El Triste Destino de mi ISR

No puedo estar más de acuerdo con el genio de Winston Churchill cuando sostuvo aquello de que ”la democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre, con excepción de todos los demás...’’.

Francisco Martín Moreno Francisco Martín Moreno Publicado el
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No puedo estar más de acuerdo con el genio de Winston Churchill cuando sostuvo aquello de que ”la democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre, con excepción de todos los demás…’’. De sobra sabemos, como bien lo dijo el propio Churchill, que ’’el mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante medio…’’ Bien, de acuerdo, sólo que apartándonos un momento de la festiva flema inglesa, bien valdría la pena recordar algunas de las ventajas de vivir en un entorno democrático y no dentro del esquema de una ’’Sociedad Cerrada’’, como bien lo describiera Karl R. Popper.

La democracia también debe implicar la posibilidad real de poder esculcar los bolsillos de los funcionarios públicos que concluyeron su gestión. Se trata de exhibir ante los medios de difusión los desfalcos y peculados de los adversarios para desprestigiarlos ante la opinión pública y lucrar políticamente con su desprestigio. A continuación se deberá articular una denuncia de hechos ante las autoridades correspondientes para que procedan conforme a derecho y llegado el caso, privar de la libertad a los malhechores que disfrutaron en su provecho del tesoro nacional que entendieron como botín los integrantes de una pandilla de distinguidos burócratas, delincuentes de cuello blanco.

La pregunta evidente que se debe plantear a continuación consiste en saber las razones por las cuales ni en la administración de la señora Fox ni en la actual, se procedió a encerrar en prisiones federales, ya no se diga a ’’Peces Gordos’’, sino a, por lo menos, a tristes sardinas… Cuando después de 70 años de oprobiosa y retardataria ’’Dictadura Perfecta’’ —como bien describiera mi querido maestro Vargas Llosa a las eternas generaciones de priístas unas más corruptas que las otras— finalmente llega el PAN al máximo poder federal, era de esperarse la instrumentación de una colosal purga masiva que hubiera dejado descoyuntado ad infinitum al PRI. ¿Resultado? ¿En qué se convirtió el tan cantado cambio? En lo mismo en que se convirtió el movimiento de Renovación Moral de la Sociedad (¡Ja!) creado por el, hoy difunto, Miguel de la Madrid. Sí, de acuerdo, sólo que De la Madrid era un hombre del sistema y la señora Fox y Calderón pertenecen a la supuesta oposición que jamás encontró un solo acto punible entre los priístas, los hunos financieros de nuestros días.

El hecho de entregar puntualmente mi ISR y mi IVA implica la ejecución, también puntual, de un harakiri mensual o bimestral en mis entrañas. La esperanza de todo contribuyente es que el destino de dichos pagos al fisco tenga un destino gratificante, como bien lo puede ser la construcción de hospitales o de obras de infraestructura o equipamiento de aulas, entre otros tantos rubros más, sí, sólo que cuando se descubre que mis impuestos, nuestros impuestos, cuyo entero representó una dolorosa sangría, fueron a dar a cuentas de cheques propiedad de funcionarios públicos de bancos ubicados en paraísos fiscales o al bolsillo de líderes sindicales venales, otro doloroso etcétera, entonces el contribuyente, ese sí amenazado de perder sus propiedades y su libertad en caso de omisiones, convertido ahora en elector, cae en una pavorosa confusión: votar por el supuesto cambio equivale a sufragar a favor de otro stablishment igualmente podrido. ¡Ay, mi pobre ISR! ¡Ay, mi pobre IVA! ¡Ay, mi pobre país!

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