El último paso en Jalisco
El suicidio se ha convertido en un problema serio de salud pública en Jalisco, pues el estado no escapa de la lógica nacional de esta práctica que cada vez va en aumento en el número de casos.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la entidad se encuentra en el segundo lugar del mapa, apenas por debajo del Estado de México.
Durante varias décadas Jalisco había permanecido en el séptimo sitio a escala nacional con más casos de suicidios.
Jonathan Ávilahttps://www.youtube.com/watch?v=F9SaQu77WfQ
El suicidio se ha convertido en un problema serio de salud pública en Jalisco, pues el estado no escapa de la lógica nacional de esta práctica que cada vez va en aumento en el número de casos.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la entidad se encuentra en el segundo lugar del mapa, apenas por debajo del Estado de México.
Durante varias décadas Jalisco había permanecido en el séptimo sitio a escala nacional con más casos de suicidios.
El primer lugar siempre lo había ocupado el Distrito Federal, refiere Francisco Gutiérrez Rodríguez, director del Centro de Evaluación e Investigación Psicológica (CEIP) y académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Sin embargo, en las últimas dos décadas, las tasas de suicidio por cada 100 mil habitantes, a nivel nacional, han sufrido modificaciones.
En 20 años cambió la media nacional. De 2.2 a 4.7 el número de casos, es decir, tuvo un incremento del 114 por ciento.
A diferencia de otros países, México ha sido catalogado como el sexto país con tasas de crecimiento más altas para el tema del suicidio, en el periodo que comprende de 1980 a 1999, según el Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el estado la tasa de suicidios es de 6.7 casos, cifra muy por encima de la media nacional.
“El caso de Jalisco es que tiene una ciudad donde hay diferentes tipos de estresores psicosociales que van haciendo que detonen este tipo de crisis suicidas. Las ciudades se convierten en núcleos de gran tensión”, explica Gutiérrez Rodríguez.
Otras cifras oficiales avalan lo dicho por el experto: el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), dice que el 75 por ciento de los casos de suicidios documentados en 2014 en Jalisco ocurrió en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
En aquel año, 135 suicidios sucedieron en Guadalajara, 84 en Zapopan, 45 en Tlaquepaque, 44 en Tlajomulco de Zúñiga y 35 en Tonalá.
Mientras que el 25 por ciento se concentró en el interior del estado, donde destacan municipios como Puerto Vallarta, con 22 decesos, y Tepatitlán de Morelos, con 15 casos.
Así mismo los casos de suicidio han aumentado en los últimos siete años en Jalisco. Mientras en 2007 se contaban 297 casos de suicidios, para el 2014 el número llegó a 597 decesos por esa práctica, según el IJCF.
La cifra repuntó de nuevo entre 2010 y 2011, cuando se pasó de 298 casos a 406; en sólo cuatro años las cifras se duplicaron.
Mujeres, las que más lo intentan
Aunque las cifras no muestran un incremento importante en el número de muertes por suicidio de mujeres, en comparación con los varones, el experto apunta que en ellas los casos son especiales pues los métodos que utilizan suelen ser menos dañinos que los que usan los hombres, por lo que en ocasiones no logran quitarse la vida.
“En una investigación realizada por un servidor, ‘Los suicidios en el estado de Jalisco: una década del suicidio’, se comprobó que dos terceras partes de los suicidas lo había intentado de una a tres veces antes de lograrlo”, señala Gutiérrez Rodríguez.
En ese sentido menciona que en los suicidios consumados, de los que se tiene registro, la proporción de intentos hombre-mujer es de cuatro varones por cada mujer.
“Justamente con una tendencia a la alza en las mujeres. Lo intentan más las mujeres pero lo consuman más los varones. El varón utiliza disparo por arma de fuego y asfixia por ahorcamiento, la mujer consumo de tóxicos y heridas por arma blanca, donde hay mayor probabilidad de ser salvada”, detalla el especialista.
