Los casos de tortura en México no suelen ocupar los titulares en los periódicos. Sin embargo, la tortura se ha convertido en el problema silencioso más problemático de la guerra contra el narco.
De acuerdo al reporte “En nombre de la ‘guerra contra la delincuencia’” hecho por la ONG francesa ACAT, entre enero de 2007 y febrero de este año, fueron reportados 251 casos de tortura- 42 de ellos en 2011- ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Un importante incremento si se considera que en el 2006 sólo se presentaron 6 denuncias de este tipo.
Lo más alarmante del caso es que de acuerdo a la autora del reporte Anne Boucher, en entrevista con Reporte Indigo, la cifra de casos de tortura reportados en México es sólo la superficie de una problemática diez veces mayor:
“Lo que sí es cierto es que sólo son un 10 por ciento de las víctimas las que denuncian, y dentro de este 10 por ciento muchos dejan la denuncia en un momento porque las amenazas son demasiadas o la presión o las intimidaciones”.
Extrapolando ess revelación, se hablaría de más de 2 mil 500 casos de tortura en el país de 2007 a la fecha. “Es un proceso muy difícil para las víctimas denunciar y muchas veces pasa por una mediatización de los casos, entonces es un trámite muy largo”.
“El informe entra en el marco de un proyecto más amplio que tenemos financiado por la Comisión Europeo y la idea es mejorar las condiciones de documentación de casos de tortura”, explica Boucher, “Al elegir los países era un poco ver dónde se había agudizado el problema. En México resultaba que la situación de tortura iba empeorando con este contexto de guerra contra la delincuencia”.
Boucher y ACAT atribuyen el incremento al exponencial uso de la fuerza pública en la guerra contra el narcotráfico, pero Bouchet es clara respecto a los límites que a la fecha no se han respectado:
“No se puede permitir que haya violaciones a los derechos humanos en nombre de la seguridad ciudadana”.
La elaboración del reporte llevó más de un año de investigación, con la intención de presentar un balance final del mandato de Felipe Calderón. Una vez revelados los datos, la intención es que estos sustenten un reforma judicial de fondo.
La meta, de acuerdo a Boucher, es “implementar la reforma de justicia penal conforme al proyecto inicial e ir implementando realmente órganos de rendición de cuentas y de controles para que realmente cambien los comportamientos de las fuerzas de seguridad y los operadores de justicia”.
Las denuncias que la CNDH registró contra la Secretaría de la Defensa Nacional encargada aumentaron en un mil por ciento de 2006 a 2009.
“Existe toda la teoría y el marco para evitar que se practiquen la tortura y malos tratos, pero luego son prácticas muy antiguas y corrientes en todos los ámbitos de las fuerzas de justicia y es hacer que esos comportamientos cambien”.