Encienden alerta periodistas tapatíos
La agresión del suegro de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz al fotógrafo de Milenio José María Martínez develó una realidad que prendió un foco de alerta entre comunicadores locales.
La denuncia interpuesta contra José Luis Arriaga por el fotoperiodista es la punta del iceberg que deja entrever lo que desde hace tiempo subyace en el ejercicio periodístico tapatío.
Los comunicadores de Jalisco fijan su postura a través de un desplegado firmado por 39 comunicadores y defensores de derechos humanos.
Indigo Staff
La agresión del suegro de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz al fotógrafo de Milenio José María Martínez develó una realidad que prendió un foco de alerta entre comunicadores locales.
La denuncia interpuesta contra José Luis Arriaga por el fotoperiodista es la punta del iceberg que deja entrever lo que desde hace tiempo subyace en el ejercicio periodístico tapatío.
Los comunicadores de Jalisco fijan su postura a través de un desplegado firmado por 39 comunicadores y defensores de derechos humanos.
Especialmente ahora que los ánimos se caldean y se acercan las elecciones.
Y es que para algunas administraciones locales el periodismo crítico no tiene lugar.
Esto ha motivado que la lógica de los medios en Guadalajara sea vista por los políticos con un cariz mercantilista, en el que la libre expresión no obedece a la democratización, sino al mejor postor.
Por eso el movimiento #yosoy132GDL llamó a una rueda de prensa el 26 de junio donde mostró su solidaridad, en conjunto con los movimientos 15M de España y Occupy Wall Street de Estados Unidos, con los periodistas locales por la censura que se intensificó en las campañas.
Sobre la situación local de los medios Vanessa Robles, una de las comunicadoras que firma el desplegado, señala:
“En especial en este contexto electoral, los partidos están ejerciendo una presión inusitada y que yo no lo había vivido pero me platican que sucedía en los años 70 y 80; sienten que tienen derecho de exigir a los reporteros hacer lo que ellos quieran porque pagan la publicidad.
“Mientras los periodistas sigamos entendiendo como ‘normal’ esta línea que tienen distintos medios a favor o en contra de algún candidato o partido -con publicaciones o censuras- estamos poniéndonos solos el bozal. Y el día que alguno decida no verlo normal y hacerlo saber estará poniendo su vida en riesgo”.
La intimidación, el hostigamiento y los reproches violentos a tono de amenaza están presentes en la cobertura de medios en Jalisco.
El desplegado contra la agresión de Arriaga devela que el ejercicio periodístico en Jalisco a veces está comprometido por diferentes motivos.
Alejandra Guillen, otra de las comunicadoras que firma, señala que “se ha agudizado en este proceso electoral el control de parte de los políticos en torno a los medios. A mí lo que me parece más grave, según he escuchado de mis compañeros que trabajan en televisora, es que ahí les decomisan videos como el de la agresión al compañero fotógrafo.
“Hay empresas (mediáticas) que están en la quiebra y que tienen que jugar con un actor político para no quebrar, que es el caso más triste porque de no hacer eso echas a la calle a mucha gente”.
Y los intereses particulares, la autocensura y las agresiones contra periodistas golpean el buen ejercicio periodístico.
Lo anterior está entre líneas en el desplegado, firmado también por Jesús Robles Maloof:
“Lamentamos que algunos medios no hayan publicado ni el nombre ni la relación familiar del agresor, información que consideramos es relevante debido a que Arriaga actuó en supuesta defensa de agravios contra el candidato priista”.
Para el comunicador Rubén Martín, el periodismo está pasando por un mal tiempo pues ahora las oficinas de comunicación de dependencias de todos los niveles y de la propia Universidad de Guadalajara se han convertido en los principales anunciantes.
Esto permite que el gobierno ejerza mayor presión sobre los reporteros.
Y es que en un estado donde existen antecedentes de prácticas intimidatorias de la autoridad contra la prensa, documentadas por el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad), muchos creen que la indefensión de los comunicadores es una bomba de tiempo.
Porque el cambio de administraciones, así como el incremento de la violencia criminal en el estado, son factores que podrían poner en vulnerabilidad a los periodistas locales.
Una mezcla que en palabras de algunos de los reporteros tapatíos podría hacer que Jalisco emulara la situación de Veracruz.
Respaldan #yosoy132GDL y #15M a periodistas
Por Paloma Robles
El movimiento #yosoy132GDL convocó a una rueda de prensa a la que no acudió la mayoría de los medios locales.
Ahí se informó sobre un video que realizaron algunos periodistas de Jalisco en coordinación con activistas del movimiento español M15.
En el video los activistas españoles dan lectura a una carta que fue enviada desde Guadalajara y se explica que en algunas redacciones se hacen notas a modo según la preferencia electoral.
Se acusa al líder moral de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López, de operar todo el aparato universitario en favor del candidato priista a la gubernatura.
“Hoy nos piden que hablemos por ellos que se niegan al silencio, porque cuando defienden su derecho a la libertad de prensa de comunicar con veracidad e imparcialidad, están defendiendo el derecho del pueblo de México ser informado”.
Se pide que los medios no impongan los intereses de los partidos, que se resguarde el derecho a investigar y ser informado y que no se violente la ética periodística con la amenaza de perder el empleo.
