dos recortes de 25 puntos base en la tasa de referencia.
Si esto ocurre, la tasa se ubicaría en un nivel de 7.75 por ciento al cierre de este año. De 2015 a diciembre de 2018, Banxico ha mantenido una racha alcista, prueba de ello es que la tasa pasó de 3 a 8.25 por ciento.
Sin embargo, la inflación se mantiene como una moneda en el aire, pues aún frente al actual escenario económico, un grupo de analistas de CIBanco ven poco probable que la inflación se acerque a la meta del organismo encabezado por Alejandro Díaz de León.
Cade destacar que en los últimos siete meses del año pasado, esta permaneció fluctuando dentro de un rango de 4.6 por ciento a 5.0 por ciento, por arriba del objetivo de Banxico.
Jorge Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco, manifiesta que la renovación en la Junta de Gobierno provocará una reconfiguración, aunque descarta que ocurra algún cambio radical en las posturas y advierte que si algo puede provocar un desequilibrio son las medidas que el Gobierno federal tome durante los siguientes meses.
¿Halcones o palomas?
La “escoba” Cuarta Transformación, como la suele llamar el presidente Andrés Manuel López Obrador, también barrió las escaleras del banco central al decirle adiós a los egresados del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Las designaciones de Gerardo Esquivel y Jonathan Heath como subgobernadores de México sacudieron el historial de integrantes de la Junta de Gobierno que había estado integrada, en su mayoría, por el bloque de “itamitas”.
Ambos nombramientos fueron aprobados por el Pleno de la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión el pasado 23 de enero.
La antesala de la llegada a Banxico de Gerardo Esquivel y Jonathan Heath, economistas de la UNAM y la Universidad Anáhuac, respectivamente, tuvieron un sabor agridulce, ya que algunos especialistas cuestionaron sus futuras decisiones dentro de las oficinas del edificio ubicado en la Colonia Centro en la Ciudad de México.
Sin embargo, poco a poco las dudas se fueron despejando, ya que ambos se dieron a la tarea de promover un discurso en defensa de la autonomía de Banxico y mejorar su imagen para hacerlo más transparente para todos los mexicanos.
“Se les criticó mucho, pero ambos son extraordinarios economistas y cada uno cuenta con las habilidades necesarias para ser subgobernador. Con su llegada, dudo que vaya ocurrir un cambio drástico en las decisiones que se tomen”, dice Gabriela Siller, economista en Jefe de Banco Base.
En este momento la mayor inquietud que surge es el papel que tomarán si como halcones o palomas.
Este esquema es muy popular, sobre todo, en Estados Unidos, ya que la Fed tiene el mandato dual de mantener la inflación baja y lograr el máximo empleo, a diferencia de Banxico que cuenta sólo con uno, que es preservar la estabilidad de precios, es decir, mantener el poder adquisitivo de la moneda.
El banco central estadounidense es conducido por la Junta de Gobernadores integrado por siete miembros nominados por el presidente y confirmados por el Senado, incluido su actual presidente Jerome Powell.
Especialistas coinciden en que los subgobernadores Irene Espinosa y Javier Guzmán son los halcones de la Junta, mientras que el gobernador Alejandro Díaz de León prefiere adoptar una postura similar a la de sus homólogos en los otros bancos centrales: ser más como un búho que sepa identificar los principales desafíos para orientar la política monetaria hacia el objetivo establecido.
Por el contrario, Esquivel y Heath pueden convertirse en las palomas del grupo y mantener una postura más laxa.
Al menos por ahora, Jorge Sánchez, director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), prefiere dar el beneficio de la duda y destacar la trayectoria de ambos.
“Son economistas bastante responsables que se han comprometido a defender la autonomía y el mandato único del organismo. Más que un contrapeso, le pueden dar una nueva visión a la Junta de Gobierno y equilibrar el rumbo de la política monetaria”, agrega el especialista.
Para Jonathan Heath la enmienda puede ser un poco más sencilla, ya que, a pesar de ser un aliado del presidente de México, ha marcado distancia del Gobierno federal.
Por el contrario, Gerardo Esquivel probablemente tendrá que lidiar con más desafíos, ya que el economista acompañó a López Obrador desde su gestión como jefe de Gobierno de la Ciudad de México y fue su asesor externo durante la última contienda presidencial.
La ruta de Banxico
La primera reunión de la Junta de Gobierno se da en momentos en que la moneda mexicana atraviesa por una buena racha y la inflación se mantiene estable, aunque lejos de la meta objetivo del banco central.
De manera externa, la decisión de política monetaria de la Fed durante la semana pasada atrajo el apetito de riesgo de los inversionistas internacionales y prepondera un cierto grado de optimismo ante la posibilidad de que Estados Unidos y China finalmente alcancen un acuerdo que ponga fin a su disputa comercial.
No obstante, el tono más neutral de Banxico y una posible reducción en las tasas de interés respondería a una perspectiva más pesimista para el crecimiento económico de Estados Unidos y, en consecuencia, de México.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) nacional será de 2.1 por ciento desde el 2.5 por ciento estimado en su reporte de octubre del año pasado.
Este ajuste está en línea con las expectativas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Banco Mundial (BM).
“Ante el riesgo de que ocurra una recesión, Banxico se vería obligado a bajar su tasa de referencia, pero esta percepción puede cambiar en cualquier momento. Algo que ayudaría a frenar el impacto es que el gobierno cumpla con su promesa de no elevar los niveles de endeudamiento del país”, precisa Jorge Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco.
Aun si Banxico cumple con los pronósticos y relaja su postura monetaria, los especialistas consideran que puede dejar abierta la puerta para hacerlo más adelante si la inflación mantiene un sesgo al alza durante los siguientes meses a causa de factores internos y externos.
En el caso de los riesgos internos destaca una posible afectación por el retraso en el suministro de la gasolina y una mayor pérdida de confianza en el país por la creciente preocupación entre inversionistas y empresarios sobre las políticas impulsadas por el gobierno, así como la situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Destaca el tema de la petrolera, pues se ha convertido en el talón de Aquiles del gobierno y si no logra resolver esta situación en el corto plazo corre el riesgo de un mayor deterioro de su calificación.
Respecto a los factores externos destaca el conflicto entre el presidente Donald Trump con los demócratas por la construcción del muro fronterizo con México, una depreciación en el peso frente al dólar y la posibilidad de una recesión en Estados Unidos.
Ante la falta de fuentes internas de crecimiento, la actividad económica de México dependería del desempeño económico de Estados Unidos.
Las expectativas de crecimiento para el país vecino del norte para este año de Citibanamex se redujeron de 2.8 a 2.6 por ciento enfatizando que la producción industrial (el sector más relevante para el crecimiento en México) se desaceleraría en mayor medida a 0.9 por ciento anual hacia el cuarto trimestre de 2019.
Frente a este escenario, Jorge Sánchez, director del Programa de Investigación Aplicada de Fundef, comparte que la ruta que Banxico trace durante este año será crucial para cumplir con su objetivo. Sin embargo, al comparar el actual panorama con años anteriores se muestra más optimista.
“Los primeros seis meses de este año no serán tan desafiantes, pero habrá que esperar a ver las decisiones que se tomen y cómo esto puede afectar a la inflación”.