El poder de las televisoras

Todos lo saben. Enrique Peña Nieto no es bueno para debatir. Tampoco tiene la habilidad para salir airoso de un apuro como el que pasó en la Feria Internacional del libro en Guadalajara.

Peña Nieto, es un candidato que funciona bien si se le auxilia con el teleprompter, el discurso, o la tarjeta informativa. Pero de  eso a improvisar, a responder rápidamente, hay un abismo.

Félix Arredondo Félix Arredondo Publicado el
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Todos lo saben. Enrique Peña Nieto no es bueno para debatir. Tampoco tiene la habilidad para salir airoso de un apuro como el que pasó en la Feria Internacional del libro en Guadalajara.

Peña Nieto, es un candidato que funciona bien si se le auxilia con el teleprompter, el discurso, o la tarjeta informativa. Pero de  eso a improvisar, a responder rápidamente, hay un abismo.

El mexiquense simplemente  no tiene la elocuencia de un Diego Fernández de Cevallos. Tampoco cuenta con la facilidad de palabra y las ocurrencias que caracterizan  a  Vicente Fox.

No estudio en Harvard o en Yale como lo hicieron los doctores Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, y tampoco tiene la experiencia de  Andrés Manuel López Obrador. Por eso, el propósito está claro.

Los dueños de Televisa y TV Azteca quieren minimizar los  daños que se pudieran derivar de  una  eventual derrota de Peña Nieto en el debate  presidencial del próximo domingo. 

Y es que para nadie es un secreto que en los últimos cinco años el candidato del PRI ha sido el favorito de ambas televisoras, especialmente de Televisa.

Por eso, no es casual que por primera vez en la historia de los debates presidenciales los dueños de ambas televisoras, que también controlan el fut bol mexicano, hayan programado a la misma hora del debate la celebración de un partido de cuartos de final.

El silogismo es simple. Entre menos electores vean a Peña Nieto debatir, menos serán los que pudieran cambiar su decisión de votar por el candidato del PRI. 

Y para eso, los dueños de las televisoras se pusieron de acuerdo.

Una decisión inapelable

Seguramente los legisladores que redactaron las leyes para limitar el poder de influencia de la televisión en los resultados electorales, nunca imaginaron un escenario como al que hoy se enfrentan los adversarios políticos de Peña Nieto.

Los candidatos de “oposición” a los medios, no solo tienen que enfrentarse con sus adversarios políticos, sino también con los intereses de los llamados poderes fácticos.

No hay nadie que les garantice un “fair play”, con todo y la existencia del IFE.

Y es que las autoridades del Instituto Federal Electoral no cuentan con las facultades legales para impedir que las  televisoras influyan indirectamente en las elecciones tal y como lo están haciendo ahora al programar un encuentro de fut bol a la hora del debate.

Y en consecuencia, lo único que pudo hacer Leonardo Valdés Zurita fue enviarles  una cartita  a las televisoras y a los directivos de la Federación Mexicana de Futbol  el pasado 26 de abril.

Les pidió que se reprogramara el horario del partido de Fut Bol entre el Tigres y Morelia, que por primera vez en la historia, empezará “casualmente” a la misma hora del debate.

Sin embargo, la solicitud de la autoridad electoral  fue rechazada de plano. El lunes 29 de abril por la noche,  Ricardo Salinas Pliego, presidente de TV Azteca en un twitazo de 140 caracteres, sentenció:

“Si quieren debate, véanlo por Televisa, si no, vean el fútbol por Azteca. Yo les paso los ratings al día siguiente.” 

En tanto que el presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean,  para “taparle el ojo al macho” al decir de algunos, se deslindo con otro twitter:  

“Aclarando las dudas… Morelia vs Tigres no lo transmite Televisa, lo transmite TV Azteca.” Escribió Azcárraga.

Las reacciones no se hicieron esperar.

