Frente a las condiciones de vida que lleva Joaquín “El Chapo” Guzmán dentro de la cárcel federal de Almoloya, su defensa -a petición de los familiares del capo- no descarta la posibilidad de “allanarse” para que Guzmán sea trasladado y juzgado en una cárcel federal de Estados Unidos.
El recurso jurídico del “allanamiento”, que no es otra cosa que la sumisión expresa a las pretensiones formuladas por la parte contraria, en este caso del gobierno de Estados Unidos para juzgar al narcotraficante en una de sus cortes, fue confirmado por un familiar cercano del líder del Cártel de Sinaloa.
La fuente aseguró que la familia de “El Chapo” ya ha instruido a la defensa para que “se haga lo necesario” a fin de que Guzmán Loera “deje de estar padeciendo las condiciones de esclavitud y maltrato” bajo las que se encuentra dentro de la prisión federal, de donde se dio a la fuga el pasado mes de julio.
Ya solo depende del capo la decisión de seguir en las condiciones actuales o permitir que se corra sin contratiempos el trámite que inició el gobierno de Estados Unidos en el mes de enero pasado, para llevarlo a juzgar en una corte federal de aquel país.
De acuerdo a la familia del narcotraficante, se estima que Guzmán Loera acepte finalmente la extradición, toda vez que “se encuentra enfermo y cansado por el maltrato que está recibiendo de parte de las autoridades de la cárcel de Almoloya”, dijo uno de sus familiares a Reporte Indigo.
Actualmente, según se informó, “El Chapo” Guzmán se encuentra enfermo de las vías respiratorias. Desde hace dos semanas está recibiendo medicamento para una gripe que ha evolucionado.
En su intento por mejorar las condiciones de vida dentro de la cárcel, según la familia del narcotraficante, “El Chapo” Guzmán recién acaba de interponer un amparo ante un juzgado federal, a fin de que le sean disminuidas las malas condiciones que vive dentro de la cárcel.
También ha reclamado el amparo de la justicia federal para evitar que a los traslados que se le hacen dentro de la cárcel, principalmente cuando acude a visita con sus abogados, tenga que acudir con sujeción de manos y pies.
Por eso, en el seno de su familia existe la convicción de que en cualquiera de las cárceles de Estados Unidos viviría en mejores condiciones que las actuales.
Condiciones extremas
El gobierno mexicano ha señalado, a través del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que las condiciones bajo las que se mantiene el cautiverio de Joaquín Guzmán Loera, son las propias para un reo de la peligrosidad del dos veces fugado, y que ante todo se le están respetando sus derechos humanos. En el seno de la familia del capo no se comparte esa visión.
Un familiar de “El Chapo” reveló que se le mantiene en aislamiento en forma permanente, fuera del contacto de otros reos. No puede hablar con nadie. El acceso a los servicio de salud son limitados. Solo puede solicitar el servicio médico una vez a la semana, y no se le alimenta en cantidades suficientes.
Desde su reingreso a la cárcel, el pasado 8 de enero, Guzmán Loera, según la fuente, ha perdido más de 12 kilos de peso.
Dentro de su celda, el Chapo Guzmán cuenta solo con una pluma. No tiene papel para escribir cartas; le entregan una hoja tamaño carta una vez a la semana. No tiene cepillo de dientes, su higiene bucal la hace con un pedazo del pantalón de su uniforme. No le permiten jabón ni pasta dental. No cuenta –como todos los presos- con un pedazo de franela para la limpieza de su celda.
No le permiten correspondencia dentro de su estancia. Las cartas que le mandan sus familiares, quienes son los únicos autorizados para enviarle correo postal, las lee mientras un oficial se las coloca frente a la celda.
Le hacen pase de lista cada cuatro horas. Todo el día tiene que estar a la vista de los dos oficiales que cuidan su celda.
Cuenta con una cobija, un colchón, una toalla y dos uniformes.
La defensa le ha ofrecido a la familia llevarlo a una cárcel de mediana seguridad en el vecino país del norte, en donde “El Chapo” Guzmán se tendría que declarar culpable de los delitos que le imputan: conspiración para el trasiego de 12 toneladas de cocaína en Chicago.
De acuerdo a lo dicho por los abogados a la familia de Guzmán Loera, la sentencia que podría alcanzar en Chicago, tras aceptar los cargos de conspiración, podría llegar a por lo menos 20 años, en donde en 10 podría aspirar a la libertad condicional, “pero la sentencia la cumpliría en condiciones humanas y con la posibilidad de estar en contacto con su familia”.
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