El ‘problema grande’ que frena al GDF

“Estamos frente a un problema muy, muy grande”, soltó el secretario de Obras y Servicios del Gobierno del Distrito Federal, Alfredo Hernández, cuando salió a ofrecer un mensaje a un año del cierre de la Línea 12.

Minutos antes, Óscar Kauffman, director general de Comunicación Social del GDF, fue abucheado por los convocados cuando precisó que sería un breve mensaje y que no se permitirían las preguntas.

Pulcro, de traje sastre en color azul  y corbata a tono, el secretario de Obras y Servicios presentó un brevísimo balance de lo que han hecho como parte de la rehabilitación de la Línea Dorada. Nada que haya conseguido el objetivo final de ponerla en marcha.

El problema grande que enfrenta el GDF es que a casi un año de que la empresa Systra emitiera su primer diagnóstico de la Línea 12, el secretario de Obras y Servicios salga para anunciar que “CAF aceptó las recomendaciones de Systra para hacer empatar la vía con el tren”.

Y es que desde mayo del 2014, la firma francesa especificó que los trenes FE10 presentaban una degradación anormal en las ruedas que podían conducir a un grave riesgo de seguridad.

El 10 de mayo del 2014 (fecha en la que se realizó un recorrido en los talleres) se reportó que del lote de 30 trenes, siete estaban por debajo de la tolerancia de mantenimiento.

Razón por la cual, a fin de compensar la situación y mitigar los riesgos, CAF instaló un segundo torno de ruedas para absorber la reperfilación de las ruedas. 

Para discutir el polémico tema que tiene atorada parte de la rehabilitación de la Línea 12, las dependencias del gobierno central involucradas, como Secretaría de Obras y Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) sostendrán una reunión hoy con CAF en la que se discutirán aspectos fundamentales.

Entre ellos, las recomendaciones que aplicarán para intentar solucionar el desfase rueda/riel y los pagos que la administración local debe efectuar por el número de trenes que se encuentran en servicio. 

Un día como hoy

Un día como hoy, pero de hace un año, inició el escándalo.

El director del Metro, Joel Ortega Cuevas, acompañado por el secretario de Gobierno, Héctor Serrano, anunció el cierre parcial de la Línea Dorada argumentando que se habían detectado problemas en las vías que ponían en riesgo la seguridad de los usuarios. 

Dos semanas antes, Reporte Indigo había dado a conocer un informe confidencial que advertía de los riesgos de descarrilamiento, según se discutió en la segunda sesión extraordinaria del Consejo de Administración.

El documento hace hincapié en las fallas recurrentes que se presentaban a lo largo del tramo de la línea inaugurada por Marcelo Ebrard y que pese a los trabajos no se podía garantizar la seguridad del transporte de pasajeros.

Etiquetado como “confidencial” el documento exhibido aceleró la toma de decisiones al interior del gobierno de Miguel Ángel Mancera Espinosa, quien antes de anunciar el cierre se reunió incluso con su antecesor, Marcelo Ebrard Casaubón. Fue la última reunión en persona de la que se tenga reporte.

De ese momento a la fecha, el cierre de la Línea Dorada ha cimbrado en diferentes ocasiones al GDF y ha puesto al descubierto un entramado de corrupción, documentada en algunos casos por la Contraloría General del Distrito Federal.

La relatoría oficial

Para que Alfredo Hernández saliera ayer a leer el breve mensaje, antes se solicitó a las áreas involucradas llenar un cuestionario y referir el estado actual que guarda la Línea 12.

Se citó a varios funcionarios para acordar cuál sería el mensaje más prudente, sin reactivar la batalla política que también representa el tema con el ex jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubón, y su ex secretario de Finanzas, Mario Delgado.

El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, y su estratega en comunicación social acordaron “guardar” para otra ocasión al contralor general, Eduardo Rovelo.

Para así evitar abordar el tema de los avances de las investigaciones que se mantienen abiertas y la lista de funcionarios probablemente responsables. 

También optaron por sacar de la conferencia al director del Metro, Joel Ortega Cuevas, a quien Marcelo Ebrard sigue culpando de hacer uso político de la Línea 12 por cuestiones de venganza.

Así las cosas, Hernández salió solo. Como parte del reporte de trabajos actuales dijo que se dieron a conocer 32 acciones correctivas para la rehabilitación.

Que se han sustituido 653 de mil 271 soldaduras alumino-térmicas y esmerilado de 301 de mil 233 que tienen defecto geométrico.

Agregó que las firmas COMSA-EMTE han realizado la totalidad de los pedidos para los insumos extranjeros y que los moldes de las piezas representan la parte más compleja, pues requiere de precisión milimétrica y en algunos casos, micrométrica.

Respecto al balasto que será sustituido, precisó que la producción será nacional y que se encuentra también en periodo de pruebas para garantizar que cumpla con los requerimientos técnicos que puntualizó la francesa Systra en el diagnóstico de la Línea 12.

“La rehabilitación avanza de acuerdo a lo programado”, sostuvo el secretario de Obras, quien mantuvo como fecha de reapertura el próximo noviembre de este año.

“No son carreras, no hay prisas, las prisas y las presiones en esta mesa no caben, la solución es técnica y no política y estamos empeñados en ello”, subrayó Hernández.