140 balaceras en todo el estado se han contabilizado en lo que va del año 174 personas muertas se han registrado tan solo en primer cuatrimestre del año 41,380 robos tuvo el estado el año pasado. La tasa más elevada a nivel nacional 327 plagios se reportaron también en ese año. Líder a nivel nacional 97% de los delitos registrados son atribuidos a células relacionadas con los cárteles #Tamaulipas Entre narco y ‘chapulines’ Para las elecciones próximas del 5 de junio, en Tamaulipas se enfrentarán a los mismos males con los que ha lidiado durante años: violencia y crimen organizado LEMUS
Con un estado infestado por el crimen organizado, candidatos “chapulines” que saltan de puesto en puesto y un Instituto Nacional Electoral (INE) que no alcanza a ser el árbitro de la contienda, el proceso electoral se observa con desesperanza.
Estas no serán unas elecciones atípicas en Tamaulipas, pues la violencia y la presencia del crimen organizado se ha infiltrado en los procesos electorales desde hace años.
Tan solo el gobernador actual Egidio Torre Cantú asumió la gubernatura luego de surgir como candidato emergente del PRI tras el asesinato de su hermano, Rodolfo Torre Cantú el 28 de junio del 2010.
El signo del gobierno de Torre Cantú ha sido el señalamiento sobre el incremento de la presencia del crimen organizado en esta entidad.
El mayor escándalo afrontado por esa administración fue el hallazgo de una fosa clandestina, el 6 de abril del 2011, con 193 cuerpos. El hecho se conoció como la Segunda Matanza de San Fernando.
La primera se ventiló en agosto del 2010, cuando fueron encontrados los cuerpos de 72 hombres ejecutados, hecho que fue atribuido al cártel del Golfo, al que se le relaciona con el Gobierno estatal, en su intención por controlar el flujo de inmigrantes centroamericanos hacia la frontera norte.
Tamaulipas lidera las entidades más violentas del país. De acuerdo a los datos de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), el año pasado se registraron 533 asesinatos dolosos por cada 100 mil habitantes.
Por eso, a nadie sorprende el clima de desesperanza que permea todas las campañas electorales, en donde están en juego la renovación de la gubernatura, la elección de 43 nuevos ayuntamientos y 36 diputaciones locales.
La mayoría de los candidatos en la contienda han estado y dejado cargos públicos para aspirar a nuevos.
Las acusaciones
Las dirigencias nacionales de los partidos políticos también abonan al clima de desconcierto: desde todos lados y a todas direcciones se lanzan acusaciones sobre la presencia del crimen organizado, sin que el INE pueda apaciguar los ánimos.
En el proceso electoral también ha aflorado el desprestigio de la actual administración estatal. El gobernador priista es blanco de las críticas de algunos candidatos de los partidos opositores, los que no han cesado en señalar las irregularidades financieras detectadas en su administración por parte de la Auditoría Superior de la Federación.
La bandera con la que los partidos opositores al PRI intentan captar votos de la cada vez más incrédula sociedad tamaulipeca, se finca en el manejo de recursos no clarificados por parte de Torre Cantú, los que ascienden a poco más de 870 millones de pesos que fueron entregados al Estado por parte de la Federación, dentro de Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB), así como del Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC).
Tamaulipas es una de las pocas entidades en donde no se ha dado la alternancia política.
Aquí el PRI sigue manteniendo su hegemonía, pese a la sombra de dudas generada por las investigaciones que desde Estados Unidos se han abierto contra los exgobernadores priistas Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, actualmente prófugos de la justicia, a los que se les relaciona oficialmente con el crimen organizado.
Un ‘Estado fallido’
De acuerdo a datos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), Tamaulipas es una de las entidades en donde se ha perdido la rectoría de la seguridad pública.
Hasta el año pasado, junto con Michoacán, se encontraba clasificado como un “estado fallido”.
Con la intención de restablecer el Estado de Derecho, la Federación aplicó, el 13 de mayo del 2014, un plan emergente para “fortalecer la estrategia de seguridad en el Estado”.
El plan fue puesto en marcha por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y consistió en tres ejes fundamentales: desarticular la composición y organización de las bandas delictivas, sellar el tráfico ilícito de personas, drogas, armas y dinero, así como garantizar instituciones locales eficientes y confiables.
A dos años de aplicado el Plan Tamaulipas, los resultados no se alcanzan a ver; en el estado sigue la disputa por el control entre los cárteles de Los Zetas y del Golfo. La PGR mantiene abiertas medio centenar de averiguaciones previas sobre colusión entre funcionarios de primer nivel de 18 municipios, y al menos 5 dependencias estatales, con miembros del crimen organizado.
Plan Tamaulipas
El programa puesto en marcha por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, consistió en tres ejes fundamentales:
1. Desarticular la composición y organización de las bandas delictivas
2. Sellar el tráfico ilícito de personas, drogas, armas y dinero
3. Garantizar instituciones locales eficientes y confiables
Cuando el río suena…
Ante la incapacidad del INE para llamar a la cordura a todos los contendientes de la campaña electoral en Tamaulipas, las acusaciones de colusión con el crimen organizado y los cárteles de las drogas, se siguen dando en todos los sentidos.
Los candidatos a la gubernatura del PRD, Jorge Valdez, y del Movimiento Ciudadano, Gustavo Cárdenas, fueron los que prendieron la mecha.
En el debate político del pasado 24 de abril fue cuando los dos aspirantes, que se ubican en la tercera y sexta posición en las intenciones de voto del electorado, se le lanzaron al cuello al candidato del PAN, Francisco Javier García Cabeza de Vaca. Lo acusaron de ser apoyado por el crimen organizado.
En público y en privado, el candidato del PAN al gobierno de Tamaulipas ha sido cuestionado por su pasado; le han referido que fue preso en Texas por el delito de robo, además se le atribuyen nexos con los hijos de Marta Sahagún, y con el expresidente Felipe Calderón, del que lo señalan como su personero.
García Cabeza de Vaca no solo se ha defendido, también ha lanzado sus propias acusaciones.
Ha ido contra el que considera su principal contendiente en la pelea por la gubernatura: el priista Baltazar Hinojosa, al que acusó de ser capaz de quitar la poquita paz que queda en Tamaulipas.
Candidatos golondrinos
Gustavo Cárdenas Gutiérrez
Movimiento
Ciudadano
Su trayectoria política la realizó siempre al cobijo del Partido Acción Nacional (PAN) de donde salió presidente municipal de Ciudad Victoria, después diputado local, diputado federal y senador.
Francisco Chavira Martínez
PRD
Estuvo preso y fue absuelto del delito de privación de libertad, robo de vehículo y lesiones, aspira a la gubernatura como candidato independiente, pero ya ha sido funcionario público. Fue regidor del ayuntamiento de Ciudad Mante.
Héctor Martín Garza González
Morena
Fincó su carrera política en el PRD, donde sus relaciones con Andrés Manuel López Obrador lo llevaron a ser regidor en el ayuntamiento de Reynosa, y posteriormente diputado en el Congreso local del Estado.
Baltazar Hinojosa Ochoa
PRI
Ha sido diputado federal en tres ocasiones, pero en solo una de ellas ha terminado su periodo. Dejó incompleta su gestión como diputado para ser el candidato del PRI a la gubernatura.
Abdíes Pineda
Partido Encuentro Social
Su militancia priista es la que lo ha formado como político. Recién acaba de renunciar al PRI y solicitó licencia a su cargo de diputado federal para poder contender por el PES como aspirante a gobernador de Tamaulipas.