Para Arnold Ricalde, Co-Director en Organi-K ISSA, el problema de la contaminación en la Ciudad de México no ha sido abordado seriamente desde hace muchos años y se dejó crecer hasta llegar a la actual situación de las repetidas contingencias ambientales.
“No se crearon políticas públicas a través de distintos sectores. Esto tiene que ver con los horarios de las escuelas, los horarios laborales, el transporte público, la composición de las gasolinas”, afirma Ricalde.
En entrevista para Reporte Indigo, el ambientalista y ex asesor del gobierno y la asamblea capitalinos considera que una de las razones de la tardía reacción ante la crisis ambientalista ha sido la politización del tema.
“Hubo tal politización entre los gobiernos locales y federales, que en temas como el ambiental, del agua, de los residuos, los dejaron a un lado”, comenta.
De igual forma, considera que, debido a los cotos de poder, se ha excluido a gente con conocimientos, para poner a incondicionales en puestos clave que requieren cierto perfil y conocimiento técnico.
“Actualmente existen en los puestos de medio ambiente gente que no tiene la capacidad, ni el talento ni el conocimiento para llevar las riendas de las políticas públicas ambientales de la ciudad ni del país”.
La culpa de esta situación no es totalmente responsabilidad del gobierno, pues también la ciudadanía deberá contribuir para mitigar el problema.
“Debe haber un esfuerzo tanto del gobierno, para crear una serie de políticas públicas desde lo académico, lo profesional y en segundo lugar la gente también tiene que estar dispuesta a realizar esfuerzos para mitigar la contaminación”, asegura Ricalde.
Asimismo asegura que el riesgo de seguir con la actual política ambientalista, basada en medidas paliativas podría provocar un colapso en la movilidad, además del incremento de enfermedades producto de la contaminación.
Ciudad sin futuro
Los alarmantes niveles de contaminación en la Ciudad de México no son resultado de un accidente, sino la consecuencia de cómo se ha venido planeando, construyendo y gestionando la ciudad, así lo asegura la activista Areli Carreón.
“Con las mismas medidas vamos a conseguir los mismos resultados y vamos a seguir viviendo estas contingencias porque las condiciones que las hacen posibles no han cambiado de forma estructural”.
Carreón, quien forma parte de Greenpeace México y de de la Asociación Civil Bicitekas, cree que el mejor momento para haber hecho una planeación adecuada de la ciudad ya pasó, pero aún estamos a tiempo de evitar un colapso.
“El mejor momento para planear una ciudad sustentable, más eficiente, mejor planeada era hace 20 años y el segundo mejor momento es empezar ahora, porque si no lo hacemos, en 20 años, esta ciudad no tiene futuro”, asegura.
Para la activista, la restricción derivada del programa Hoy No Circula es una medida que solo pretende mantener los niveles de contaminación mínimos, una medida de corto plazo, pero afirma que la actual situación exige mucho más.
“Esto no es lo que la ciudad requiere, necesitamos transformaciones estructurales que garanticen aire saludable todo el año y eso requiere de inversiones públicas bien planeadas, bien ejecutadas, una gestión hacia una forma de movilidad más saludable”.
Para Areli Carreón, el gobierno no ha construido una infraestructura que de otras opciones para movilidad, como el transporte público, red de ciclovías o banquetas, lo que ha aumentado el uso de los vehículos automotores.
“Estamos sumidos en un círculo vicioso de dependencia de los motores, en donde la ciudadanía no quiere cambiar porque no siente que tiene las condiciones mínimas para ello, y el gobierno tampoco quiere empezar a transformar”.