"La fuerza de la comisión es más una fuerza moral, más que estar en presencia física"
Las violaciones a los derechos humanos de los detenidos el pasado primero de diciembre tras la marcha “Anti-Peña” en la que participaron integrantes del movimiento #yosoy132, no fueron motivo de pronunciamiento alguno de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ).
La represión de la Policía de Guadalajara hacia los manifestantes fue ampliamente documentada y denunciada por organismos de la sociedad civil, sin que la autoridad encargada de velar por los Derechos Humanos emita comunicado alguno.
Las imágenes que circularon por las redes sociales revelaron la saña con la que policías tapatíos manosearon, insultaron y golpearon a mujeres y hombres que eran detenidos.
Una vez en manos de la policía, los jóvenes permanecieron incomunicados más de 15 horas y peregrinaron en más de tres puestos diferentes de vigilancia, sin que ninguna autoridad de derechos humanos tomara nota de la situación.
En ese espacio de tiempo es en donde se registraron actos de tortura, golpes y presiones psicológicas de los uniformados contra los detenidos, a los que se les acusó -sin ninguna prueba- de pandillerismo, resistencia y daños a las cosas.
Una vez en la Procuraduría del Estado, se les negó hablar con familiares, se les mantuvo sin agua y el trato fue despótico.
Familiares de algunos de los detenidos acudieron a la CEDHJ a exigir garantías para sus detenidos y de nueva cuenta el personal de la dependencia hizo caso omiso a las quejas.
El director de quejas de dicho organismo, Luis Arturo Jiménez, se presentó en la procuraduría hasta la noche del domingo 2 de diciembre e informó que sólo iba en atención a tres de los 26 detenidos.
En entrevista con Reporte Indigo, a unos cuantos días de la marcha, Jiménez reconoció la falta de actuación de la comisión y aseguró que no era obligatorio estar presente las 24 horas del día:
“Para que la comisión trabaje no requerimos estar en cada uno de los lugares porque muchas gestiones se hacen vía telefónica y es lo que nos da la inmediatez.
“La fuerza de la comisión es más una fuerza moral, más que estar en presencia física”, refirió el funcionario quién aseguró que no había personal suficiente para atender a los 26 detenidos.
Meses después de la detención masiva, integrantes del Movimiento #yosoy132 pidieron -mediante un oficio- a la CEDHJ que asistiera a una de sus manifestaciones y que “vigilen y testifiquen el ejercicio de nuestro libre derecho a manifestarnos en entera libertad y apego a derecho”, se lee en el documento.
En esa manifestación convocada el 18 de marzo de 2012 no estuvo presente personal de la CEDHJ.
En DF exigen proceso justo
El mutismo del ombudsman jalisciense contrasta con el trabajo que otras comisiones de derechos humanos hicieron con el tema de los detenidos en las marchas que hubo en todo el país.
En específico está la recomendación lanzada por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) a propósito de los ultrajes a los derechos de los manifestantes en aquella ciudad.
A diferencia de lo que sucedió en Guadalajara, los detenidos en la Ciudad de México llevan mayor ventaja en su proceso judicial.
Y ahora libran una batalla en contra de la juez que estudia su caso y a la que se le acusa de haber hecho uso de pruebas falsas para inculparlos.
Entre las falsedades que sustentan los detenidos, la acusación del uso de armas y artefactos letales.
Organizaciones civiles exigen que el jefe de gobierno del Distrito Federal se pronuncie sobre la recomendación 7/2013 de la CDHDF en la que se advierten severas violaciones a los derechos humanos de los manifestantes del #1DMX.
Al respecto el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo -con sede en Jalisco- hizo patente su apoyo a otras organizaciones de derechos humanos y a través de la red lanzó críticas sobre la actuación de la CEDHJ, que no se ha pronunciado sobre el tema.
