‘El partido que se está devorando a sí mismo’

http://youtu.be/7_TMo7NW3fI

El PAN acaba de cumplir 75 años, pero esta vez no está de fiesta.

Y es que ningún panista podría negar que el PAN ya no es el mismo. 

En entrevista Luis Felipe Bravo Mena dice que porque “algunos de los que militan el PAN, ya no tienen nada qué ver con la cultura política del panismo”. 

En su libro, “Acción Nacional, ayer y hoy, una esencia en busca de futuro” bajo el sello de Grijalbo, el panista recorre la historia de su partido, de sus glorias y de sus crisis, para hacer un llamado a la conciencia de los afiliados, y revertir un proceso en el que la “serpiente (panista) empieza a devorarse por su cola”. 

El expresidente del PAN habla para Reporte Indigo. 

> ¿Por qué hacer un libro sobre la historia del PAN? Bravo Mena nos da dos razones.  

“La primera, porque se cumplían 75 años de Acción Nacional y me pareció oportuno hacer una reflexión profunda, cariñosa, al Partido. Pero a la vez autocrítica.

“La segunda, porque después de haber tenido la oportunidad de militar en el PAN durante 44 años, desde la infantería juvenil hasta la jefatura nacional, y haber vivido en este arco de tiempo cosas muy importantes en la vida del Partido y de México, –toda la transición democrática, todas las grandes campañas de los 80– pues creía yo que le debía al Partido un poco de memoria sobre esto. Ponerlo en blanco y negro, y también me lo debía mí mismo, porque yo tenía ganas de decirlo y contarlo”. 

Una historia de crisis y reacciones…

Bravo Mena hace un recuento de los momentos críticos de su partido desde su fundación, y explica: 

 “El primer gran momento crítico del Partido diríamos que fue después de esos primeros 10 años desde su fundación, cuando el fundador Gómez Morín dejó la presidencia y entonces hubo que hacer la entrega de la estafeta a una nueva generación de dirigentes, y estos nuevos dirigentes se encontraron justo en el momento en que el sistema político de la posrevolución estaba en plenitud autoritaria. 

“Segundo gran momento difícil: la crisis de 1963. 

“Cuando después de muchos años de batalla y de muchas campañas y de grandes fraudes electorales, en el Partido se instaló una reflexión: ¿Bueno, tiene caso seguir? ¿O qué camino tenemos que seguir para abrir el camino de la democracia en México?

“Entonces en el PAN se abrió una discusión muy profunda entre los que decían: hay que seguir picando piedra, esto se va a abrir un día y no se va abrir si no participamos por la vía democrática, la vía legal, la vía como está diseñada desde el origen. Y otros decían: no, hay que pensar en una vía diferente. 

“La tercera gran crisis del PAN se produce en 1976.

“Es un choque frontal entre los que proponían que el PAN entrara ya a la huelga electoral.

“Se llamaban los “abstencionistas”. Decían: el gobierno no está dispuesto a reconocer victorias, no está dispuesto a caminar por la vía democrática. Nosotros le estamos haciendo el juego. Somos comparsas de este régimen antidemocrático, y el PAN lo que tiene que hacer es hacer huelga electoral. Conservarse como Partido, pero no ir a ninguna elección. Hay que abstenernos” (…).

Salinas sí los vio y los escuchó 

El reconocimiento del triunfo de Ernesto Rufo era la primera señal del compromiso del gobierno de que las cosas iban ser diferentes y que el acuerdo político del PAN con Salinas, para construir un camino de transición democrática pactada, se estaba cumpliendo. 

“La prueba inicial de que estábamos hablando en serio, porque otros presidentes de la República se habían comprometido a esto con el PAN en otros momentos. Lo cuento en el libro con todo detalle en el caso Christlieb.

“El PAN había venido invitando a la ciudadanía desde que nació, a que ejerciera sus derechos políticos y que ejerciera sus libertades.

“El PAN no es para los panistas, el PAN es una herramienta para los ciudadanos, que los ciudadanos deben usar para la libertad, para la democracia, para la justicia. Es el concepto del PAN.

“De manera que en diversos momentos a veces hay una efervescencia cívica y entonces estos ciudadanos que sienten el llamado a hacer algo. A veces encuentran en el canal para hacer eso que quieren expresar”. 

Llegan los empresarios…

“Bueno, eso ocurre justamente en el momento en el que se produce una confrontación, una fricción entre ciertos segmentos del sector empresarial. Con el Gobierno de la República por la ruta económica que llevaba el país por decisiones muy equivocadas que hundieron la economía nacional y entonces muchos empresarios, que se habían evadido durante mucho tiempo del deber político, deciden hacer política y encuentran en el PAN un cauce. 

