El otro plantón

Las afectaciones provocadas por el plantón de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en el Zócalo no terminaron con su desalojo; continúan a través de la Policía Federal y el Ejército Mexicano.

Y es que desde el pasado viernes, fecha en que el Gobierno Federal implementó un operativo para sacar a los maestros de la Plaza de la Constitución, la zona sigue acordonada.

Por eso la ciudadanía no puede utilizar la estación Zócalo del Sistema de Transporte Colectivo Metro, tampoco pueden deambular por el corazón de la ciudad y los establecimientos mercantiles continúan reportando bajas en sus ventas. 

El motivo por el cual quitaron a la CNTE del Zócalo —tras 127 días de plantón— fue el grito de Independencia que dio el presidente de la República, Enrique Peña Nieto desde el balcón de Palacio Nacional.  

A lo largo del fin de semana pasado, los dirigentes del movimiento opositor a la reforma educativa amagaron con regresar el plantón a su lugar original: hasta que el Gobierno Federal derogue las leyes en la materia.

Por eso, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) y la Secretaría de Gobernación acordaron restringir el paso al primer cuadro de la ciudad, donde converge la Catedral, Palacio Nacional y el Antiguo Palacio del Ayuntamiento.

¿El motivo?, ahora garantizar que el jefe del Ejecutivo Federal pudiera realizar, sin ningún contratiempo, la ceremonia luctuosa del  28 aniversario del terremoto de 1985.

Por eso desde el viernes pasado, el Sistema de Transporte Colectivo Metro informó a los usuarios que no habría servicio en la estación Zócalo; obligó a quienes trabajan en la zona a caminar más de lo habitual.

Cientos de vallas metálicas fueron instaladas por elementos de la Policía Federal y el Ejército Mexicano. Y para pasar, es necesario acreditar ante los uniformados que hay un motivo de peso.

Al respecto, diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) manifestaron su molestia con las autoridades federales, pues para accesar a sus oficinas tienen que demostrar quiénes son.  

En diversos recorridos se pudo constatar que aun después de que se realizó la ceremonia conmemorativa al temblor que sacudió la capital del país hace 28 años, no había paso para el Zócalo.

“Es indignante que nos sigan obstruyendo el paso. Primero fueron los maestros y ahora la policía”, dijo Arturo Bravo, un señor de edad avanzada que pretendía comprar oro en los portales de Plaza de la Constitución. 

Como la de él, se han registrado muchas quejas ciudadanas por el servicio parcial del Metro y las restricciones peatonales que enfrentan desde hace un mes.  

Don Joaquín, un empleado de un negocio de helados, asegura que en esta temporada se registran ingresos que oscilan entre los 25 mil pesos mensuales, pero con los maestros primero y ahora los policías federales, no llegará ni a los 12 mil pesos.

El impacto económico

De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) las pérdidas monetarias durantes los 23 días que mantuvo asfixiada la CNTE al corazón de la ciudad son de 260 millones de pesos.

Así lo aseguró el titular de la dependencia, Salomón Chertorivski, tras anunciar que el GDF abrió una línea de crédito emergente por 10 millones de pesos para reactivar la economía de los negocios afectados por las protestas.

“Los créditos van de los 5 mil a los 500 mil pesos y tienen la finalidad de atender todas las solicitudes que nos han hecho. Específicamente son créditos para recuperar el flujo de caja”.

En entrevista, detalló que la dependencia está abriendo esta línea de crédito proveniente del Fondo para el Desarrollo Social de la Ciudad de México (Fondeso) para salir de la coyuntura.

“Estamos trabajando con la Secretaría de Finanzas para determinar el tema de estímulos fiscales que se aplicarán y los requisitos para los comerciantes que entren en esto”.

En su explicación, y atendiendo el mensaje que emitió el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera de apoyar a los afectados por las marchas, sostuvo que también se otorgará el seguro de desempleo.

Ahí se le cuestionó sobre las afectaciones que ha provocado el Ejército Mexicano y la Policía Federal con las restricciones al Zócalo, tema del cual no proporcionó datos a los reporteros de la fuente.

“Lo que tenemos es que las afectaciones pueden estar llegando alrededor de 260 millones de pesos, en total, del 20 de agosto al día 13 de septiembre”.

Pero de acuerdo con dueños de los establecimientos afectados por la zona, las pérdidas después del desalojo son las mismas: es decir, un aproximado de 11 millones de pesos por día.

Por último acotó: “Se aplicarán condonaciones a aquellas personas físicas y morales obligadas al pago del Impuesto sobre Nóminas. Se considerará el Impuesto sobre la prestación de servicios de hospedaje, con el objetivo de que estos establecimientos (hoteles) retomen sus actividades de promoción turística de la zona”.

Ayuda complicada

Para apoyar con víveres a los afectados por los huracanes “Manuel” e “Ingrid”, el Gobierno de la cuidad y el Federal establecieron seis centros de acopio en la plancha del Zócalo. Son atendidos por el Gobierno del DF, la Policía Federal, el DIF nacional, la Secretaría de Gobernación, el Ejército y la Marina. Para acceder a ellos es necesario pasar los filtros del Estado Mayor Presidencial.

Y es que para ingresar al primer cuadro, los ciudadanos deben demostrar que llevan víveres, puesto que hasta el cierre de esta edición,  el cerco de vallas continuaba en la Plaza de la Constitución.

“Nosotros comenzamos a recibir el apoyo hoy, y hasta este momento han venido 24 personas, pero nosotros ya traíamos despensas que armamos con el apoyo de los compañeros”, dijo la oficial Mateos, de la Policía Federal.