El réferi priista
El conflicto que vive el Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado ya tiene un mediador: Emilio Gamboa.
Tuvo que ser un priista el que les llamara a la calma. Un político transexenal del partido que ha sido el eterno adversario del PAN es quien interviene pidiendo un consenso.
El cetro de esta riña son 200 millones de pesos anuales.
Armando Estrop
El conflicto que vive el Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado ya tiene un mediador: Emilio Gamboa.
Tuvo que ser un priista el que les llamara a la calma. Un político transexenal del partido que ha sido el eterno adversario del PAN es quien interviene pidiendo un consenso.
El cetro de esta riña son 200 millones de pesos anuales.
El coordinador de la bancada del PRI en la Cámara alta y presidente de la Junta de Coordinación Política hizo ayer este exhorto a los panistas, quienes mantienen desde hace un par de semanas una disputa por el control del dinero de la fracción.
“Tengo la obligación como presidente de la Junta de Coordinación Política de exhortarlos a que busquen llegar al acuerdo que más le convenga a ese Grupo Parlamentario, para la gobernanza de la Cámara de Senadores”, señaló.
Este mensaje, dijo, es respetuoso pues ni el PRI ni él buscan entrometerse en la vida de la bancada albiazul.
“No me meto, es un problema muy del partido y muy de los miembros del Senado por parte de Acción Nacional. Respeto las diferencias que pueda tener cualquier fracción parlamentaria”, destacó.
El trabajo del Senado no ha sufrido ningún tipo de cambio por los problemas internos entre el ala calderonista y los seguidores del líder nacional panista, Gustavo Madero.
Y tal cual, como un réferi de boxeo pide a los peleadores que se vayan a sus esquinas, Gamboa pidió al PAN no llevar más su pleito al Senado.
“Sin duda el jaloneo que tiene Acción Nacional dentro del Senado, es un jaloneo que recomiendo que se arregle y se arregle en casa, no tienen por qué llevarlo al Senado.
“Sin embargo, parece que han pedido una tregua de silencio entre ellos, hasta después de las elecciones y espero que se serenen los ánimos y el Senado siga trabajando como lo hicimos en los dos periodos ordinarios que tuvimos, que sin duda alguna los dos períodos de mayor productividad legislativa en la historia del Senado de la República”, acotó.
Gamboa saca su tarjeta de apercibimiento a tan sólo un par de días que el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo, hablara sobre el infierno que viven los panistas.
“Están tan mal en su propio infierno. Ojalá y salgan pronto de él porque distraen mucho en los pleitos”, dijo Arroyo.
Y es que, a pesar de un supuesto pacto de silencio o armisticio en la guerra entre las dos bandas, siguen los obuses entre unos y otros.
Con la parsimonia de un espectador de primera fila, los llamados Panistas por México, esperan el final de la pelea sin meter las manos al fuego por ninguno de los contrincantes.
Apenas el lunes Roberto Gil, quien ha fungido como vocero del lado corderista, dijo que sería mejor tratar otros asuntos y que no se han podido reunir a trabajar con su nuevo coordinador parlamentario.
“Se está acabando el período de receso. Vienen ya los dos períodos extraordinarios. Tenemos que preparar la agenda legislativa. No nos hemos convocado para hacer una reunión interna.
“No hemos podido dialogar con el coordinador parlamentario en más de dos meses como grupo parlamentario. Creo que hay cosas mucho más relevantes que saber quién tiene las llaves de las oficinas”, expresó.
Fue la respuesta al desconocimiento público que hizo el senador Víctor Hermosillo a Francisco Domínguez como nuevo tesorero de la bancada.
Ayer en Querétaro Domínguez dijo que él hasta el momento no había manejado ni un solo peso de la bancada.
Es decir que el pacto de silencio hasta después de las elecciones sólo es en realidad un final de round para agarrar aire y seguir la contienda.
El todo por el todo. Y con arbitro tricolor.