DESPLEGADO
El pasado sábado 23 de junio, durante la manifestación frente a Palacio de Gobierno, el fotógrafo de Milenio y Medios UDG, José María Martínez, fue agredido por José Luis Arriaga, suegro del candidato priista al Gobierno del Estado, Aristóteles Sandoval.
José María Martínez estaba haciendo su trabajo, tomando fotografías de la concentración cuando, sin causa alguna, José Luis Arriaga avanzó hacia él y le propinó un golpe en la cara.
Arriaga ya había agredido a una persona de la tercera edad que portaba una cartulina con consignas contra Aristóteles Sandoval y estaba siendo abordado por representantes de los medios de comunicación cuando atacó a José María Martínez, quien, después de la agresión, se retiró a continuar con su trabajo, sin responder al ataque de Arriaga.
Compañeros de los medios de comunicación, indignados ante el hecho, persiguieron a Arriaga para que no escapara y pudiera ser presentado a las autoridades. Arriaga fue entregado a la Policía de Guadalajara que lo puso a disposición de un juez municipal, quien solo le impuso una multa por incurrir en una falta administrativa.
De la misma forma, nos enteramos que la policía tapatía, tras saber que la persona que llevaban arrestada era pariente del ex alcalde y hoy candidato, le envió un informe para preguntar cómo proceder; y aunque sabemos que el candidato se deslindó de los hechos y no quiso intervenir, nos llama la atención la actitud de la autoridad.
Por lo anterior hacemos también el siguiente pronunciamiento:
Repudiamos los actos de violencia contra comunicadores y consideramos que los medios para quienes trabajan deben apoyar a los periodistas en cualquier tipo de agresión.
Repudiamos todos los actos de violencia, no sólo aquella de la que son víctimas los periodistas; y si José Luis Arriaga fue agredido, aunque haya sido consecuencia de sus acciones, lo consideramos reprochable.
Lamentamos que algunos medios no hayan publicado ni el nombre ni la relación familiar del agresor, información que consideramos es relevante debido a que Arriaga actuó en supuesta defensa de agravios contra el candidato priista.
Exigimos un alto a la impunidad y el castigo a aquellos que ataquen a periodistas. México es uno de los países de todo el mundo en donde es más peligroso ejercer el periodismo y esto se debe en gran parte a la impunidad. Cada impune agresión a un periodista, abona a la situación de indefensión que sufrimos los periodistas mexicanos.
Exigimos a las autoridades un seguimiento expedito y puntual a la denuncia que presentó José María Martínez. Exigimos atención inmediata a la protección de los trabajadores especialmente a quienes laboran en los sectores alto riesgo como es el periodismo, donde lejos de dar garantías y protección, ni siquiera se cumplen con las obligaciones básicas marcadas por ley en cuanto a prestaciones y seguridad social.
Firmamos
Vanesa Robles (periodista)
Laura Castro Golarte (periodista)
Rubén Martín (periodista)
Alejandra Guillén (periodista)
Héctor Guerrero (foto periodista)
Arturo Campos (foto periodista)
Abraham Pérez (foto periodista)
Refugio Ruiz (foto periodista)
Rafael del Río (foto periodista)
Miriana Moro (periodista)
Yazmín Yedyd
Cámara Ascencio (periodista)
Jorge Zul de la Cueva (periodista)
Jesús Robles Maloof (defensor de derechos humanos)
Daniel Gershenson (presidente de Al Consumidor A.C.)
Guadalupe Espinoza Sauceda (activista en derechos humanos)
Claudia Gómez Godoy (activista en derechos humanos)
Jesús Estrada Cortés (periodista)
Sonia Serrano (periodista)
Mauricio Ferrer (periodista)
Jorge Octavio Navarro “Jonas” (periodista)
Natalia Fregoso Centeno (foto periodista)
Tonatiuh Figueroa (foto periodista)
Raúl Torres (periodista)
Agustín del Castillo (periodista)
Roberto Medina (periodista)
Paloma Robles (periodista)
Omar García (periodista)
Viridiana Saavedra (periodista)
Thamara Villaseñor (periodista)
Alejandro Velazco (periodista)
Darío Pereira (periodista)
Isack de Loza (periodista)
Mayra Torres (periodista)
Carlos Luévanos (periodista)
Sugey González (productora)
Pedro Ultreras (documentalista)
Sergio René de Dios Corona (periodista)
Rocío Lomelí (fotógrafa)
Periodistas sin garantías en su labor: Cepad
Por Paloma Robles
Para el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad) el ejercicio del periodismo libre en Jalisco no está garantizado.
Francisco Macías Medina, secretario del Cepad, considera que la situación de los periodistas Jaliscienses se pudiera exacerbar de seguir la tendencia de publicar las confrontaciones partidistas.
Y es que al utilizar a la prensa como caja de resonancia de los conflictos políticos, el periodista queda “en medio de la guerra”.
Pero las agresiones también podrían aumentar con el “enquistamiento” del crimen organizado en los espacios cotidianos. Por lo que ningún reportero está exento de padecerlo, aunque éste no cubra asuntos policiacos.
El Cepad dio seguimiento a un grupo de periodistas que hace un año fueron agredidos en redes sociales por un funcionario de la Secretaría de Finanzas del Estado, quien se autodenominaba “Antena”.
El acoso fue tal que los periodistas – la mayoría mujeres- levantaron denuncias en su contra. Desde entonces se han integrado poco más de una decena de expedientes documentando algunos incidentes en el ejercicio periodístico.