El paso sanguinario del capo Zeta por NL

Miguel Ángel Treviño Morales, el Z-40, fue el artífice de los días más oscuros por los que Nuevo León atravesó en los últimos dos años.

Al líder del Cártel de Los Zetas se le atribuyen algunos de los crímenes más atroces y sanguinarios que la entidad ha presenciado.

Mientras su organización se apoderaba del control territorial del estado y libraba una batalla con el antagónico Cártel del Golfo, el capo sembraba la muerte y el miedo entre la ciudadanía neolonesa.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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Miguel Ángel Treviño Morales, el Z-40, fue el artífice de los días más oscuros por los que Nuevo León atravesó en los últimos dos años.

Al líder del Cártel de Los Zetas se le atribuyen algunos de los crímenes más atroces y sanguinarios que la entidad ha presenciado.

Mientras su organización se apoderaba del control territorial del estado y libraba una batalla con el antagónico Cártel del Golfo, el capo sembraba la muerte y el miedo entre la ciudadanía neolonesa.

Entre los crímenes atribuidos al narcotraficante detenido están el ataque al casino Royale, narcobloqueos, la orden de arrojar torsos desmembrados en un poblado de Cadereyta, atentados al Consulado estadounidense y la matanza de reos en el Penal de Apodaca.

Las autoridades federales aseguraron que una célula bajo las órdenes del capo fue la que atacó el 25 de agosto de 2011 la casa de apuestas ubicada en Monterrey, donde murieron 52 civiles.

También fue el responsable de ordenar los narcobloqueos en las principales vialidades del área metropolitana de la capital, en los que aprovechó para colocar narcomantas que retaban a las autoridades.

Uno de éstos se dio el 24 de febrero del año pasado, durante el cambio de mandos de la Secretaría de Seguridad del Estado, cuando Treviño Morales presumió en uno de los mensajes que tenía el control de Nuevo León.

La acción ocurrió el día en que fue cesado Jaime Castañeda Bravo al frente de la dependencia y asumió su cargo el general retirado Javier del Real Magallanes.

Un bloqueo similar ocurrió el 27 de abril de 2011, en el centro de la ciudad.

Para demostrar que podía operar impunemente en la entidad, el Z-40 además ideó el ataque con granadas al Consulado de Estados Unidos en Nuevo León.

El desafío a la autoridad se consumó el 12 de octubre de 2008 por el entonces jefe de plaza en el estado, Sigifredo Nájera Talamantes, “El Canicón”, quien posteriormente fue capturado por el Ejército.

Treviño Morales asumió el liderazgo de la organización después de que el hidalguense Heriberto Lazcano Lazcano, “El Lazca”, murió durante un enfrentamiento con la Marina, el 7 de octubre de 2012.

Junto con “El Lazca”, el capo planearía y pediría arrojar 49 torsos desmembrados en la comunidad de San Juan, en Cadereyta, el 13 de mayo de 2012.

Además, a Treviño Morales se le atribuye haber orquestado la matanza de 44 reos del penal de Apodaca a manos de reclusos ligados con el Cártel de Los Zetas, ocurrida el 19 de febrero del año pasado.

El líder criminal fue uno de los fundadores de esta organización delictiva que nació como el brazo armado del Cártel del Golfo, ahora enemistados tras su ruptura.

Tras el rompimiento entre ambos cárteles, a finales de 2009, se desató una ola de violencia sin precedente que arrasó principalmente con el noreste del país, el principal centro de operaciones de la agrupación.

En este contexto despuntaron los homicidios, secuestros y extorsiones desde ambos frentes, donde la población civil fue la que resultó más afectada.

Una muestra de esta violencia ocurrió el 29 de agosto de 2012, cuando grupos de sicarios zetas asesinaron a 24 personas en igual número de horas y dejaron algunos narcomensajes.

Esa espiral de violencia se dio en medio de diferencias internas entre el entonces líder de la organización, “El Lazca”, y el Z-40, entonces el segundo de abordo.

Las discrepancias entre los dos líderes se produjo entre balaceras y homicidios en San Luis Potosí, Zacatecas y Coahuila, en una oleada criminal ocasionada por la fragmentación del grupo que puso en constante riesgo a Nuevo León.

La ofensiva estatal y federal ha reducido la capacidad operativa de esta agrupación en diversas comunidades, sin embargo, como Reporte Indigo publicó recientemente, el frente de batalla continua al norte del estado.

Aunque en la percepción ciudadana la violencia y la inseguridad ha ido a la baja, ha trascendido que integrantes del Cártel de Los Zetas han intentado reagruparse en municipios norteños.

En esos territorios donde hay señales de alerta se han librado enfrentamientos con las autoridades.

Treviño Morales fue capturado la madrugada del pasado 15 de julio en Anáhuac, Nuevo León, a 27 kilómetros al suroeste de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Con su detención, el liderazgo del Cártel de Los Zetas quedó virtualmente en manos de Omar Treviño Morales, el Z-42, hermano menor del capo.

Los días oscuros de NL

La extrema violencia caracterizó los crímenes del Z-40 en la entidad.

> 12 de octubre de 2008

Ataque al Consulado de EU

La sede fue agredida con granadas por el entonces jefe de plaza zeta en el estado, Sigifredo Nájera, “El Canicón”.

> 2011-2012

Narcobloqueos

Entre ellos están el del 27 de abril de 2011 en el centro de Monterrey y otro el 24 de febrero de 2012, cuando se colocaron mantas con mensajes.

> 13 de mayo de 2012

Torsos en Cadereyta 

Las autoridades hallaron 49 cuerpos mutilados en la entrada del ejido San Juan, donde había una manta en la que Los Zetas se atribuían el hecho.

> 25 de agosto de 2011

Ataque al casino Royale

Una célula de Los Zetas bajo las órdenes del capo incendió la casa de apuestas, donde murieron 52 civiles.

> 19 de febrero de 2012

Matanza en penal de Apodaca

Reclusos ligados a Los Zetas asesinaron a 44 reos vinculados con el Cártel del Golfo. 37 más se fugaron ese día de la cárcel.

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