El uso político del agua en Coyoacán
La escasez de agua en la alcaldía que preside Manuel Negrete es utilizada como moneda de cambio, habitantes de la demarcación acusan que su reparto en pipas es condicionado por votos
David MartínezVecinos de la zona de los pedregales de Coyoacán acusan que la alcaldía mantiene las viejas prácticas de hacer uso político del agua mediante su reparto para obtener votos.
Colonos afirman que la alcaldía, encabezada por Manuel Negrete, reparte pipas para mantener una clientela política en lugar de dar mantenimiento a la infraestructura hidráulica.
El vecino dice que la Asamblea de Pueblos, Barrios y Colonias Originarios del Pedregal lleva ocho años en la lucha para que haya agua en la zona, pero han sido ignorados.
Según el colono, desde que Mauricio Toledo fue delegado la situación del agua empeoró.
“Desde hace ocho años estamos sufriendo, desde la administración de Toledo para acá, lo cual se relaciona con dos cosas: una hacer una clientela y otra obtener credenciales de elector”, afirma.
El vecino de Santo Domingo añade que cuando se movilizan sí hay agua, pero ésta nunca dura y siempre vuelven las pipas.
“En campañas hay agua, dura algunos meses y después ya no. O si no tenemos agua cada 15 días o una semana sí y otra no.
“La semana pasada volvieron a entregar tinacos y estamos viviendo el mismo problema. Los ejemplos más tangibles son las pipas, que tú las puedes ver todo el día”, se queja.
La semana pasada, habitantes de los pedregales de Santo Domingo, Culhuacán y de la colonia Ajusco se reunieron con el alcalde para gestionar un pozo, lo cual fue aceptado por él. No obstante, los afectados dudan de la veracidad de la promesa.
“La única reunión que tuvimos con él nos dijo que todo lo va a gestionar, pero no manda escritos ni minutas, habla por teléfono pero no ve nada con el Congreso sobre recursos, ni con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX).
“Incluso Conagua nos dijo que tienen presupuesto para la reubicación de pozos, que se tardaría seis meses pero la alcaldía no lo hace”, dice Juan Pérez, otro habitante de los pedregales.
La alcaldía se deslinda
Los vecinos afirman que durante la reunión que mantuvieron el 15 de abril pasado con el alcalde Manuel Negrete, éste les dijo que iba a investigar a las personas que pedían credenciales de elector con chalecos amarillos y negó que fueran funcionarios.
Sin embargo, el vecino Gustavo López dice que es la misma estrategia que usaron durante la campaña electoral de mayo y junio de 2018 para ganar.
“Hay vecinos que trabajan para la alcaldía, le dijimos al alcalde el nombre y apellido, Jaime García, quien no es trabajador, pero todos saben que es del Partido de la Revolución Democrática”, acusa.
“Dicen que necesitan saber cuántas personas y de qué edad hay en la casa, pero eso no es cierto, si pides una pipa te la deben de dar sin preguntar esos datos ni les debes dar las credenciales de elector”, afirma.
Los vecinos consideran que repartir tinacos, tablets y normalizar el suministro de agua ayudaron a Negrete a imponerse en las elecciones del pasado 1 de julio frente a María Rojo, excandidata del Movimiento de Regeneración Nacional por 45 mil votos.
Según datos del Instituto de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), Coyoacán cuenta con 608 mil habitantes y tan sólo Santo Domingo tiene alrededor de 100 mil, lo que representa el 16 por ciento de la población de la demarcación.
La lucha por la red hidráulica
A través de movilizaciones, los habitantes del Pedregal de Santo Domingo y los Culhuacanes lograron que en mayo de 2017, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) acudiera a realizar un recorrido para ver la situación de la red hidráulica.
De acuerdo con el colono Juan Pérez, el órgano les informó que en la esquina de Delfín Madrigal y Aztecas hay un tanque de agua potable cuya línea llega más allá de Copilco y pasa Santo Domingo. Pero la orografía ascendente del lugar hace que se necesiten 450 litros por segundo de presión para que el depósito esté en el 85 por ciento de su capacidad y logre subir el agua.
En esa fecha, el personal de SACMEX indicó que la presión tan sólo era del 120 litros por segundo, lo que provocaba que el tanque alcanzara el 35 por ciento de su capacidad.
Ante esto, el órgano recomendó a los vecinos realizar la gestión para una planta de bombeo de Cuicuilco y otra en Amatl para que los pedregales tuvieran agua.
En mayo de 2017, la Asamblea de Pueblos, Barrios y Colonias Originarios de los Pedregales tramitó ante del Gobierno central de la capital una solicitud para la gestión de las plantas de bombeo.
Esto para construir el pozo de agua potable junto a la escuela Xitle, la red de suministro de agua de 450 litros por segundo para los tanques de Cuicuilco y la conexión a la red primaria de Jilotzingo y Delfín Madrigal, pero les respondieron que la alcaldía era la responsable de dichos trámites ante SACMEX.
En abril de 2019, los vecinos se reunieron con las actuales autoridades de SACMEX y obtuvieron la misma respuesta de que es la alcaldía la que tiene que realizar los trámites.
“Es Manuel Negrete quien tiene que gestionar, pero carece de conocimiento sobre protocolos, tampoco conoce la colonia y la verdad estamos peor con él”, afirma el vecino Luis Aguilar.
El desabasto continuo afecta la vida de los habitantes de tal manera que en la toma pública que existe en Amezquite y Ahuanusco se hacen filas de hasta 20 metros para que los ciudadanos puedan llenar cubetas de agua.