El reparto del Pacto
Las tendencias se confirmaron y los miembros del Pacto por México pueden respiran aliviados.
El PRI obtuvo una victoria que lo afianza como el partido en el poder. Su ventaja cuantitativa queda lejos de los otros dos partidos.
Sin embargo el PAN –y con él su capitán Gustavo Madero– aunque llegó en segundo lugar obtuvo resultados nada despreciables.
El triunfo en capitales clave como Puebla, Aguascalientes y Saltillo rellenó el tanque de oxígeno de un líder panista cuyo futuro político estaba en entredicho.
Roberta Carrillohttp://www.youtube.com/watch?v=oLw2HK3Tpwo
Las tendencias se confirmaron y los miembros del Pacto por México pueden respiran aliviados.
El PRI obtuvo una victoria que lo afianza como el partido en el poder. Su ventaja cuantitativa queda lejos de los otros dos partidos.
Sin embargo el PAN –y con él su capitán Gustavo Madero– aunque llegó en segundo lugar obtuvo resultados nada despreciables.
El triunfo en capitales clave como Puebla, Aguascalientes y Saltillo rellenó el tanque de oxígeno de un líder panista cuyo futuro político estaba en entredicho.
Eso sin contar una posible victoria en Baja California, cuyos resultados siguen pendientes entre fallas del PREP y acusaciones entre los participantes.
Pero los triunfos de Acción Nacional no solo le devuelven el timón a los maderistas, para muchos el hecho de que el PRI no arrasara con el panismo también beneficia al presidente Enrique Peña Nieto.
Con un interlocutor fortalecido como Madero, el presidente Peña Nieto podría seguir avanzando en las reformas y los acuerdos que representa el Pacto por México.
Pero el PRD es el partido que ofrece las peores cuentas a sus simpatizantes. Al perder bastiones importantes en Quintana Roo y Oaxaca, el partido del Sol Azteca pende de un hilo: el de las alianzas.
Así, el pastel de los partidos que comprenden el Pacto se reconfigura.
El PRI llegó con fuerza en los congresos y ayuntamientos y se posicionó como la primera fuerza política del país después de recuperar el poder federal pocos meses atrás.
El PAN, que no pudo manejar en su discurso la amargura de haber pasado de primera a tercera fuerza electoral, ganó Saltillo y Torreón, en Coahuila y Laredo y Matamoros, en Tamaulipas.
Y para corroborar su decadencia, el PRD prácticamente solo ganó en sus alianzas con el PAN pero colocando panistas. Casi todos expriistas.
El domingo también se vivieron comicios en ayuntamientos donde la guerra electoral arreció en medio de graves señalamientos.
En Boca del Río, Veracruz, el PAN remontó al declarar ganador a Miguel Ángel Yunes Marquez, hijo del señalado excandidato a gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Yunes Márquez fue alcalde de Boca en 2007-2010.
El PRI retuvo Poza Rica, Xalapa y Coatzacoalcos.
Y aunque en Aguascalientes Acción Nacional tenía un candidato acusado de estar relacionado con grupos criminales, Antonio Martín del Campo se llevó la alcaldía de la capital.
Baja California, el ojo del huracán electoral sigue sin tener definición.
Al estado clave para el Pacto por México “se le cayó el sistema” y hasta anoche los candidatos Kiko Vega y Fernando Castro Trenti se declaraban ganadores de la contienda.
Para muchos, si se confirma la victoria priista, se rompería prácticamente la joya de la corona del panismo que la conserva desde 1989.
Sin embargo otros coinciden que es muy poco probable que el priista Fernando Castro Trenti, que llegó desgastado a la elección, logre remontar en resultados ya que cinco puntos arriba difícilmente podrían ser un error de conteo.
En Tamaulipas y Coahuila el PAN nunca imaginó un escenario tan favorable.
Con Laredo y Matamoros aumentan un 30 por ciento su influencia. Perdieron Tampico a favor del PRI.
El PRI conservó Tampico y Madero, esta última la ciudad en donde perdió Joaquín Hernández Correa, hijo de Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, candidato al PRD que se perfilaba como triunfador.
Los dimes y diretes seguirán al menos una semana más, hasta dirimir diferencias en algunas comunidades que no aceptan resultados. Sin embargo, aunque la abstención fue un poco superior a lo acostumbrado en intermedias, los mexicanos decidieron en 14 estados: consolidaron al PRI, atestiguaron lo que puede ser una vuelta a la escena del PAN como oposición, y la agonía de la izquierda perredista que podría demostrar que sin López Obrador, podrían estar caminando hacia atrás.