El pay-per-view capitalino
Que la lucha de poder entre el Gobierno de la ciudad y el líder de Izquierda Democrática Nacional (IDN), René Bejarano, no termine pronto. Ese es el deseo de las tribus minoritarias del PRD, del PRI y del PAN.
En el pleito entre ambos, los grupos de poder han encontrado la fórmula ideal para conseguir espacios en gobierno, órganos autónomos, reformas de ley y otros beneficios sin mayor esfuerzo.
La idea es simple: sumarse a las pretensiones de IDN o del GDF en un determinado tema, pero sin que ello implique una alianza a largo plazo o de manera definitiva.
Jonathan Villanueva
Que la lucha de poder entre el Gobierno de la ciudad y el líder de Izquierda Democrática Nacional (IDN), René Bejarano, no termine pronto. Ese es el deseo de las tribus minoritarias del PRD, del PRI y del PAN.
En el pleito entre ambos, los grupos de poder han encontrado la fórmula ideal para conseguir espacios en gobierno, órganos autónomos, reformas de ley y otros beneficios sin mayor esfuerzo.
La idea es simple: sumarse a las pretensiones de IDN o del GDF en un determinado tema, pero sin que ello implique una alianza a largo plazo o de manera definitiva.
La modalidad ha recibido el nombre de Pago por Evento o (PPV, por sus siglas en inglés). Y les permite negociar por separado cada movimiento en el Gobierno de la ciudad, en la Asamblea Legislativa del DF o en el interior del PRD.
Por esa razón, las tribus perredistas, incluso las que apenas cuentan con uno o dos representantes dentro del Consejo Político Estatal, valen lo mismo que quienes tienen todo un ejército detrás.
Así también los partidos de oposición, en especial el PAN y el PRI, han podido negociar la aprobación de iniciativas de ley y algunos cargos sin condicionamientos.
Batallas perredistas
En el interior del partido del sol azteca es donde se libra la “madre de todas las batallas” perredistas. Todos los grupos se encarecen por igual, todos exigen algo a cambio de apoyar al GDF o sumarse a la acotada IDN.
Expresiones como Nueva Izquierda (nacionales, el de Julio César Moreno, Víctor Hugo Lobo y el de Efraín Morales) Izquierda Social, ADN, Foro Nuevo Sol, Runi y demás grupos simplemente se encarecieron.
Primero fue en la Asamblea Legislativa del DF. Después de que Miguel Ángel Mancera fuera ungido como jefe de gobierno y se deslindara de las tribus –cerrándoles espacios en el GDF– se formó una alianza en el Recinto de Donceles y Allende.
René Bejarano pactó con dos grupos, que le dieron una mayoría suficiente dentro de la ALDF como para apoderarse de ella, al menos de manera temporal.
El primer bloque está conformado por los diputados de NI, Daniel Ordóñez, Efraín Morales y Esthela Damián.
Esos tres diputados consiguieron: la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la ALDF, un espacio en la Comisión de Gobierno, un consejero en el Instituto Electoral del DF y la presidencia de la mesa directiva en el pasado periodo ordinario de sesiones.
ADN y la Runi también cerraron filas con IDN, vía los diputados Ana Julia Hernández y Rubén Escamilla, respectivamente: obtuvieron las presidencias de las comisiones de Desarrollo Metropolitano y la de Abastos y Distribución de Alimentos.
Esa misma modalidad empleó el Gobierno de la ciudad en contra de Bejarano. Y de esa forma le pudo quitar el control de la ALDF y la dirigencia del PRD capitalino el pasado 4 de mayo.
El GDF operó para sumar a todos los grupos en contra de la IDN. Y los mismos que estaban con Bejarano se alinearon con el GDF, argumentando que se trataba de una negociación distinta.
El bloque de Nueva Izquierda, encabezado por Víctor Hugo Logo, consiguió una subsecretaría en el gobierno central. El de Efraín Morales una cartera en el Comité Estatal del PRD, lo mismo que Foro Nuevo Sol y el de Alfredo Hernández.
Tan caro se vendieron los grupos que hasta aquellos que apenas contaban con un par de votos, como ADN e Izquierda Social, obtuvieron una tajada del pastel similar a la de quienes tienen un peso real dentro del sol azteca.
Y durante el tiempo que dure el pleito, los grupos pequeños amagan con construir acuerdos con cualquiera de los dos bandos, todo depende del momento y la circunstancia.
Las ganancias del PAN
El verdadero beneficio del PAN está en la ALDF. La bancada que dirige Federico Döring consiguió que en el periodo ordinario de sesiones se aprobara una iniciativa de ley por cada uno de sus diputados. Esa alianza la hicieron con IDN, a través de Ariadna Montiel, y en el último día de sesiones con el grupo que comanda Manuel Granados, actual presidente de la Comisión de Gobierno.
La necesidad de que los votos en la ALDF salgan a favor del GDF o de la IDN en los próximos meses abrió la puerta para que el blanquiazul consiga, sin mayores condicionamientos, espacios de poder.
Uno de ellos es la vacante que dejó el magistrado Armando Maitret en el Tribunal Electoral del Distrito Federal (TEDF), que será ocupada por una propuesta de Acción Nacional. De por sí se trata de un espacio que les correspondía, pero en esta ocasión no habrá resistencia de los perredistas, por lo que solo les falta decidir el nombre de quién asumirá el cargo.
El factor PRI
Aunque son menos votos, el PRI representa un contrapeso valioso para el Gobierno del Distrito Federal y René Bejarano, por eso respetan todos los acuerdos con el grupo que comanda Tonatiuh González en la ALDF.
Uno de los puntos que está en puerta es la designación del séptimo consejero del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), tras el fallecimiento de Gregorio Galván.
Si bien es cierto que al desaparecido consejero lo impulsó el tricolor y que a ellos les corresponde nombrar a su sucesor, es una práctica común entre los perredistas encarecer cada una de las negociaciones que se presenten.
Pero en esta ocasión al PRI nadie le escatima. Incluso, ceden ante cualquier petición, como nombrar de manera provisional al nuevo consejero para que alcance la repartición de los espacios dentro del IEDF.
La semana pasada se emitió la convocatoria para elegir al séptimo integrante del Instituto Electoral del DF que, de antemano, se sabe que es una mujer y responde al nombre de Mariana Calderón Aramburu. Según los acuerdos, será elegida el viernes y nombrada provisionalmente como consejera y a mediados de julio ratificada por el Pleno de la ALDF en un periodo extraordinario.
Los diputados podrían esperar a que se nombre por el Pleno, pero lo harán de manera provisional por las exigencias del PRI, que no quiere perderse de la repartición de espacios dentro del IEDF, la cual está pendiente desde hace más de tres meses.
De esta forma, PAN, PRI y las tribus del PRD usan la formula PPV, de manera exitosa.