La protesta del IFE

Después de la inapelable decisión de Televisa y TV Azteca, solo quedó al IFE ejercer su derecho a protestar. 

“Me da la impresión de que hay quienes pretenden o consideran que sus intereses económicos o negocios son más importantes que la calidad de nuestra vida democrática”, le dijo el presidente del IFE Leonardo Valdez Zurita a la periodista Carmen Aristegui.

Al funcionario se le escuchaba molesto. Parecía también que ya nada podía hacer,  sino protestar. Y en el mejor de los casos, esperar a que suceda el  milagro de que los concesionarios revoquen su decisión. 

“Yo diría que los concesionarios tienen la oportunidad de hacer un servicio a la ciudadanía… Sería un buen síntoma que así como los permisionarios van a acatar la ley y van a transmitir el debate el próximo domingo, los concesionarios también lo hicieran, pero tienen la libertad de no hacerlo y nosotros vamos a ser respetuosos de sus decisiones”.

Pero al mismo tiempo, al presidente del IFE se le escuchaba un tanto contradictorio.

Y es que al mismo tiempo que  les pedía a las televisoras  que reconsideraran su decisión, también las  acusaba de estar en pugna con la autoridad electoral.  

“Cada vez que se puede retar a la autoridad electoral (las televisoras), cada vez que es no acatar alguna disposición, buscan hacerlo, lamentablemente, para deteriorar las condiciones de nuestra calidad democrática”

Protesta AMLO con respeto 

Evidentemente, el principal damnificado con la decisión de las televisoras es Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, por momentos, sobre todo al iniciar su acostumbrada conferencia mañanera, parecía que el tabasqueño aún albergaba la esperanza de que la decisión podría cambiar.

“No creo que él (Salinas Pliego) haya puesto eso y si lo hizo es de sabios cambiar de opinión”. Dijo López Obrador.

“Hago un llamado a las televisoras, de manera respetuosa, para que transmitan el debate, un llamado a la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión (para que todos sus concesionarios y permisionarios lo hagan), es un asunto de interés nacional, no puede ser que se niegue el derecho de los ciudadanos de informarse sobre lo que proponen los candidatos

“Si no se transmite el debate por televisión abierta va a quedar de manifiesto que las televisoras quieren imponer al próximo Presidente de México, si Televisa y TV Azteca no transmite en debate es porque están decididos a imponer a Peña Nieto mediante la mercadotecnia”.

“Yo no creo, agregó, que se atrevan a tanto, pues una cosa es que tengan simpatía por el priista e incluso lo patrocinen, como es evidente, y otra llegar al extremo de no difundir el debate, algo nunca visto por lo descarado.”

“Sólo que no tuviésemos dignidad, porque ya es la decisión abierta de suplantar el derecho del pueblo a elegir a sus autoridades con información”.

“Este sí es un debate”

¡Éste sí es un debate! Entre un grupito de tuitteros autoritarios y los ciudadanos libres de votar por lo que quieren ver”. Escribió Ricardo Salinas Pliego en su Twitter. 

Y es que las críticas a su decisión le llovieron:

Oscar Estrada G. ‏(@oenriqueg

“mejor ya pague los impuestos de unefón señor.”

Julio JD™ ‏(@JulioJD

“disculpe pero desde que Ud quitó la señal de cablemas en chih. ya nadie ve tvazteca! yo no voy a poner antenas de conejo!”

Luis Carlos (@langarica23)

“Si en verdad estas a favor de la “libertad”, trasmite el debate y no promuevas la ignorancia.”

@farolero67

“La soberbia, burla y arrogancia de Ricardo Salinas Pliego para no modificar partido futbol liguilla es sintomático de que don $$$$ pesa

@d_bza

“Wow, increíble el twit de Ricardo Salinas Pliego. Qué arrogancia señor, qué arrogancia”,

@un_individuo

“Lo que Ricardo Salinas Pliego quiso decir es: me vale madres este país, mientras tenga rating y gane dinero”.

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