Mireles: perdonar, la única salida
¿Cómo hacer para perdonar a quien secuestró a tu papá, a quien violó a tu hermana o a quien mató a tu esposo? José Manuel Mireles dice que primero se debe alcanzar el perdón para avanzar a un estado de paz interna y en todo el país
Imelda GarcíaJosé Manuel Mireles es contundente: en principio no está de acuerdo con la idea de la amnistía a miembros de la delincuencia organizada, propuesta por Andrés Manuel López Obrador, pero está convencido de que el único camino para que México alcance la paz es perdonar.
El mismo hombre que se levantó en armas hace unos años y formó los primeros grupos de autodefensas en Michoacán, trabaja hoy en los “Diálogos por la Paz”, un esfuerzo de reunir y trabajar con las víctimas del crimen para que juntos trabajen en el perdón a quienes los lastimaron.
El mayor reto que tendrá el próximo presidente de México, sostiene, será encabezar un movimiento de reconciliación nacional, pues solo así podrá dejarse atrás la ola de violencia que azota al país desde hace más de una década y avanzar hacia el crecimiento social y la prosperidad económica.
Con motivo de la publicación de su nuevo libro “Todos somos Autodefensas. El despertar de un pueblo dormido” (Grijalbo, 2017), José Manuel Mireles conversó con Reporte Indigo sobre su postura ante la propuesta de López Obrador de la amnistía, así como los retos que enfrentará el próximo presidente de México.
> Reporte Indigo (RI). Usted estuvo en la línea de fuego contra la delincuencia. ¿Qué opina de esta propuesta de AMLO para dar amnistía?
José Manuel Mireles (JMM). “Él sabrá qué as trae bajo la manga. Yo lo que puedo decir es que nunca voy a estar a favor del crimen organizado, ni de los delincuentes, ni de los narcos en el nivel que se encuentren, ya sean gobernadores o narcopolíticos o simplemente narcotraficantes. Porque en gran parte creo que son los causantes de lo que sucede en México.
“Aunque también reconozco que varias comunidades al menos de mis regiones en el estado de Michoacán, gracias a esos narcos tienen agua potable, tienen luz eléctrica, tienen iglesias, tienen escuelas. Son comunidades que siempre han estado abandonadas por el Estado mexicano.
“Esa es la diferencia entre un narco y un elemento del crimen organizado. Cuando un narco llegaba a un rancho con estos pobres que te menciono, las familias se deshacen (de gusto). Y llegan los otros desgraciados que nada más van a robar a todo el que está produciendo algo, la gente huye hasta de la Nación. Esa es la gran diferencia; pero aún así no estoy de acuerdo con ninguno de esos.
“Ahora, ¿cuál es el punto de vista del señor Obrador? Es que (él) también considera ahorita a gran cantidad de miembros del crimen organizado como víctimas. Si llegan y les ofrecen mil 500 pesos a la semana más la comida, a ellos que no tienen dinero ni para comprar una torta, son presa fácil del crimen organizado y se lanzan. Entonces no sé cuál se base el señor Obrador en su idea de amnistía”.
> RI. En 2014 se impulsó una ley de amnistía para las autodefensas. ¿Cómo esa amnistía era diferente?
JMM. “Para el Estado mexicano los autodefensas éramos más peligrosos que los criminales. Yo quiero pensar y, quiero estar equivocado, que el Estado mexicano se beneficia muchísimo de que haya violencia en la República Mexicana y por eso nunca amenazaron con desarmar al crimen organizado, siempre amenazaron con desarmar a las autodefensas, a los que nos estábamos defendiendo.
“Por eso muchos fuimos a prisión. Yo todavía tengo 258 compañeros autodefensas presos. Del grupo que detuvieron conmigo me quedan 9, y de esos 3 eran mis escoltas personales.
“Porque el que se equivocó no fue José Manuel Mireles y las autodefensas, el que se equivocó fue el Gobierno federal. Nos da armas, nos da permisos para utilizarlas y luego nos detienen por andar armados, cuando el propio gobierno nos las dio. ¿Quién es el que se equivocó? ¿Quién es el delincuente? ¿Quién es el que debería estar preso?
“Sí se necesita la amnistía, ese es el problema. Pero desgraciadamente están coludidos los otros poderes con el Gobierno para hacer lo que a este señor únicamente le interesa. Y lo está haciendo”.
> RI. ¿Cuál es el reto entonces del siguiente gobierno?
JMM. “El siguiente presidente, si tiene la noble intención de enderezar la nave que se llama Estados Unidos Mexicanos, lo primero que tiene que hacer es ayudar a los mexicanos a que sanemos nuestras heridas, es lo primero. Si no lo hace, va a seguir el infierno que estamos viviendo los mexicanos.
“Si empieza por garantizar la seguridad pública y si empieza por hacer justa impartición de justicia en todos los niveles, por fortalecer un estado de derecho sólido, entonces se van a consolidar muchas cosas y sí va a haber paz en la nación”.
> RI. ¿Y cómo se sana una herida de ese tamaño?
JMM. “Primero tenemos que hacer consciencia. Nosotros estamos en un proyecto en Michoacán que se llama Diálogos por la Paz, nos hemos visto en la necesidad de crear la Fundación Mireles en primer lugar para liberar a los autodefensas presos y también ayudar a las viudas, los huérfanos que dejó el movimiento social y que nunca los ha ayudado ningún gobierno.
“Hemos estado en pláticas muy serias con el Arzobispado de Michoacán. Lo que queremos es que la sanación de esas heridas empiece con nosotros mismos. Ya cuando nosotros estemos bien conscientes de que ya no vamos a mentarles su madre ni al Ejército, ni a los federales, ni a los municipales por lo que ya pasó, entonces es cuando los vamos a invitar también a ellos para que se unan con nosotros a la búsqueda de la paz social en Michoacán”.
> RI. ¿Cómo unir a las Fuerzas Armadas en un esfuerzo de pacificación?
JMM. “Queremos que una vez que la sociedad civil esté consciente de que sí necesitamos la paz social, pero todos juntos, entonces empezar a llamar a los generales, a los jefes, a los directores de las Fuerzas Armadas para que se reúnan con nosotros y sean propositivos. Tal vez ellos también tengan ideas de cómo lograr la paz social no nada más de Michoacán, sino de todo México.
“Que sepan que nosotros, el pueblo de México, la deseamos, la necesitamos (…) Pero queremos una paz social no armada. No queremos traer armas para corregir lo que las instituciones no pueden o no quieren corregir”.