La cúpula que controla el PAN de Nuevo León enfrenta una rebelión que ya desató una crisis interna en este partido político, a 16 meses de la elección de 2015.
Esta semana el PAN ha perdido la mayoría legislativa que tenía en el Congreso del Estado –por la renuncia de dos diputados- y el día de ayer el PRI prácticamente recuperó un alcalde robado por los panistas hace dos años.
El alcalde de extracción priista José Gloria López se deslindó públicamente del PAN, partido político que lo postuló como candidato en la elección del 2012 por este municipio, ubicado en la zona periférica de Monterrey.
Gloria López nunca se afilió al PAN y en la práctica nunca formó parte del bloque de alcaldes azules, en el cual sí se incluyó al edil de Juárez, Roberto Ambriz, también vinculado al PRI.
Gloria López se desligó de Acción Nacional y se declaró alineado al gobernador priista Rodrigo Medina y al PRI.
En conferencia de prensa, Gloria López explicó que el PAN nunca lo apoyó y que por ello regresa al tricolor.
“Retomo la convicción de priista y manifiesto mi apoyo a las políticas del gobernador”, señaló Gloria López.
La desbandada panista comenzó la semana pasada, el 24 de febrero, con la renuncia del exgobernador Fernando Elizondo, quien alegó que el partido estaba corrompido.
Elizondo ha aceptado que analiza la posibilidad de contender por la gubernatura de Nuevo León, o por la Alcaldía de San Pedro por un partido político diferente al PAN, o por la plataforma Vía Ciudadana
“Está entre las alternativas que tengo que analizar”, comentó Elizondo a Reporte Indigo.
“Estoy en un claro en el que se abren muchos caminos, la verdad es que yo venía transitando por una vereda que se fue haciendo cada vez más estrecha y con espinas”.
El sábado pasado su cuñado, el diputado local Luis David Ortiz, lo secundó y se separó del grupo legislativo albiazul en el Congreso del Estado.
Ortiz, quien aspiraba a la candidatura del PAN a la Alcaldía de San Pedro, llamó a sus excompañeros corruptos y traidores en su carta de renuncia.
Las renuncias continuaron el miércoles con la separación del diputado de Santa Catarina, Jesús Cedillo, quien denunció prácticas de clientelismo en el PAN.
Cedillo buscaba ser alcalde de Santa Catarina, pero el grupo que domina el PAN impulsará a Héctor Castillo.
Las renuncias de Ortiz y Cedillo a la bancada albiazul provocaron que el PAN perdiera la mayoría que tenía en el Congreso del Estado y se quedara con 18 legisladores.
Una renuncia más de un diputado panista –en la semana se ha rumorado de la salida de Carolina Garza y Braulio Martinez- ocasionará que el PAN pierda el control de la Cocri, comisión que es la que gobierna el Congreso estatal.
Viejos recuerdos:
expulsiones y salidasLo que ocurre en el Congreso del Estado con el PAN es equiparable, en dos momentos distintos de la historia, a lo ocurrido en ese partido en los 90’s.
Uno de esos periodos del PAN es cuando el dirigente estatal, a finales de los 80´s y principios de los 90´s, era Pablo Emilio Madero, entonces excandidato a la Presidencia de la República por el albiazul.
Madero, quien también participó como aspirante a la dirigencia nacional del PAN y perdió frente a Luis H. Álvarez, se refugió en la presidencia del Comité Estatal del partido en Nuevo León.
Y una vez ahí, trató de imponer a la diputada Consuelo Botello como coordinadora de la fracción panista en el Congreso local.
De 14 diputados del PAN, nueve manifestaron que preferían como coordinador a Alfredo Corella Gil Samaniego, que contaba entonces con un fuerte impulso de la también legisladora Jacoba Niembro de Lobo, mejor conocida como “Cobis Lobo”.
Esta división en las opiniones produjo una escisión del albiazul en el estado, que terminó con la dirigencia de Madero en Nuevo León y finalmente con su salida de Acción Nacional.
Porque Corella Gil Samaniego también fue apoyado entonces por dos pilares del PAN: Mauricio Fernández y por Fernando Canales Clariond.
Ante la imposición, los diputados disidentes, entre ellos Corella Gil Samaniego y Niembro de Lobo, empezaron a ejercer su voto independiente de la bancada del PAN, incluso, votando en contra.
Fue entonces que estos diputados independientes finalmente provocaron el cambio generacional en el PAN de Nuevo León.
El mismo que luego esa cúpula, ahora tradicional, padecería.
Otro momento posterior fue la salida de Jorge Padilla Olvera, quien denunció que la cúpula del PAN fue secuestrada por un pequeño grupo en los 90’s.