Alejandro Moreno “Alito” continuará al frente de la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pese a los problemas internos, los señalamientos de “autoritarismo” de exlíderes del instituto, y el balance de resultados electorales del tricolor en los últimos dos años.
Después de un cónclave de más de cuatro horas con expresidentes del Revolucionario Institucional y líderes del partido en el Congreso de la Unión, “Alito”, con la camisa arremangada salió a informar que seguiría al frente del partido hasta que termine su encargo en agosto del próximo año y que no cedería a las voces que desde hace días piden su renuncia.
“Nosotros fuimos electos por un periodo de cuatro años, a mí no me puso ningún Presidente de la República, a mí me puso la militancia”, dijo “Alito” quien dio su mensaje arropado por los presidentes de los comités estatales del PRI que realizaban una reunión de trabajo en el mismo edificio del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) en donde se llevó a cabo el cónclave.
Y aunque “Alito” insistió en que no hubo ningún “reclamo” en persona por parte de los expresidentes del partido, sino reflexiones, planteamientos, análisis y comentarios, ninguno de los presentes a la reunión a puerta cerrada acompañó a Moreno a dar su mensaje y a mostrar unidad.
Incluso, Alejandro Moreno evadió en todo momento responder si se le había pedido la renuncia durante la reunión.
“Lo que se planteó fue que se hiciera una reflexión en la dirigencia nacional con claridad y contundencia para ver si éramos capaces de enfrentar los siguientes procesos electorales, lo que venía hacia adelante en 2023 y 2024”, respondió a medias “Alito”.
Después, aclaró que los expresidentes nacionales le pidieron mantener la unidad al interior del partido y fortalecerlo de cara a las próximas citas electorales.
“Tenemos claro que la fortaleza del PRI radica en todos los días construir la unidad interna, tener una estrategia clara, fortalecer los mecanismos internos de participación política y formar a los mejores cuadros para ir a la contienda electoral. Se hizo el planteamiento de ir o no al frente de la dirigencia nacional del partido y no solo por el contexto de los resultados electorales. Fue un planteamiento que se escuchó y respondimos de manera muy clara que nosotros fuimos electos por un periodo de cuatro años.
“También distintos expresidentes del partido hablaron de la fortaleza, de la necesidad de tener unidad interna en el partido, y de lo importante que era tener una dirigencia que siguiera consolidando el trabajo de nuestro instituto político”, insistió.
Voces detractoras en el PRI
Horas antes de la reunión los senadores priistas Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu rechazaron la propuesta de “Alito” de una moratoria constitucional para cerrar filas y evitar reformas constitucionales en el Legislativo y acusaron autoritarismo por parte del exgobernador de Campeche.
“Esta decisión que tomaron los dirigentes y algunos líderes de la Cámara de Diputados es contrario a lo que nosotros pensamos. Los ciudadanos nos eligieron para legislar, para aprobar pero también rechazar lo que no le sirva al país y, por supuesto, esto pasa por un análisis, por un proceso legislativo, nosotros estamos comprometidos con ello y lo vamos a hacer”, respondió Osorio Chong a la propuesta de Moreno.
La fractura de “Alito” con varios legisladores del tricolor en el legislativo se sumó a la resaca electoral por los malos resultados del PRI que derivó en una carta de los exdirigentes nacionales que le solicitaron una reunión urgente.
“Hoy, nuestro partido, el Revolucionario Institucional transita por un momento especialmente delicado, de cuya atención, evolución y solución dependerá su futuro. (…) como militantes comprometidos y preocupados por la fortaleza y vigencia de nuestro partido, le solicitamos que a la brevedad podamos tener una reunión” señala la carta firmada por varios de los expresidentes del PRI.
A pesar del descontento y la fractura interna, “Alito” se mantendrá al frente del partido y seguirá buscando evadir el fuego interno y el externo.
“Trabajamos fuerte, no hubo ningún reclamo, fueron planteamientos, reflexiones y comentarios, una rica y basta propuesta de análisis”, insistió.
‘Persecución política’
A la par del cónclave en el tricolor versiones periodísticas revelaron que la Fiscalía General del Estado de Campeche comenzó una investigación en contra de Moreno Cárdenas por los delitos de enriquecimiento ilícito, defraudación fiscal, lavado de dinero, peculado, abuso de autoridad y uso indebido de atribuciones y facultades, de acuerdo con la carpeta de investigación CI-2-2022-31-42.
Como parte de las diligencias, elementos de la fiscalía realizaron varias inspecciones en propiedades de “Alito” y de su familia.
Al respecto el líder tricolor aclaró que no fue un cateo, sino una persecución política orquestada desde el Gobierno federal.
“Llegaron a una propiedad en el estado de Campeche y estuvieron haciendo mediciones y ahí estaba presente el fiscal (Renato Sales Heredia) para ver la medición. Fue un acto de intimidación.
“Hay una denuncia por parte de la Auditoría Superior de la Federación porque se robaron un equipo de espionaje en el gobierno pasado. El actual fiscal de Campeche (Renato Sales Heredia) era el comisionado nacional de seguridad en la pasada administración y con ese equipo están espiando a su servidor. Esto es lo que hace un gobierno opresor”, acusó “Alito”.
Finalmente, el líder tricolor presumió las victorias del partido en las pasadas elecciones del 5 de junio, negó una crisis política al interior del PRI y acusó “terrorismo de Estado”.
“El Gobierno quiere al PRI, quiere al partido, quiere tener a gente que esté a modo para lograr su objetivo de construir una dictadura. Todo comenzó porque le dijimos que no a su reforma eléctrica, le dijimos que no a su reforma electoral. Pero en el fondo fue por tener una coalición que no les va a permitir reelegirse. Se topó con pared el Gobierno y Morena”, finalizó.