En las reuniones de gabinete del Gobierno del Distrito Federal (GDF) ya se habla de proyectos de cierre de administración; algunos de los secretarios buscan que en los últimos meses, Marcelo Ebrard Casaubón de luz verde a propuestas, presupuestos y planos.
Cambiar la imagen del Tren Ligero; permitir la publicidad en andenes; sacar el proyecto de parque lacustre en Xochimilco y renovar la iluminación del Centro Histórico de la capital, son solo algunas de las propuestas que se han puesto sobre la mesa en estos días con la firme intención de sacar adelante estas iniciativas antes de que el jefe de gobierno concluya su mandanto.
Uno de estos proyectos en la mesa y que busca consolidarse en la recta final de esta administración, parte de reconocer que el Centro Histórico de la Ciudad de México, en comparación con otras ciudades, está muy oscuro, por lo que pretenden reforzar la iluminación.
La Autoridad del Centro Histórico solicitó que se le asignen recursos estimados en 6 millones de pesos para iluminar aquellas calles del primer cuadro que debido a la oscuridad y soledad que registran por las noches propician la inseguridad.
Se contempla en este paquete hacer arreglos menores en algunas calles afectadas por baches debido a la continua circulación de transporte y peatones.
Pero la propuesta no llega sola. La Secretaría de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal tiene la misión de evaluar el incremento al predial en la delegación Cuauhtémoc, jurisdicción que alberga el Centro Histórico de la capital y que ha recibido una mayor inyección de recursos.
La propuesta de iluminar las calles del Centro capitalino pretende que las plazas públicas, paseos y calles peatonales cuenten con iluminación a escala para los peatones y no solo para el tránsito de vehículos.
Además que los sitios que brindan diferentes servicios las 24 horas del día estén iluminados especialmente hacia la vía pública, de igual forma vestíbulos y explanadas de edificios.
El proyecto va en serio. La Autoridad del Centro Histórico presentó en las reuniones de gabinete del mes pasado un plano en el que resalta la zona prioritaria de iluminación y la relación de edificios públicos del GDF, recintos culturales, edificios privados, tiendas, almacenes, hoteles, estacionamientos públicos que deberán incorporarse al programa.
A fin de que el financiamiento económico no recaiga en su totalidad en la administración capitalina, la Autoridad del Centro Histórico busca suscribir un convenio de adhesión voluntaria.
El acuerdo pide a los empresarios y comerciantes agrupados en la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, fundamentalmente aquellos que se localizan dentro de la zona prioritaria, que se sumen al proyecto y financien la iluminación de sus establecimientos.
Como prioridad las luces que se pongan a vitrinas y aparadores debe reflejarse en la vía pública. Con la iluminación de los negocios, se iluminan las calles, fundamentalmente aquellas que por las noches lucen desoladas: las partes traseras de Palacio Nacional; Suprema Corte de Justicia de la Nación, Catedral Metropolitana.
La Autoridad del Centro Histórico de la Ciudad de México obtuvo luz verde para buscar el apoyo de los empresarios en el proyecto de reforzar el alumbrado público de la zona.
En dichas reuniones de gabinete, el jefe de gobierno ordenó a la Secretaría de Cultura capitalina armar una agenda para reforzar también las actividades culturales en el Centro Histórico a fin de llevar más capitalinos a sus calles.
Desde 1990 mediante el Fideicomiso del Centro Histórico se han invertido millones de pesos a la mejora y rehabilitación de esta zona de la ciudad mediante la contribución económica de particulares, empresarios y gobierno.
Veintidós años después de la creación de ese fideicomiso que en un principio fue un organismo privado encargado de reunir fondos y desarrollar proyectos de conservación, el Centro Histórico aún presenta deterioro y sigue representando un reto.
Las miles de personas que viven del comercio informal se resisten a dejar la vendimia en las calles, ocupan y desocupan la vía pública en un juego en el que intentan burlar a la autoridad.
Los años 2001 y 2002 fueron fundamentales para marcar la otra cara del Centro Histórico, el Fideicomiso se hizo público y se efectuó un pacto con la iniciativa privada a partir del cual se emplearon recursos mixtos para la rehabilitación de este importante espacio que alberga entre otros el Palacio Nacional, el antiguo Palacio del Ayuntamiento cuna del GDF y la Catedral Metropolitana.
El empresario Carlos Slim, entre otros, hicieron acto de presencia.
Ya en la administración del actual jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, se creó la Autoridad del Centro Histórico que intenta sobrellevar los delicados hilos de diálogo y negociación con los habitantes de la zona, comerciantes y las instituciones.
A partir de ahí viene la reubicación histórica de los 26 mil vendedores ambulantes. Que hoy recuperan su territorio por fracciones de hora, de días, de calles. El reto de repoblarlo y evitar que la inmensa mayoría de las edificaciones sirvan sólo de bodegas sigue ahí.
Pero los recursos económicos son siempre la columna vertebral que permite caminar o detener el paso en el Centro Histórico.
No en vano el proyecto de iluminar las calles y fachadas de negocios, que con su oscuridad actual contribuyen a la soledad de este espacio, tiene en la mira solicitar el respaldo económico de la Asociación de Banqueros, según se sugirió el día que se presentó dicho plan en el gabinete.