Enmendar la confianza, relación México-EU
México y EU atraviesan por un momento de tensión en la cooperación para combatir la inseguridad. En un episodio de definiciones, en el que los resultados de la elección presidencial del país del norte están en el aire, el Gobierno mexicano deberá formar una estrategia para reforzar la relación con Trump o abrir una nueva ventana en caso de que Biden llegue a la Casa Blanca
Eduardo BuendiaLa relación bilateral en materia de seguridad entre México y Estados Unidos está lesionada.
Con la detención del exjefe del Ejército, Salvador Cienfuegos Zepeda, por orden de la Administración de Control de Drogas (DEA) sin previo aviso al Gobierno de México, se dejó al descubierto la desconfianza de las autoridades estadounidenses en las mexicanas.
Especialistas coinciden en que la cooperación bilateral en seguridad debe modificarse. En el contexto de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el Gobierno mexicano deberá reparar con urgencia la relación con Donald Trump, si es que la ciudadanía lo elige para un segundo mandato; mientras que, la llegada del demócrata Joe Biden a la Casa Blanca podría abrir una ventana para reformular la estrategia entre ambas naciones.
Para Carlos Pérez Ricart, docente de la División de Estudios Internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), la agenda de Trump y de Biden es similar, aunque considera que la diferencia está en la personalidad de cada uno.
“Con el candidato demócrata va a ser posible negociar en condiciones de certidumbre y estabilidad; con Trump, si bien la relación no ha ido tan mal como se pensaba, siempre está el temor y la probabilidad de la incertidumbre que es, en la relación MéxicoEstados Unidos, el punto de fuga”, explica el también investigador de la Universidad de Oxford.
Erubiel Tirado, coordinador del Diplomado de Seguridad Nacional, Inteligencia y Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, apunta que durante la administración de López Obrador no se han reforzado los mecanismos de coordinación e interlocución entre el gobierno mexicano y el del país del norte.
El catedrático de la Universidad Iberoamericana añade que el daño que existe en la relación de México con Estados Unidos para combatir la inseguridad también se debe a que las agencias estadounidenses dedicadas a combatir la delincuencia organizada compiten entre ellas y persiguen agendas distintas, algo que quedó en evidencia cuando se detuvo al general Cienfuegos sin el conocimiento del Gobierno mexicano.
Intereses particulares
Las fricciones entre el gobierno mexicano y el estadounidense por las estrategias en el tema de seguridad no son recientes y se deben en gran parte a que los países no comparten objetivos iguales, afirma Pérez Ricart.
“Las prioridades en el combate al crimen organizado no son las mismas por diferentes razones, entre otras porque Estados Unidos es el mercado de drogas más grande del mundo, México no lo es y básicamente la política de Estados Unidos no es otra más que el continuo interés para que México haga suya la política antidrogas”, agrega.
Las administraciones estadounidenses buscan frenar el trasiego de drogas como el fentanilo, la heroína o la cocaína que ocasionaron un problema de salud pública por el número de muertes provocadas derivado del consumo de estas sustancias. Además de que ve como un riesgo a su seguridad nacional la expansión de cárteles como el Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa.
Otro de los propósitos que marcó la agenda de la gestión de Trump fue la detención del flujo migratorio de centroamericanos a territorio estadounidense en 2019, para conseguir este objetivo, el gobierno del republicano presionó a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual optó por desplegar a elementos de la Guardia Nacional en el sur del país y así contener el paso de personas en tránsito irregular hacia la unión americana.
Al Gobierno mexicano le interesa frenar al tráfico de armas proveniente de la frontera norte, que alimenta de armamento a las organizaciones criminales y promueve la vigilancia de sus puertos para hacer frente al trasiego de sustancias ilícitas de las que se benefician los cárteles.
Guerra contra el narco de México en entredicho
La detención del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional -en el sexenio de Enrique Peña Nieto- sorprendió al Gobierno federal, pues se trata del exfuncionario mexicano de más alto nivel procesado en Estados Unidos, acusado de recibir sobornos de una organización del narcotráfico a cambio de protegerla.
En una situación similar se encuentran Genaro García Luna, extitular de la Secretaría de Seguridad Pública federal, además de Luis Cárdenas Palomino y Ramón García Pequeño, colaboradores cercanos al servidor público durante la administración de Felipe Calderón.
Los señalamientos de estos personajes puso en entredicho el combate al crimen organizado y evidenciaron la penetración de los grupos del narcotráfico en la estructura gubernamental de México mediante actos de corrupción para concretar sus operaciones.