“Claro, cuando entran, pues no son panistas, porque nadie entra siendo panista cuando apenas entra. Se hacen panistas y te puedo decir que Clouthier, cuando ingresa al PAN, fue en la última etapa de su vida. El ingresa al PAN en 1984 y muere en el 89, fue cinco años panista, pero entregó todo, todo… familia, empresas, vida, entregó la vida en esto.

“Fue una militancia muy intensa y una militancia extraordinariamente panista.

“Claro, al principio no lo era. Yo estaba muy cerca de él. Yo fui su asesor político”.

Los que no querían a Fox 

La elección de Vicente Fox como candidato el año 2000 significó la confrontación de distintas corrientes panistas. Bravo Mena toca el tema de lo que hubo dentro del Partido y que concluyó con la decisión de elegir al que fuera el primer presidente emanado de las filas de Acción Nacional. 

“En el PAN siempre había habido competencia. Diego Fernández de Cevallos, Carlos Castillo Peraza mismo, no simpatizaba con esa idea (de que Fox fuera el candidato). 

“Felipe (Calderón) no lo veía ni bien ni mal. Le preocupaba simplemente como presidente del Partido que el candidato fuera por su vía, sin respetar los marcos institucionales y los tiempos del Partido. Pero todo mundo nos fuimos convenciendo de que estaba dado ya el liderazgo y vámonos por ahí. Así fue como sucedió”.

El mal: ganar a como dé lugar

“El PAN busca la victoria desde el primer día que nació y busca el poder porque es un diseño de Partido político para gobernar, pero en la esencia del PAN el poder es un medio, no un fin.

“El PAN busca el poder para cumplir los propósitos superiores que se dan en sus principios y en su doctrina y en su plataforma, no es el fin en sí mismo. 

“Hay un momento en el que en algunos segmentos del Partido, no en todos los militantes, el poder comienza a ser un fin por sí mismo. Y en ese momento hay que ganar a como dé lugar y en ese “a como dé lugar” se empieza a perder la esencia del PAN, la mística del PAN, el estilo del PAN, los valores del PAN, de suerte que entonces se empieza separar lo que yo llamo ‘el panismo del PAN’, la tesis central del libro, entre paréntesis. 

“Hoy podemos hablar de una estructura, de una organización, de una maquinaria electoral, pero el panismo es la cultura política que se generó, se trabajó, se pulió dentro de esta organización durante mucho tiempo y que significa una serie de valores, significó una serie de comportamientos. 

“Significa una serie de maneras de hacer la política. No como quiera que sea.  Una manera de hacer política muy específica. Es la cultura del panismo. 

“Lo que estamos viviendo y para mí esta es la esencia del problema hoy, de la crisis de hoy, es que este panismo, que es la esencia el PAN, empieza a tener un proceso de declinación muy fuerte, que hace que la estructura hoy se mueva por mecanismos y voluntades, que no respetan, ni tienen nada qué ver con la esencia del panismo.

“Entonces, ¿qué nos explica todas estas cosas vergonzosísimas que hoy vivimos? que nos despertamos con el Jesús en la boca, diría mi abuelita. Porque lo que leemos los periódicos todos los días es algo que no nos cabe en la cabeza. Eso está pasando…

“Bueno, cabe en la cabeza si se entiende este proceso, en el que los fines personales de algunos de los que militan en el PAN, ya no tiene nada qué ver con la cultura política del panismo.

“Si esto se acrecienta, lo que va a suceder lo digo allí, el PAN va a subsistir como organización, vamos a ver el escudo del PAN, candidatos del PAN, propaganda del PAN, pero ahí ya no habrá panismo. 

“Lo que vamos a ver es una organización. Quizá la franquicia en manos de unos vivales que lucran con el poder político o quizá un Partido comparsa como lo fueron el PARM, el PPS y algunos otros que por ahí andan que se venden al primer postor o una organización que por ahí se sirve solamente para colocar algunas gentes y tener unos puestecitos, pero ya no estará esta alma panista que fue lo que hizo grande al PAN y lo que lo llevó a ocupar un lugar en la historia de México como el factótum de la transición democrática. 

“¿Es insalvable? No. Yo creo que hay salida. Yo propongo caminos ahí para que esto se frene y para que esto recupere al PAN su panismo y se reencuentre con lo mejor de sí mismo.

“Yo cierro el libro con una frase muy dura que algunos me dicen: ‘Luis Felipe esta frase nos va a costar muy cara’.

“Pues no es mía, es de Carlos Castillo Peraza. Carlos Castillo Peraza decía que ‘un Partido sin alma se carcome a sí mismo y es una serpiente que se devora desde su cola’. Mi libro termina así”.