Ante la intención de muchos mandatarios municipales de reelegirse surge una pregunta: ¿por qué si el cargo de edil es el más vulnerable frente al crimen organizado y la violencia que se vive en el país, los que se encuentran en este momento ocupando el cargo querrían reelegirse?
En el estado de Guerrero, por ejemplo, el líder local del Partido Movimiento Ciudadano, Adrián Wences, dijo que su partido no va a postular candidatos a las alcaldías de Pungarabato y Zirándaro, ambas ubicadas en la región conocida como Tierra Caliente debido a que sus abanderados declinaron tras recibir amenazas por parte del crimen organizado que opera en dichas entidades.
Por su parte, el líder estatal del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Guerrero, Pablo Sandoval, advirtió que su partido está considerando adoptar las mismas condiciones que sus adversarios naranjas y no postular candidatos a las alcaldías de Quechultenango, San Miguel Totolapan y Coahuayutla debido a los elevados índices de inseguridad que se han registrado en la región.
El problema ha llegado a tal grado que incluso la consejera electoral de la Junta Local del Instituto Nacional Electoral de Guerrero, María Luisa Garfias, dijo que no sólo el periodo de campañas está en riesgo sino que hasta la votación del próximo primero de julio.
En este sentido, Juan Francisco Torres Landa, Consejero secretario de Mexicanos Unidos Contra la Delincuencia, comentó que los alcaldes que están buscando la reelección a pesar de estas condiciones es porque ya se encuentran afianzados dentro de la red criminal que opera en su entidad.
“Los ediles que buscan reelegirse a pesar del peligro que el puesto implica quieren mantenerse en el poder porque ya forman parte del sistema delincuencial, por lo que la preocupación de que les pase algo deja de existir y ahora reciben muchos beneficios y lo menos que quieren es perderlos”.
Esta crisis de estado de derecho no sólo se está dando en Guerrero. Entre los 279 alcaldes que en 23 estados del país ya han alzado la mano para prolongar su mando en un nuevo y consecutivo periodo de gobierno, se encuentran muchos de los munícipes de las 20 localidades más violentas del país.
De acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C. que encabeza José Antonio Ortega Sánchez, los 20 municipios más violentos de México se ubican en los estados de Colima, Guerrero, Baja California, Baja California Sur, Michoacán, Sinaloa, Estado de México, Tamaulipas, Tabasco y Zacatecas.
Sólo en estas entidades, consecuentemente consideradas entre las más violentas del país a causa de los elevados índices de homicidios dolosos, secuestros y extorsiones, son 96 los ediles que buscan la reelección, los que representan el 6.5 por ciento del total de las alcaldías que se habrán de renovar en las elecciones locales aparejadas con los comicios federales del próximo 1 de julio de este año.
En Colima, por declaraciones expuestas en medios locales de información, se sabe que al menos seis de los 25 diputados locales intentarán repetir en el cargo, entre ellos los panistas Norma Padilla, Crispín Guerra, Adriana Mesina Tena y Alejandro García, así como los independientes Nicolás Contreras y Javier Cevallos.
De los legisladores de Guerrero, sólo el priista Cesar Landín Pineda es el que se ha apuntado para buscar la reelección, mientras que en Michoacán la única que ha anunciado su intención de reelección es la diputada panista Andrea Villanueva.
En el Estado de México, los diputados perredistas Araceli Casasola Salazar y Jesus Sánchez Isidoro, son los que hasta el momento han manifestado intenciones de reelección, en tanto que en Zacatecas son cuatro diputados los que ya se han apuntado para la reelección: Leroy Barragán, Osvaldo Ávila y José María González Nava por el PRI, y Adolfo Zamarripa por el PVEM.
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