Las alianzas amplias es lo que ha funcionado, nosotros no cerramos la alianza con nadie. (...) las alianzas que hicimos en el 2016 se quedaron cortas para lo que requiere el país”
En la elección de su nueva dirigencia nacional, el PRD se juega no sólo quién dirigirá al partido en los próximos meses, sino el futuro en la elección del 2018… y hasta la conservación de su registro.
Son cinco candidatos visibles los que disputarán la presidencia del partido del Sol Azteca.
Por un lado, un grupo impulsa a Beatriz Mojica y a Ángel Ávila, quienes le apuestan a una posible alianza con el PAN tanto en las elecciones del 2017 como en la presidencial del 2018.
Del otro lado están quienes impulsan a Alejandra Barrales o a Pablo Gómez y consideran una alianza que no tenga que incluir necesariamente al PAN, sino a otras fuerzas de izquierda y la sociedad civil.
En ese mismo grupo está Camerino Márquez, más abierto a la posibilidad de un frente opositor.
La elección de este 5 de junio dejó claro que el PRD tuvo buenos resultados donde se alió con el PAN. En cambio, en los estados donde compitió solo, no obtuvo un solo triunfo; incluso, en algunas entidades, el Sol Azteca perderá su registro como partido local.
La pugna de este fin de semana será no sólo entre perredistas, sino entre las fuerzas externas que pugnan por inclinar la balanza del PRD hacia uno u otro lado.
El PRI y Morena serían los principales beneficiarios de un PRD que rechace las alianzas, pues así tendrían más posibilidades de avanzar en los estados que estarán en pugna y en el 2018, en la elección presidencial.
Un liderazgo a favor de una posible alianza beneficiaría tanto al PAN como al PRD y abriría la posibilidad de que fueran juntos en el 2018.
La moneda perredista está en el aire.
Ella está a favor de las alianzas con el PAN
Vanguardia Progresista, de Miguel Ángel Mancera, se opone a una alianza con el PAN y sostiene que los candidatos del PRD deben ser miembros de la izquierda
El día de los cuchillos largos
Por las implicaciones para la supervivencia del partido, la lucha por la dirigencia será una lucha descarnada por el poder.
Mientras grupos como Iniciativa Galileos se pronuncian por impulsar un candidato o candidata de unidad que tenga la visión de una política de alianzas, otros como Izquierda Democrática
Nacional (IDN) afirman que las alianzas deben hacerse con otras fuerzas de izquierda.
“Las alianzas amplias es lo que ha funcionado, nosotros no cerramos la alianza con nadie. Es más, nosotros pensamos que las alianzas que hicimos en el 2016 se quedaron cortas para lo que requiere el país.
“Buscamos alianzas mucho más amplias y queremos que la sociedad civil sea protagonista en esta alianza, queremos ir en un frente amplio”, dijo Fernando Belaunzarán, uno de los dirigentes de Iniciativa Galileos.
“El sustituto debe ser un punto de atracción para toda la izquierda, que haga puentes de entendimiento y reconozca las diferencias con Morena, con el PT o Movimiento Ciudadano, pero el fin es lograr una unificación de izquierda hacia las elecciones presidenciales”, expresó Alejandro Gómez Camacho, miembro de IDN.
Las corrientes están divididas
La corriente Nueva Izquierda, conocida como ‘Los Chuchos’ impulsa a Beatriz Mojica como dirigente nacional.Para elegir a la nueva dirigencia, se requieren las dos terceras partes de los votos de los consejeros nacionales del PRD, que están citados mañana a una reunión extraordinaria en un centro de exposiciones del centro de la Ciudad de México.
Hasta ahí llegarán las tribus con sus propuestas; en su intento por llegar a un consenso sobre quién será el nuevo dirigente, se formaron dos grandes grupos opositores. Ninguno de ellos logra por sí mismo los votos necesarios para el nombramiento de la nueva dirigencia.
Por un lado, la corriente Nueva Izquierda –conocida como “Los Chuchos”– dirigida por Jesús Ortega y a la que pertenecen Jesús Zambrano y Carlos Navarrete, impulsa que Beatriz Mojica, secretaria general del partido, sea la nueva dirigente nacional.
El año pasado, Mojica se postuló para la gubernatura de Guerrero y fue cuestionada por su cercanía con el exgobernador Ángel Aguirre y por supuestamente lucrar con el caso Ayotzinapa durante su campaña.
La exsecretaria de Desarrollo Social de Guerrero durante el mandato de Aguirre ha sido señalada por su relación con José Luis Abarca, exedil de Iguala, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, vinculados a la desaparición de los 43 normalistas.
La postura de Mojica es a favor de las alianzas con el PAN; durante la dirigencia de Basave fue pieza clave en la negociación en las entidades donde se concretó la coalición.
Otro aspirante perteneciente a esta corriente es Ángel Ávila, presidente del Consejo Nacional perredista, uno de los más cercanos a Jesús Zambrano, y quien ha defendido la política de alianzas del PRD.
Sin embargo, los miembros de las otras corrientes niegan la posibilidad de devolverle el control del partido a “Los Chuchos”, una tribu promotora de las alianzas con el PAN.
La ‘alternativa’
Del otro lado, se formó otro bloque con corrientes como Alternativa Democrática Nacional (ADN) –otra de las más numerosas-, presidida por Héctor Bautista; Izquierda Democrática Nacional (IDN), dirigida por René Bejarano; Foro Nuevo Sol, a la que pertenece el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles; y Vanguardia Progresista, de Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Este bloque ha mostrado su resistencia a una posible alianza con el PAN y han sostenido que los candidatos del PRD deben ser miembros de la izquierda.
Estas corrientes impulsan la candidatura de Alejandra Barrales, actual secretaria de Educación de la Ciudad de México; a Pablo Gómez, exsenador del PRD, o a Camerino Márquez, exdiputado federal perredista.
Los cinco
Los candidatos más visibles que disputarán la presidencia del partido del Sol Azteca son:
>>Beatriz Mojica
>>Ángel Ávila
>>Alejandra Barrales
>>Pablo Gómez
>>Camerino Márquez
