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La empresa Metro Meters, concesionaria de los parquímetros en Guadalajara, ha sido denunciada durante los últimos meses por regidores de Movimiento Ciudadano (MC); a la denuncia se incorporó el excandidato a la gubernatura de Jalisco, Enrique Alfaro.
Los ediles de oposición calcularon una recaudación de 71 millones de pesos, cuando el Ayuntamiento solo ingresó 6 millones 140 mil pesos por dicho concepto. El regidor Salvador Caro acusó de robo a la empresa, y al Municipio de ser su cómplice.
A pesar de las denuncias, los representantes de la empresa Metro Meters no han declarado públicamente su posición respecto al conflicto, aunque dieron su versión de forma privada al reportero de este medio, donde responden a las acusaciones de MC.
Omiten el nombre de un representante debido a que Guadalajara es solo una filial de la empresa, que administra varios parquímetros en diversas ciudades del país como la Ciudad de México, Monterrey y Reynosa, y no existe una postura aún de parte de todo el grupo.
Pero para Metro Meters en Guadalajara, los representantes de Movimiento Ciudadano desconocen los procesos de la empresa, pues al hacer su trabajo tienen complicaciones específicas que merman la recaudación, como son las mafias de los franeleros, los puestos ambulantes, vehículos varados y hasta el funcionamiento de parquímetros de la empresa Simex, antigua concesionaria.
En los registros de Metro Meters se tienen contabilizados 22 parquímetros y seis multi espacios de la empresa Simex, antigua concesionaria de los parquímetros de Guadalajara, que aún sigue en litigio.
Un documento de Metro Meters, del cual tiene copia este medio, explica porqué no recauda el total de parquímetros que maneja. Actualmente la empresa regula 5 mil 143 espacios.
De ese total, la Tesorería Municipal ha expedido mil 585 permisos de estacionamiento para automóviles, de los cuales la empresa desconoce el monto total de recaudación por ese concepto, pero que ocupan espacios donde hay estacionómetros instalados que dejan de recaudar.
Asimismo se han encontrado con 69 puestos ambulantes que obstruyen el espacio, además de 26 vehículos abandonados y 2 mil 230 espacios que son cuidados por franeleros y que por lo tanto tienen una baja recaudación.
En el registro de Metro Meters también tienen contabilizados 405 equipos de Simex que han detectado a veces funcionando en la ciudad; 100 vehículos oficiales que no tienen que pagar el servicio de parquímetro y 440 permisos adicionales para sitios especiales, donde tampoco se paga.
Por lo que restando todos éstos, así como el uso del servicio de los más de mil 500 coches citado líneas arriba, el número de espacios en los que Metro Meters recauda completamente (con las estimaciones de los regidores de oposición) terminan siendo menos, una cifra quizá menor de mil. Metro Meters estima que incluso solo se recauda en 279, aunque esta cifra es imprecisa porque resta al total de estacionómetros los permisos de coches.
Guadalajara, ciudad difícil
Para los representantes de Metro Meters en Guadalajara, la ciudad ha sido de las más difíciles para toda la empresa, pues la Perla Tapatía tiene diversas problemáticas que reducen la recaudación y dificultan la labor de la empresa.
Por ejemplo, debido a los franeleros que exigen cuotas a cambio de cuidar los automóviles y no depositan monedas en el estacionómetro, la recaudación total de ese concepto es muy baja, lo anterior en comparación con varias urbes mexicanas donde la empresa labora.
El tiempo promedio de ocupación por día en Guadalajara es de apenas una hora y media, mientras que en otros lugares donde operan el tiempo es mucho mayor. Por ejemplo, según estimaciones de Metro Meters, en la Ciudad de México dicha ocupación es de seis horas; en San Luis Potosí de siete horas; en Ciudad Victoria de siete y en Monterrey de seis y media horas.
Esto, a dicho de los representantes de la empresa, se debe a que los franeleros solo depositan algunas monedas al observar que los empleados que ponen las infracciones se acercan a los coches que han dejado bajo su cuidado, de este modo la recaudación en realidad se la lleva el franelero.
