‘El Bronco’ en el desamparo
El gobernador Jaime Rodríguez cabalga solo y sin rumbo fijo para enfrentar las carencias de Nuevo León, pues el apoyo de la ciudadanía y la confianza del sector empresarial se han esfumado en poco más de un año.
Su soledad política es evidente, incluso, la propia burocracia estatal ya ni siquiera le cree; además su popularidad va en picada.
Jesús PadillaEl gobernador Jaime Rodríguez cabalga solo y sin rumbo fijo para enfrentar las carencias de Nuevo León, pues el apoyo de la ciudadanía y la confianza del sector empresarial se han esfumado en poco más de un año.
Su soledad política es evidente, incluso, la propia burocracia estatal ya ni siquiera le cree; además su popularidad va en picada.
Si alguna vez se creyó que “El Bronco” encarnaba un proyecto presidencial impulsado desde Los Pinos, esta creencia terminó el miércoles cuando el presidente Enrique Peña Nieto dejó claro públicamente que el apoyo que el Ejecutivo brindará a Nuevo León será exclusivamente institucional.
“Y a propósito de varias notas que se han publicado, hoy me quiero comprometer de verdad, toda la disposición por parte del Gobierno de la República para apoyar los esfuerzos que realiza su gobierno, para servir a Nuevo León.
“Y hasta ahí nos quedaremos, señor gobernador, en apoyo de gobierno a gobierno; cualquier otra cosa que se dice por ahí, ya son especulaciones y son afirmaciones que están fuera de lugar”, señaló el primer mandatario.
En la semana, Manuel González, secretario general de Gobierno, había revelado una supuesta negociación entre el gobernador y la Federación para que “El Bronco” fuera candidato independiente.
“Cuando hay una posibilidad real de una candidatura, pues surgen muchas posibilidades de negociación de los intereses del estado ante la Federación, y de la Federación con el estado.
“Todas las cosas en la política son negociaciones, todo tiene que ver con ceder, otorgar, apretar, presionar, esas son las opciones”, aseveró González públicamente.
El distanciamiento
Pareciera que la mala política independiente de su Gobierno acabó por sepultar cualquier aspiración a la candidatura a la Presidencia en 2018 y tejer una buena relación con el Gobierno federal.
El desamparo por el que atraviesa Jaime Rodríguez tiene su epicentro en varios factores.
Rehén de sus propias promesas de campaña, con más errores que aciertos en su administración y escándalos en la Procuraduría de Justicia, entre otros, ha ocasionado un desamor con la ciudadanía, la que lo llevó a convertirse en el primer gobernador independiente en México.
La confianza del sector empresarial regiomontano hacia el mandatario ahora se convirtió en una muy marcada distancia, esto ocurrió un día antes de la gira del presidente Enrique Peña Nieto a Nuevo León.
Los industriales regiomontanos no respetaron su investidura de gobernador, y hablaron personalmente con Peña Nieto para solicitar más militares en Nuevo León.
Esto solo exhibió la mala relación entre el presidente y el gobernador independiente para atender el problema de inseguridad en el estado.
En voz de su nuevo presidente, Juan Ignacio Garza, la Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León solicitó incrementar la presencia del Ejército Mexicano y seguir fortaleciendo a la Policía Militar en Nuevo León.
Petición, que sin duda, es tarea del mandatario estatal, quien tiene la obligación de solicitar el apoyo de la Federación en temas de seguridad, y no de los empresarios.
Pero esta soledad no solo sería por este rompimiento con los industriales, sino que suma otras causas.
Todo apunta que sin el empresario Fernando Maiz, fallecido en un accidente aéreo, sin su amigo Carlos Pacheco y ahora con el rompimiento de su compañero de logia, Roberto Flores, quien renunció a la Procuraduría General de Justicia, aumenta su aislamiento político.
Hoy en día, “El Bronco” luce desgastado y cada vez más aislado, esa es su realidad, pero aún culpa a los medios de comunicación de divulgar “fake news” de su Gobierno. Su época gloriosa y el respaldo ciudadano están diluidos.
Y sólo se aferra a sus seguidores virtuales de redes sociales, que no son ni siquiera el 10 por ciento del millón de ciudadanos que lo llevaron a ganar la pasada elección.
Gobierno dividido
Hacia el interior del gabinete estatal brilla más la grilla que un trabajo en equipo; al gobernador independiente solo lo apoya la mitad de la burocracia estatal.
En su círculo más cercano de asesores de imagen, comunicación social y política, tiene personas que ponen su granito de arena para desgastar la relación con la prensa.
“Y que muchos desean que se lance para la grande (candidato a presidente en 2018) para que no regrese a despachar”, aseguró a Reporte Indigo una fuente de Palacio de Gobierno.
Existen personajes que apoyaron la campaña de sus adversarios, Felipe de Jesús Cantú e Ivonne Álvarez, panista y priista, respectivamente.
“Continúan hablando en secreto con ellos, para fraguar estrategias para que se eche la soga al cuello”, revela la fuente.