Mientras Jojutla llora a sus 49 muertos y la autoridad municipal brilla por su ausencia, la sociedad civil ha salido al rescate de sus hermanos.
Los más de 37 mil damnificados que dejó el sismo del pasado martes en esta localidad de Morelos, son asistidos por decenas de brigadas ciudadanas que han tomado en sus manos los trabajos de asistencia humanitaria.
La autoridad local y la escasa presencia militar han sido rebasadas por células de ciudadanos que organizados se han hecho cargo de la atención a los damnificados, entregando alimentos y ayudando a la remoción de escombros.
Lo mismo sucede en los municipios de Axochiapan, Tetecala, Jiutepec, Cuernavaca, Tlayacapan, Miacatlán, Yecapixtla, Cuautla, Yautepec, Xochitepec y Temixco, en donde brigadas de estudiantes, religiosos, trabajadores de diversas empresas y ciudadanos, son los que llevan la coordinación las labores de rescate.
En Jojutla, el municipio más afectado de todo el estado de Morelos, se estima que al menos el 30 por ciento de las viviendas de la zona urbana se encuentran colapsadas, y por lo menos un 47 por ciento más sufrieron daños estructurales que impedirán a las familias que las habiten.
Al menos 400 familias de afectados se encuentren a la fecha viviendo en la vía pública por temor a que sus viviendas colapsen ante una réplica de las que se han mantenido constantes aquí desde el pasado martes.
El principal reclamo de los vecinos de Jojutla es en el sentido de que las brigadas de Protección Civil realicen evaluaciones a las viviendas con daños estructurales, pues la mayoría de los afectados están viviendo en la calle.
Las pocas brigadas oficiales, de los tres órdenes de gobierno, que operan en esta localidad están concentradas a la rehabilitación de la plaza principal. Los trabajos de retiro de escombros y la atención alimentaria para los miles de damnificados, corren a cargo de las brigadas de voluntarios ciudadanos.
Vecinos de las colonias de la periferia, como las ubicadas en las inmediaciones del cerro de El Higuerón, principalmente de la Emiliano Zapata, Independencia, Pedro Amaro, AltaVista y Lázaro Cárdenas, se han quejado del abandono oficial.
“Aquí no ha llegado ningún tipo de ayuda de la autoridad. Tenemos que salir a buscar agua y comida, porque ni el Ejército nos ha querido asistir. Nadie quiere subir el cerro. Sólo algunos voluntarios han llevado despensas, que no son suficientes”, dijo Luis Martínez Velásquez, líder de la colonia Independencia que habló con Reporte Indigo.
Tanto el alcalde de Jojutla, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, y el gobernador Graco Ramírez son reconocidos por los vecinos como los ‘desaparecidos del terremoto’, pues su ausencia es inexplicable ante la emergencia que se vive en esta región.
Niños, sin datos oficiales
La brigada de la UNICEF que recorre la zona del sismo en Morelos, encabezada por Pressia Arifin-Cabo, señaló que los niños son los principales afectados no solo por el sismo, sino por la falta de respuesta inmediata de la autoridad.
La jefa de la misión de UNICEF dijo que se observa que ese grupo poblacional es de los más afectados, sobre todo por los estragos psicológicos que ha dejado en ellos.
Recordó que a diferencia del sismo que se registró en Oaxaca y Chiapas hace apenas unos días, el que golpeó a Morelos ocurrió cuando la mayoría de los niños se encontraban en clases, lo que podría dejar mayores secuelas emocionales, por lo que urgió a la autoridad a implementar medidas urgentes a fin de que los niños de esta zona “regresen a la normalidad lo más pronto posible”.
La UNICEF aún no tiene cifras oficiales sobre el número de niños que entrarían en las estadísticas de afectados directos del sismo, pero dijo que la cifra podría ser muy elevada.
Se estima que al menos el 30 por ciento de las viviendas de Jojutla se encuentran colapsadas y por lo menos un 47 por ciento más sufrieron daños estructurales
Ayudar sólo por ayudar
Son cientos de ciudadanos los que sin pensarlo decidieron darle la mano a los damnificados en Jojutla. Entre ellos se encuentra el grupo de amigos que se autodenomina Hamco.mx.
Ellos llegaron desde Querétaro apenas supieron de los daños ocurridos en Jojutla.
Al arribar supieron que no se habían equivocado: aquí es donde se requiere más ayuda de asistencia humanitaria. Desde que llegaron no han descansado. Duermen solo una hora y todo el día lo emplean en el retiro de escombros. Su labor la hacen a pico y pala.
Ninguno de este grupo tiene formación en rescate de personas ni de asistencia en caso de terremotos. Pero la falta de experiencia la suplen con su pasión de servicio. Todos dejaron trabajo y familias.
Felipe Hernández, integrante del grupo, trabaja en mantenimiento industrial; Mario Garduño es arquitecto igual que Abraham Zavala y Víctor González; Emanuel Leyva es licenciado en comercio internacional, Alejandro Ramírez es especialista en gastronomía, Frederick Raymond es tatuador, Félix Guerrero es contratista y José Gómez es administrador de empresas, pero a todos los mueve el servicio a los demás.
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Pressia Arifin-Cabo, quien encabeza la brigada de la UNICEF que recorre Morelos, señaló que los niños son los principales afectados por los estragos psicológicos que les dejó el sismo