Según empleados de la empresa, hay franeleros que les “presumen” que ganan hasta 800 pesos al día.
Otro factor es la “educación vial” en la ciudad, pues a decir de los representantes de la empresa, en Guadalajara no progresa.
En Monterrey y en el Distrito Federal las multas son en aproximadamente siete de cada 100 parquímetros revisados; en Guadalajara la empresa registra una tasa mucho mayor de multas, con alrededor de 50 de cada 100 parquímetros.
Los representantes de la empresa dieron un recorrido al reportero de este medio para dar muestra de las labores que realizan; en dicho recorrido también se incluyó el paso a la zona de Tesorería, lugar donde se realiza el conteo de lo recaudado por los parquímetros.
El día jueves 5 de septiembre se ingresaron mil 846 pesos de la zona siete. De una caja sellada por dos candados y dos sellos de plomo, los empleados recolectores ingresan el dinero a una máquina que cuenta las monedas.
Después del conteo total de esa zona y el día, el dinero es depositado en una bolsa que se sella y es rotulada con los datos del conteo. Todo lo recaudado es registrado en una computadora para las aclaraciones correspondientes.
De parte de la empresa, sobre las críticas de Movimiento Ciudadano que señala secrecía de su parte, refieren sus representantes que es porque los críticos no conocen los procesos y les hace un llamado a asistir a las instalaciones de la empresa para que conozcan el proceso.
‘Sólo somos empleados’
Un empleado que pone las infracciones de la empresa Metro Meters trabaja de ocho de la mañana a cuatro de la tarde, con un folio de multas, gorra del Ayuntamiento de Guadalajara y el logo de la empresa concesionaria, así como una playera roja con los mismos logos.
De acuerdo al área de inspectores, de las 30 zonas en las que trabajan 20 son conflictivas, no solo por la intimidación y agresiones verbales que los franeleros hacen en contra de los empleados, sino que deben enfrentar intentos de atropello, amenazas e incluso agresiones físicas.
Dichas agresiones no provienen solo de los franeleros, sino que también son de parte de usuarios molestos por desconocer el manejo de los parquímetros.
La empresa ha solicitado seguridad a las instalaciones de Guadalajara, y sus empleados recientemente fueron amenazados por un grupo criminal que pedía la cabeza del jefe en Guadalajara, y por seguridad tuvo que salir de la ciudad.
Un usuario molesto reclama que ya le pagó al franelero para que cuide de su auto, una empleada de Metro Meters le pide que deposite unas monedas solo para no infraccionarlo, el franelero llega y se pone de acuerdo con el automovilista, quien solo depositan unas monedas.
En una visita guiada que realizó el reportero de este medio con los empleados, pudo constatar la situación.
“¿De quién es el auto rojo?”, pregunta la inspectora; de un comercio sale un hombre corriendo y deposita unas monedas.
“Ese no es nuestro trabajo, pero igual les preguntamos por el auto para evitarnos problemas, pero cuando regrese el auto va a seguir aquí y si no tiene monedas lo tendremos que multar”, dice la empleada.
Es el barrio de San Juan Bosco. Se detiene el auto del inspector para ver que los empleados estén aplicando las multas de acuerdo a lo que dice el reglamento, en compañía del empleado vigilan que todo esté en orden.
Al detectarlos, los franeleros se ponen alertas y desde el otro lado de la calle llegan corriendo para decir que ya le van a poner dinero.
Durante los últimos meses la fracción edilicia de Movimiento Ciudadano en Guadalajara, encabezada por Salvador Caro, ha demandado que los infractores de los parquímetros son empleados de la empresa y no del Municipio.
A partir de esas demandas lo empleados huyen de las cámaras que pretenden tomarles fotografías para los medios locales. Una empleada de la empresa, que aceptó tomarse una fotografía sin mostrar el rostro, dice que ellos no son los culpables: “Solo somos empleados de la empresa, es nuestro trabajo”.
Aunque Movimiento Ciudadano no demanda el despido de los funcionarios, la asociación civil Altavoz exige que sean cambiados por empleados municipales y que además se les capacite en el tema de la seguridad para que puedan desenvolverse en las zonas conflictivas.