El triunfo de los transportistas sobre Guadalajara
El Congreso de Jalisco recibió la iniciativa del gobernador Enrique Alfaro para eliminar el cobro anual que se les había establecido a los transportistas de carga pesada por circular en Guadalajara; los empresarios amagaron que de no hacerlo pararían labores impidiendo el suministro de insumos básicos
Luis HerreraEl Gobierno de Jalisco cedió finalmente a las exigencias del gremio de transportistas de carga pesada del país y presentó la iniciativa ante el Congreso local que eliminará el cobro que se había establecido para todos los vehículos de ese tipo que circulan diariamente por el Área Metropolitana de Guadalajara.
Aunque el mandatario de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, y los diputados de Movimiento Ciudadano se habían mostrado firmes en su intención por cobrarles a los transportistas por su ingreso a la ciudad, pudo más la oposición que encabezó la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram).
Esta alianza, que encabeza Elías Dip Ramé, se mostró combativa ante la postura del gobernador y sus legisladores, a tal grado que había preparado para este 15 de enero un paro masivo de labores que no solo habría afectado severamente la dinámica económica de Guadalajara, sino la provisión de los bienes e insumos más elementales para sus habitantes.
El 20 de diciembre pasado, Dip Ramé advirtió lo que vendría si el Gobierno de Jalisco mantenía su pretensión de cobrar por cada vehículo de carga pesada que transita por Guadalajara.“Vamos a pararlo en seco, no vamos a trabajar y no trabajar es no mover las mercancías: la leche, la gasolina, los combustibles y los perecederos”.
La confederación apoyó desde un inicio la reforma legal de noviembre pasado que prohibió la circulación en Guadalajara de vehículos de carga pesada de las 6:00 a las 9:00 horas, de lunes a domingo. Pero lo que despertó su inconformidad fue la creación de un permiso para ingresar a la ciudad que iba a ser obligatorio para todos los transportistas con un costo anual de 6 mil pesos.
Aquel día, el líder nacional de los transportistas reveló que el gobernador tuvo un cambio de postura repentino que los tomó por sorpresa, al volver dicha reforma un proyecto recaudatorio.
“Sencillamente no estamos de acuerdo. Yo le dije al gobernador (Alfaro Ramírez) ‘ni un peso’, pero no sé qué pasó. Ya habíamos llegado a un acuerdo, era que respetaríamos las entradas, la movilidad en la mañana de 6 a 9 y no por la tarde, pero no los permisos, no los registros, ni un sólo peso por entrar”
En la iniciativa que presentó el gobernador al Congreso, con la cual atiende la exigencia de la Conatram para eliminar el cobro de ingreso a la ciudad, se lee lo siguiente.
“Luego de un análisis exhaustivo a la reforma aprobada es pertinente reconocer que los objetivos perseguidos por la misma se cumplen sin la necesidad de incorporar un requisito oneroso, como el que se estableció a través del pago de un permiso de circulación para vehículos de carga.
“Esto, en virtud de que el mismo se contempló para permitir la circulación intraurbana, con independencia de los horarios de restricción que definiera el Instituto Metropolitano de Planeación”.
El gobernador reconoce en su iniciativa que las agrupaciones de transportistas habían cooperado con la autoridad desde el 25 de junio de 2019, cuando se anunció el Plan de Regulación de Límites Urbanos del Transporte Público de Pasajeros y de Carga para el Área Metropolitana de Guadalajara.
Es así que le propuso al Congreso la eliminación del permiso y cobro respectivos “ en aras de reconocer la buena voluntad manifestada por estas agrupaciones para que sus agremiados cumplan con las restricciones de horarios para la circulación de vehículos de carga y considerando que la eliminación del requisito consistente en la obtención de un permiso para la circulación no afecta los objetivos buscados por la reforma previamente señalada”.
Gobierno doblegado por transportistas
Desde el espectro político este caso se interpretó como un tropiezo para el gobierno de Alfaro Ramírez, pues evidenció que el estado no evaluó correctamente las implicaciones que tendría la creación del permiso y dio a pie a un escenario en el que el mandatario terminó doblegado por la postura de los transportistas.
La diputada del PRI, Mariana Fernández Ramírez, destacó la falla política del Gobierno estatal desde el 10 de enero, cuando se hizo público que el mandatario recularía ante los transportistas.
“Da gusto que el Gobierno de Jalisco rectifique su injustificada intención de cobrar derecho de piso a los transportistas. El PRI votó en contra y @DipCiudadanos a favor. Ojalá dejen de atacar con más medidas recaudatorias a quienes sostienen nuestra economía”.
Dos días antes, el 8 de enero, la diputada señaló que “estuvimos a favor de regular los horarios del trasporte de carga para evitar accidentes y disminuir el tráfico, pero no con medidas que van en contra de los empresarios que generan los empleos. Jalisco es el 1er estado que cobra derecho de piso. Así el gobierno de la recaudación”.
La oposición de la Conatram al cobro que pretendía el Gobierno de Jalisco tenía dos argumentos principales: primero, que atentaba contra el derecho constitucional al libre tránsito y, segundo, que el caso de Jalisco podía volverse un precedente a seguir por otros estados y ciudades, lo que habría desencadenado una ola de nuevos impuestos para la circulación del transporte de carga pesada por todo el país.
“Nosotros somos un servicio público federal regulado por la Federación, nuestra autorización es de la Federación, pero lo más importante es que se están violando los derechos constitucionales (…) Este es un problema que genera Jalisco y ya lo está expandiendo. Ya Yucatán y Tamaulipas quieren cobrar y otros andan revoloteando para que todos los estados cobren, es una anarquía”, había dicho Dip Ramé el 20 de diciembre.
Los signos de acuerdo entre la Conatram y el Estado se dieron desde el 9 de enero, cuando aquella anunció que retiraba la convocatoria del paro de labores para dialogar con la autoridad.
Los riesgos
En 2018, las unidades de transporte de carga estuvieron involucradas en el 10 por ciento de accidentes viales en la metrópoli (mil 769 de un total de 17 mil 821). También en el el 9 por ciento de percances donde hubo muertos (21 de 237 totales).