De 2012 a 2014, según cifras del IJCF, una de las ocupaciones que más incrementó su número de caso fue el de las “amas de casa u hogar”, pasando de 12 casos a 50 en ese periodo.
“Los factores de riesgo en las amas de casa, que se ha convertido también en una ocupación, está bombardeada desde los problemas de la familia, el divorcio, madres que tienen que sacar adelante a los hijos, que tienen doble jornada, por un lado deben de tener un empleo y por otro las labores de casa”, narra el investigador.
Así mismo, señala que los factores de un sistema machista, que invade la vida de las mujeres y que la violenta a través de otros casos delictivos como el feminicidio y las violaciones, abona a los depresores que pueden llevar a las tentativas suicidas.
“La Organización Mundial de la Salud, para el año pasado, hablaba de mil 200 millones de personas en el mundo con depresión, donde el género más vulnerable es la mujer”, dice Francisco Gutiérrez.
Niños y jóvenes suicidas
Actualmente a las autoridades estatales les alarma la presencia del suicido en niños, niñas y adolescentes; y los jóvenes también se han vuelto vulnerables a tal práctica.
En los tres últimos años, los casos de suicidio en la población de Jalisco de entre 18 y 34 años de edad ha incrementado en un 25 por ciento.
De acuerdo con el experto, algunos de los factores de riesgo que abonan a las tentativas son, en el caso de los niños: maltrato físico, abuso sexual, abuso psicológico y bullying. Y en los adolescentes: decepciones amorosas, problemas familiares y económicos.
Las iniciativas para ‘atacar’ esta problemática no han sido implementadas o planeadas con eficacia, menciona Francisco Gutiérrez, aunque también aplaude algunas estrategias como Rock por la Vida, un concierto musical auspiciado por el Gobierno de Jalisco.
“Una gran iniciativa ha sido Rock por la Vida, pero de repente si éste (el gobierno) detecta cien, doscientos, trescientos jóvenes con riesgo suicida, no tenemos en el estado la capacidad instalada para poder atender a tantas personas y esto se vuelve un efecto contraproducente, al no tener infraestructura porque las sesiones de atención son aplazadas a seis meses”, declara el director del CEIP.
También recuerda que una estrategia gubernamental pendiente es la Clínica de Atención de Niños y Adolescentes, en el Instituto Jalisciense de Salud Mental; su postergación ha convertido a este sector en desprotegido, junto al de los adultos mayores.
2015, un año desalentador
Pese a que este 2015 apenas comienza, las cifras de suicidios ocurridos hasta el primero de marzo son desalentadoras.
De acuerdo con datos del IJCF, la tendencia va creciendo en comparación con los primeros dos meses de los tres años anteriores.
Mientras en 2012, 2013 y 2014 se había mantenido un promedio de 74 casos de suicidios entre enero y febrero, este año la cifra se incrementó a 86 decesos por esta práctica.
Sin embargo las autoridades son omisas al problema; y cuentan con una visión parcial de la problemática, la cual debe ser estudiada y abatida desde lo integral, según apuntan expertos en el tema.
Tres cuartas partes de los suicidios son planeados, y en ese sentido, el académico de la UdeG menciona que pueden trazarse estrategias de prevención que van desde la visión institucional, hasta el cuidado familiar.
“¿Qué se tiene que hacer? Fomentar la verbalización, mantener la calma, no regañarlos, no obligarlos a que acudan (por ayuda médica), más bien persuadirlos de la importancia que tiene una atención (psicológica). Se tarda hasta cinco años una persona deprimida en recibir atención profesional”, expresa el académico.
Por ahora el suicidio se ha convertido en una grave problema de salud pública para Jalisco. Las autoridades no se pronuncian sobre el incremento en las cifras y los expertos señalan la falta de visión para buscar soluciones integrales a este fenómeno.
Pero hacen un llamado para que las familias sean atentas a estas prácticas y acudan con profesionales para buscar soluciones inmediatas.